Capítulo 1

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Deslizó el arco por las cuerdas con delicadeza una vez más pero decayó en las últimas notas y soltó un suspiro de frustración. Un ronroneo se escuchó en el silencio de la habitación y muy pronto sintió aquel cálido pelaje de color café frotándose contra sus piernas. Lena lucía plenamente complacida mientras rascaba su lomo contra los vaqueros de la castaña, su cola le provocaba cosquillas en sus pies descalzos.

-¿Tienes hambre?.- Preguntó poniéndose de cuclillas para poder acariciar al gato- Te daré de comer enseguida.

Camila no solía distraerse fácilmente, pero cuando se trataba de su violín podía pasar horas tocando sin saber de nadie ni nada, simplemente perdiendo por completo la noción del tiempo. Estaba esforzándose demasiado por terminar aquella melodía, y hasta el momento sólo se trataba de un sin fin de notas y rayas en su cuaderno de partituras. Tocaba aquel instrumento desde los nueve años pero aún así habían algunas cosas que todavía no aprendía del todo bien.

Se entumeció levemente cuando sus pies estuvieron sobre las frías baldosas de la cocina pero aún así se acercó hasta la alacena y cogió una lata de fresco atún para Lena, quien espero gustosa frente a su tazón su alimento.

-Aquí tienes, disfrútalo.- En cuanto terminó de pronunciar aquellas palabras el timbre de su departamento sonó y se puso en pie para atender.

-Necesito un poco de helado.- Dijo Dinah adentrándose de inmediato en el lugar- Mi nevera ya no tiene lo suficiente.

-No te preocupes. Hay un bote en el congelador.- Contestó con simpleza la castaña mientras seguía a su mejor amiga de regreso a la cocina- Espera, sólo comemos helado cuando tenemos algo de que hablar.

-Pues ese es el propósito de esto.- La rubia cerró la nevera cuando tuvo el helado entre sus manos. Camila ya la aguardaba con dos cucharas y toda su atención- Lauren estará aquí en unos días.

-¿Lauren?......- No estaba muy segura de quien se trataba.

-Mi hermana mayor.- Aclaró cogiendo una gran cucharada de helado y llevándosela a la boca con gusto

La morena frunció el ceño ligeramente sin comprender del todo. Si bien sabía la existencia de casi toda la familia de Dinah no los conocía a todos con lujo de detalles. De esa tal Lauren sólo sabía que era una importante pieza dentro de la U.S Army y por eso no frecuentaba estar muy a menudo en casa. Pero al parecer ahora estaría de regreso.

-Cuando dices estará aquí, ¿Te refieres a tu departamento?.- Quiso saber buscando un poco más de helado y recibiendo un asentimiento por parte de su amiga segundos más tarde.

-No es una simple visita. Su última misión en Irak no fue para nada agradable y ella ha decido retirarse temporalmente.

-Entonces, ¿Estará de visita?.- Dinah asintió con la cuchara aún en la boca.

-Su casa aún no está terminada y me he ofrecido a recibirla en mi departamento. La última vez que la vi habían muchas pesadillas atormentándola y no quiero que esté sola cuando le sucedan esta vez.- Dijo la rubia.

Camila se hacía una idea de lo difícil que podía llegar a ser esa situación ya que su abuelo había formado parte de aquello durante toda su vida. De niña oía los gritos desesperados del hombre entre sueños, eso la asustaba un poco pero cuando su abuela aseguraba que todo estaba bien podía estar más tranquila.

-¿Vendrás esta noche?.- Preguntó Dinah haciendo referencia a la reunión que se llevaría a cabo en su departamento.

-No lo sé. Quería hacer una visita a mis abuelos. Ana ha estado algo rebelde últimamente y mi abuela dice que sería una buena idea que yo pásese más tiempo con ella.- Dijo con una mueca.

Never Be The SameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora