Era realmente extraño lo emocionado que estaba por qué Andy se las había arreglado para encontrar la dirección de Katy Buckley.
Había caminado por muchas calles y avenidas antes de encontrar los Apartamentos. No había estado en esa área del por un buen tiempo. Claro, había algunos pequeños clubs de mala muerte rodeando los apartamentos, pero para mí, sólo había unos mugrosos apartamentos en los que vivía Katy Buckley. Era un poquito trágico que viniera de este lugar, pero podía asegurar que iba a hacer un montón de dinero.
Usualmente hacía que Andy hiciera este tipo de pendientes por mí y arreglara este tipo de problemas y prospectos. De todas formas, esta vez yo quería ser el que le rogara a Katy que se uniera a mi club. Y cuando ella aceptara, quería verla mientras se arrodillaba y me rogaba por hacerme una de esas que tanto me gustan.
Mi polla estaba palpitando del solo hecho de pensar en la deliciosa Katy arrodillada frente a mí.
Llamé a la puerta del primer apartamento y, afortunadamente, pude escuchar pisadas viniendo inmediatamente. Katy debe estar esperándome, pensé, mientras mi polla empezaba a retorcerse con excitación. La puerta se abrió, cerré mis ojos e intenté alcanzar la cintura de Katy para acercarla a mí. El romance es la clave, Payne, me dije a mí mismo mientras la jalaba. Aunque, sentía que su cintura parecía más baja y larga de lo que inicialmente pensaba. Por alguna razón, imaginaba que ella era un poco más… sólida.
Me aparté de ella con cierta confusión y entonces abrí los ojos lentamente.
—Mierda,— gruñí mientras miraba a la verdadera persona que había estado sosteniendo tan cerca de mí, um, ¿furiosa erección?
—He estado esperando por ti.— la anciana dijo, viéndome con sus cariñosos ojos redondos y brillantes. Trató de tocarme y me congelé. ¿Qué carajo? Debiste haber revisado el número del apartamento, imbécil, me dije a mí mismo, sonriéndole tímidamente a la dama que bien podía pasar de los ochenta y cinco.
—Lo lamento, señora —dije con mi dulce voz. —Creo que he venido al apartamento equivocado. Usted no es Katy Buckley.
—No, cariño—dijo, sacudiendo la cabeza. —He rezado por ti ayer en la noche. Mi propio ángel. ¡Aunque creo que hueles a cigarro!
Jalé la solapa de mi saco y olfateé instintivamente. No podía oler nada.
—Lo siento—dije de nuevo, tratando de soltar gentilmente sus dedos de mi saco. —No soy su ángel—le aseguré.
—¿Eres su mensajero?— preguntó la mujer, con la esperanza adornando sus facciones arrugadas.
Maldito infierno, no tenía tiempo para esto. Odiaba a la gente vieja.
—Sí— contesté con fuerza. —Me dijo que estaría aquí en tres años. — murmuré. Fui muy directo, pero, hey, tenía una agenda apretada y esta señora estaba entorpeciendo mi cometido.
—¿Tres años?—me miró y entonces miró hacia abajo. Se veía confundida. —Pero mis doctores dijeron que solo tenía cuatro meses.
Mierda.
—Tal vez pueda adelantarse —canté, deslumbrándola con mi sonrisa.
—Tú de verdad eres un ángel—susurró antes de quitar su mano del comienzo de mi corbata y entonces cerró la puerta hasta que quedó un pequeño espacio. —Gracias,— dijo, y entonces se cerró.
Me quedé estático en el mismo lugar durante un minuto antes de escuchar a la anciana gritar algo que sonó como un horrible —¡Dios, maldito! ¡Lo ha hecho de nuevo!— Chiflada, pensé. De todas formas, tenía una sensación realmente peculiar dentro de mi estómago con la que no estaba familiarizado. Era lo que los demás llamaban… ¿vergüenza? ¿Decepción? ¿Ambas?
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Violet « Liam Payne »
FanfictionLiam Payne, el niño rico, es dueño del más prestigioso club nocturno en London: El Violet. Cuando le hace falta una chica, empieza su búsqueda para conseguir una nueva bailarina. ¿Su nuevo potencial? Nada más ni nada menos que Katy Buckley. La por...