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Daniel.

Mamá condujo hacia casa, cuando llegamos subí a mi habitación, dejé las cosas en el piso y me tiré en la cama. Comencé a cerrar los ojos, mi mamá entró para decirme que se iba a trabajar y no sé cuántas cosas más porque terminé dormido.

* * *

Desperté unas horas más tarde debido a un ruido proveniente de la cocina –debe ser mamá –pensé, tratando de volver a dormir. De pronto un intenso olor a comida inunda mis fosas nasales – ¿mamá cocinando? –, me levanté y bajé las escaleras despacio.

Esto no es normal, ¿cuántas horas dormí?

Llegué al final de las escaleras, mire la hora 8:16 p.m.

Mamá no sale hasta las diez, ¿quién diablos esta en mi casa?

Entré a la cocina, encontrándome a un chico alto de espaldas a mí, pelo negro; llevaba una remera blanca y un pantalón oscuro, parecía que estaba preparando algo para comer aunque también parecía que estaba bailando.

– ¿Quién eres y qué haces acá? – el chico volteó a verme, quitándose uno de los auriculares que traía puestos.

–Hola –saludó él de manera muy afable mientras se acercaba a saludarme. Retrocedí –. Tranquilo, soy tu vecino –explicó y me dedico una sonrisa.

– ¿Vecino? –Reí falsamente –. ¿Y qué haces en mi casa? Nadie se mete en las casas ajenas porque sí, a no ser que. . . –abrí mis ojos sorprendido – ¡¿Eres un psicópata?!

– ¿Qué? –Dijo confundido – ¡No soy ningún psicópata! ¿Es que te madre no te lo dijo? –Negué con la cabeza –Harán una cena de bienvenida o algo así, ya sabes, para que las familias se lleven bien –me miró serio.

–Oh, entonces de eso hablaba.

Nos quedamos unos segundos en silencio y luego él empezó a reír.

– ¿En serio creíste que era un psicópata? –Llevó su mano a su pelo, aun riendo –. Y si lo fuera, ¿crees que lo diría? –continuó burlándose.

–Para de burlarte –rodé los ojos, cruzándome de brazos.

–Está bien, está bien –sonrió de manera tonta, tratando de no reírse más.

–Soy Daniel –sonreí para alivianar las cosas.

–Encantado de conocerte, Daniel –se acercó y revolvió mi pelo –. Soy Jonah –sonrió mientras volvía a lo suyo.

Raro, pero creo que nos llevaremos bien.

La cena que nuestras madres tenían en mente ya había iniciado; hablaron de nuestra niñez; de la su secundaría; de cómo habían conocido a sus esposos y otras cosas.

Cuando mi madre dejo de fingir que éramos la familia perfecta, los vecinos se despidieron y Jonah dijo que mañana me acompañaría a la escuela, porque resulta que vamos a la misma secundaria.

* * *

A la mañana temprano Jonah pasó por mí.

Estábamos camino a la escuela, no existió ese silencio incomodo entre nosotros, él es de hablar mucho y es muy divertido. Una cuadra antes de llegar escuché unas voces, busqué de donde provenían, encontrándome con Jack y Zach, de ellos provenían aquellas voces. Estaban discutiendo y no pude evitar espiarlos.

Jack intentó acercarse a Zach – ¿Por qué te pones así? ¿Qué te ocurre bebé? –habló mientras lo tomaba de la mano suavemente, como si fuera frágil –. Sabes que te quiero, no hagas esto. . . por favor – lo acercó hacia el mientras decía esas palabras.

Abrí los ojos sorprendido.

– ¿Y qué hay del nuevo? Él es muy lindo, vi como lo mirabas ayer Jack, no soy idiota –Zach estaba celoso, era claro.

Fruncí las cejas, yo no tenía la culpa de nada.

– ¿El nuevo? ¿Daniel? Por favor, Zach, estás imaginando cosas que no son –parecía que él se había ofendido –. Él no se compara contigo, ¿es que acaso no lo viste? Lo único bello que tiene son sus ojos, ¿viste su sonrisa y la forma en la que. . . simplemente no lo viste? –Concluyó bufando.

Zach lo miraba fijamente, juraría que estaba por llorar, pero Jack le dedicó una tierna sonrisa, lo acercó tomándolo de la cintura y lo besó, como si fueran los únicos en el universo.

Auch, eso dolió demasiado, es decir, ¿por qué dijo todas esas cosas de mí?

Jonah dio un ligero apretón en mi hombro –Son novios hace un años –me informó, había olvidado que estaba junto a mí.

–Qué más da, no me interesa –Dije con un sabor amargo en mi boca, no era la primera vez que recibía insultos de parte de la gente.

Jack estuvo por insultarme, criticó mi aspecto físico y eso estuvo completamente fuera de lugar. Él no me importa, en lo más mínimo, sólo quise ser amable con él.

–No finjas conmigo, no me gusta juzgar a las personas. Open mind.

– ¿Y qué con eso? Apenas nos conocemos, Jonah. No esperes conocerme. . . –Porque yo tampoco me conozco –

* * *

Al llegar miré mis horarios: Matemática, ¿en la primera hora? Eso es una total falta de respeto.

– ¡Hola Dani! ¿Cómo estás? –Dijo Camila acercándose. Observé a Jonah, parecía embobado mirándola.

– Hola Cami, estoy bien –sonreí –. Uhm, él es Jonah, mi vecino.

–Y su futuro mejor amigo –Dijo riendo –. Vamos juntos a las clases de Física –le informó a ella.

– ¡Oh sí, es verdad! Hola Jonah –Dijo sonriente.

–Llegamos tarde a las clases, chicos, me voy –Salí corriendo pero al doblar por el pasillo resbalé, haciendo que todas mis cosas quedaran esparcidas por el suelo. Por suerte no hay nadie, comencé a juntar las cosas rápidamente.

–Veo que siempre estas juntando cosas ¿eh? –Levanté la mirada y ahí estaba él, con sus rulos despeinados, vestido de negro y su típica sonrisa.

– ¿Vas a molestarme de ahora en adelante, Jack? –Mi voz sonó más frustada de lo que pretendía.

–Tranquilo, ¿mala mañana? –Dijo ayudándome con mis útiles.

– ¿Te importa? –Comencé a caminar –Llego tarde.

–Yo también. . . vamos a la misma clase Dan –se burló.

Mierda. ¿Por qué Dios me castiga de esta forma?

–Entonces camina.

Llegamos al salón y el profesor se molestó al vernos.

–Algo tarde, ¿no creen? No deberías juntarte con Avery –Advirtió mirándome. Lo sé.

–Lo siento, profesor –me disculpé –pero usted me puso con él.

– Para que compartan asiento, no para que sean amigos –respondió.

– No lo somos –me apresuré a decir, mire rápidamente a Jack con el ceño fruncido y fui a sentarme, él me siguió, después de todo compartíamos asientos.  


El chico de rulos (Jackniel) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora