Capítulo 8.

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Lo había jodido todo.

Después de que había caminado con ella, bailado con ella; joder ―había pensado que seguramente la tenía. Y, ya sabes, tal vez era cierto, pero entonces tuve que volver para los ensayos. Estaba estresado por la cercanía de la re-apertura del Violet, y la manera perfecta de descargar todo el estrés era algo así, evidentemente. Quiero decir, así era como usualmente lo hacía, así que, ¿por qué tenía que ser diferente ese día? Especialmente, después de la dura erección que Katy me había causado con sólo estar cerca de mí. En mi mente, lo único que parecía medianamente racional era deshacerme de esa erección con una de mis chicas, para que así pudiera concentrarme en mi trabajo.

Pero entonces, ella me vio… joder, ¡Katy me vio! Y como si no fuera suficientemente, tuve que explicarle que Megan no era exactamente mi novia, lo cual pareció evocar más disgusto en ella. Al menos estaba diciéndole la verdad, digo, ¿qué se supone que debía decirle? Si le decía que estaba saliendo con Megan, hubiera sido igual de malo, ¿no? Joder, no lo sabía.

Era extraño lo jodidamente culpable qué me sentía. Estaba empezando a ser un maldito marica, por Cristo Jesús. E incluso me sentía decepcionado, decepcionado de lo sorprendida que ella estaba, lo cual indicaba que tal vez estaba empezando a confiar en mí. Pero lo arruiné, por supuesto. Esta chica, Katy, iba a ser la muerte para mí: todo lo que pasaba alrededor de ella terminaba mal. Tal vez eso fue lo que encontré tan jodidamente atractivo en ella. Simplemente amaba el peligro.

De cualquier forma, me sentía atraído por ella, aún aunque me doliera admitirlo.

Katy era una de las personas más interesantes que había conocido. Mientras caminaba con ella, sentí que quería escucharla lo más atentamente que me fuera posible ―y no solo viendo sus tetas― y encontrando cada uno de sus intereses más fascinantes que el anterior. Todo acerca de Katy era bueno o simplemente correcto. 

Tenía labios gruesos y bien formados; claramente eran hechos para mamármela, lo que era evidentemente una ventaja; me gustaban esos labios porque parecían labios felices, incluso aunque estuviera enojada la mayor parte del tiempo. Pero me gustaba.

De verdad amaba su cuerpo. Espera, ¿ya lo había mencionado?

Incluso amaba el aroma de su cabello.

Lo más extraño de la tarde pasó cuando tuve que apartarme de este ser absorbente, tenía una sensación horrible en el estómago que era vagamente familiar. Era una especie de… tristeza. Jodida tristeza. Era como si no quisiera dejarla, pero seguía emocionado de que ella siguiera hablándome antes de que me amenazara con un tubo de cortina. Estaba algo ansioso por saber qué iba a suceder con ella. Había pasado mucho tiempo desde que una mujer me intrigaba tanto con palabras que no fueran simplemente sexuales.

Katy era diferente a la mayoría de las chicas habían tratado de meterse en mis pantalones hasta ahora ―no es que me estuviera quejando― pero con Katy, me intrigaba más que a ella no le importaba o que no estuviera intimidada por mi presencia y buen aspecto, como la mayoría de las chicas lo hacía. Era malditamente inusual, pero, de nuevo, era absolutamente encantador. ¿Había conocido a Katy hace sólo… dos días? Y sin embargo, era una persona a la que buscaba ver todo el tiempo. ¿Qué mierda me estaba pasando?

Sin embargo, nada de eso importaba en ese momento, ya que me odiaba. Quizás eso era bueno. Tal vez porque tenía un jodido prometido.

Así que, ¿por qué caminó conmigo? ¿Y, por qué bailó? ¿Por qué bailó tan jodidamente pegada a mi cuerpo? ¿Y, por qué parecía que teníamos esta retorcida… chispa entre nosotros?

No debí de haber estado tan ansioso. Katy sólo estaba caminando conmigo como una fuente de compañía o incluso como una amiga.¿Quizás no le gustaba para nada? Sin embargo, algo dentro de mí estaba severamente esperanzado de que tal vez le gustara, solo un poco. ¿Bueno, qué estaba pensándome de todos modos? Ninguna chica podía resistirse ni un poco a Liam, maldito, Payne.

Violet  « Liam Payne »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora