Capítulo 3

39 4 4
                                    

Varias patrullas de la comisaría habían salido del edificio, dejando a las leyendas de pie sin saber qué hacer en la mitad del lugar, se miraron unos a otros sin saber qué hacer.

—Yo opino que vayamos —habló Ana acomodando su mochila detrás de su hombro.

—Pienso igual, quizá podamos ayudar —le siguió Nate.

Todos miraron a Rip, el cuál suspiró con las manos en la cadera y asintió con la cabeza, sin decir más salieron de la comisaría siguiendo las sirenas de las patrullas. Luego de varios minutos llegaron a donde se encontraba el mismo detective de antes que los había liberado frente a un auto negro, cerca de éste un hombre calvo de traje negro y una chica de cabello largo rubio vestida con un traje de cuerpo completo amarillo, con un círculo negro en el centro que sostenía un rayo rojo. La chica gritaba cosas que las leyendas no alcanzaban a escuchar, pero al llegar a la escena la miraron y ella se calló abruptamente cuando notó su presencia.

—Esa chica... —dijo Ray inseguro, sin embargo, todos sabían a qué se refería.

Nadie pasó desapercibido el hecho que aquella mujer que también los miraba tenía el mismo traje que su enemigo Reverse Flash, sin mencionar el gran parecido al velocista que habían derrotado tiempo atrás.

Sin embargo, la chica comenzó a disparar con una pistola que le había alcanzado su compañero y se encontraba haciendo caer policías a cada disparo.

—¿Deberíamos hacer algo? —preguntó Sara y miró a Rip, que también la miró.

Pero justo al terminar aquella frase, la chica y el hombre habían desaparecido en cuestión de segundos, dejando a todos los policías desconcertados, Jim Gordon apretó los puños al mismo tiempo que guardaba su pistola en su funda.

—¡Maldición! —exclamó estresado pasándose una mano por el cabello, suspiró cuando vio al grupo de personas que había visto minutos antes acercarse a él—. No deberían estar aquí.

—Creímos que podríamos ayudar —dijo Rip mirando a los cuerpos de policía que habían muerto en el tiroteo.

—Creyeron mal —contestó el detective, los miró uno por uno con curiosidad—. ¿De dónde dijeron que son?

—No se lo dijimos —contestó Leo, Jim frunció el ceño.

—Como sea, pero obviamente no son de por aquí, así que deben tener cuidado, meterse en un tiroteo ya es bastante idiota, en Gotham deben tener más cuidado. —

Varios fruncieron el ceño y otros simplemente asintieron, Ana por su parte tan solo deseaba volver a la Waverider para en primer lugar asegurarse que Jefferson y el profesor se encontrarán bien, y en segundo para largarse de este lugar, que, aunque le daba bastante curiosidad y la atraía, prefería tomar un baño y descansar.

—¿Quiénes eran ellos? —cuestionó Ana al detective—. Esa mujer, ¿Quién es?

—¿La conocen? — interrogó de vuelta Gordon, ella no contestó.

—Cecil Thawne — escucharon hablar a Rip en voz baja, su equipo lo miró sin comprender, pero el detective Gordon lo observó desconcertado—. ¿Es ella, cierto?

Gordon miró a sus alrededores viendo como ambulancias y más patrullas llegaban, luego observó de nuevo al equipo.

—Vengan conmigo, los llevaré a la comisaría.

Una vez llegaron frente a la GCPD Gordon los guio hasta su oficina, una mala mirada entre Mick y Harvey y luego Gordon les mostró unos archivos policiales a las Leyendas, de las cuales aún pensaba eran solo turistas más que podrían ayudarle.

Saved by VillainsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora