Por un momento quedé inmóvil, todos mis pensamientos se fueron, hasta se me olvidó cómo besar.
Que Stiven haya tomado la iniciativa de besarme, fue asombroso. Cuando volví en si, no lo dudé más.
Le correspondí el beso.
Fue iniciando lentamente, con mucha ternura y pasión, para luego entrar en ese frenesí de comernos el uno al otro. Mi lengua se abrió paso dentro de su boca y sin pensarlo nuestras lenguas danzaban armónicamente, una tratando de dominar a la otra.
Sus manos empezaron a rodear mi cuello, acariciando lentamente mi cabello y bajando hacia mi espalda. Quise poner mis manos en sus caderas, pero un sobresalto hizo que todo se detuviera.
–M-me duele aún -dice con nerviosismo-.
–Tranquilo, seré muy cuidadoso.
Tomé sus caderas como si fueran de cristal, y cuidadosamente lo levanté para tenerlo encima de mi. Volví a besar sus labios con desenfreno y bajé hasta su cuello, dejando pequeños rastros en el camino,empecé a succionar el área y Stiven soltó un gemido. Mordí suavemente el lóbulo de su oreja y sentí como el se deshacía en mis manos.
No podía creer que aún no me detuviera. El quería exactamente esto, al igual que yo. Moría de ganas por sentir a Stiven, fusionarme con el, lo quería a el.
Por un momento tomé un respiro y me separé de el. Lo contemplé por un segundo. Aún tenia sus ojos cerrados, y sus labios hinchados de un color rosa intenso, era tan perfecto. Suspiraba lentamente, y decidí quitar su camisa.
Al quitársela por completo, me sentí fatal. Aún tenía muchos moretones, de muchos colores, cortadas y una de ellas estaba suturada. En sus costillas habían vendajes, algunos manchados de sangre. Mis ojos se aguaron al verlo así, tan destruído, tan roto.
–Como lo siento Stiven... -dije sollozando-.
El se acurrucó en mi cuello, y empezó a acariciar mi pelo con mucho cuidado, luego tomó mi rostro y besó mi frente.
–No te preocupes, estaré bien -dijo muy confiado-.
Eso me hizo continuar.
Levantó mi camisa, y pasó sus manos por todo mi pecho hasta bajar al broche de mi pantalón. Me besó desenfrenadamente en el proceso y yo luchaba por desabrochar el suyo también.
Con solo la tela de nuestra ropa interior de por medio, lo deposité lenta y cuidadosamente en la cama. me acerqué a el con mucho cuidado de no lastimarlo, y empecé a besar todo su cuello, bajaba lentamente dejando un camino de saliva a mi paso. El gemía con más frecuencia y ese sonido me volvía loco. Al estar frente a su miembro, noté lo duro que estaba y pasé mi lengua por encima de la tela, esto hizo que Stiven se descontrolara.
Bajé su bóxer, dejando expuesta aquella erección. Mordí mis labios y puse mis manos sobre el, y miré a Stiven con lujuria. Con cada movimiento, no podía sostenerme la mirada, se arqueaba y gemía descontroladamente.
Subí un poco y besé sus labios una vez más, aproveché para frotar mi miembro contra el y eso hizo que explotara. Los dos gemíamos al unisonido, tratábamos de callarlos con besos, pero era imposible.
–Q-quiero que es-estes dentro de mi J-jimmy -dijo con la respiración entrecortada-.
Sin dudarlo, fuí en busca de un condón en el bolsillo de mi pantalón que ya hacia en el suelo. Lo tomé rápidamente y me lo puse. Le ordené a Stiven que se diera la vuelta, y con cuidado hice que se sostuviera sobre sus manos y rodillas.
Me abrí paso suavemente, y Stiven no se pudo contener y gritó.
–¿Estás bien? ¿Te lastimé?
–S-sí,estoy bien l-lo siento -dijo avergonzado-. Puedes continuar.
Lo tomé cuidadosamente de nuevo, y entré en el. Lentamente, una y otra vez.
Stiven se agarraba de las sábanas, y soltaba gemidos junto a algunas maldiciones. Fui aumentado el ritmo y mientras lo hacía, tomé su miembro y empecé a masturbarlo, el flaqueaba temiendo a no poder sostenerse. Me acerqué a su oído y gemía junto a el.
Las gotas de sudor en su espalda mojaban mi pecho, y las gotas de sudor de mi frente caían en su nuca. Sin darme cuenta, entraba y salía rápidamente de Stiven, dando grandes azotes y gimiendo al unisonido.
De pronto, no pude aguantar y me vine dentro de el,y el se vino en mi mano.
Salí de el y corrí al baño, me quité el condón y lo boté en la basura. Lavé mis manos y tomé un pequeño trapo húmedo.
Volví hacia la cama y Stiven estaba en la misma posición. Me acerqué suavemente y le di la vuelta para que quedara acostado. Limpié su abdomen y su miembro que aún tenían semen, dejé el trapo en la mesita de noche y acomodé a Stiven en la cama. Lo arropé con cuidado y me recosté a su lado, dejando que el se acurrucara en mi pecho y me abrazara. También lo abracé cuidadosamente y lentamente sentí como el sueño me invadía.
–¿Jimmy? -dijo somnoliento-
–Dime
–Gracias por ser cuidadoso conmigo, de verdad -dijo mirándome-.
Lo miré y besé sus labios, para luego quedar rendido del sueño con el.
Este momento siempre vivirá en mi memoria. A partir de hoy, me encargaré de velar por el, de que nunca le falte amor y cariño, lo respetaré y lo trataré como se merece. Personas como el se merecen el universo completo, y aunque me cueste una vida, yo me encargaré de dárselo.
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heloooou
ando muy activa kestapazando
y ya esto se va a acabar que es lo peor
capitulo con mucho smut otsea
ya mejor me voy gg
Voten y comenten, los amo.
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bad× (gay) |terminada|√.
Ficção AdolescenteTan malo, que puede llegar a ser bueno~ todos los derechos reservados a mi persona, está prohibido copia u adaptación de la misma.©