|Capítulo 32|

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Luego de cenar nos dirigimos al parque situado a una cuadra de nuestras casas.

-¿Quieres ser mi novia?- le pregunte entre algunos dulces besos que compartíamos.

-Si- me dijo.

Puede que mi propuesta haya sido muy sencilla, pero así somos nosotros, sencillos, no nos importan las grandes cosas, las costosas o muy producidas, sino que los pequeños detalles son los de nuestra preferencia, una caricia, un cumplido, un beso, una sonrisa.    

Mi Valiente Princesa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora