Narra Vegeta.
Al despertar, Kakarotto seguía dormido, lo tenía frente a frente y sus ronquidos liberaban un aliento apestoso.
Aún no puedo creer que lo dejara dormir conmigo, en que estaba pensando.—Kakarotto, despierta.—susurré mientras lo movía con insistencia, si Wiss entra, estoy muerto.
—Ah, Vegeta... Ño, quieyo segui durmendo...—balbuceo, no le entendí nada.
Maldita sea, tendré que pararme yo, de mi propia cama. Fui a la ducha y después de un baño rápido, me puse mi traje de combate en un lugar donde Kakarotto no me viera.
Estaba poniéndome mis guantes, lo único que faltaba para estar listo.—¡Hola Vegeta!—Volteé y Kakarotto ya estaba listo, mirándome con una sonrisa.
—Hola insecto.
—¿Qué haremos hoy?
—Lo mismo de siempre.—respondí, eso era obvio.
Y así fue, todos lo días las tareas domésticas son las mismas:
Barrer los pasillos.
Limpiar las peceras del pez oráculo.
Arrancar la hierba.
Y otras cosas más...Narrador.
Ya en la noche, —después de su entrenamiento— ambos saiyajines volvieron sumamente agotados a su habitación.
Se bañaron por turnos y estaban a punto de dormir.—Buenas noches, Vegeta.—Dio un brinco a su cama y se acurrucó.
—¿Hoy no vas a dormir conmigo?—Esa pregunta hizo que el chico de cabello alborotado se sorprendiera.
—¿Quieres que lo haga?
—Como quieras insecto.
El saiyajin fue a la otra cama y se acurrucó a lado del peli-flama, éste se volteó dándole la espalda. Goku, con mucho miedo y lentitud, paso su brazo por la cintura del otro para abrazarlo, Vegeta no se movió ¡ni siquiera dijo nada! ¿se habrá quedado dormido ya? No, Goku aún sentía su ki, y su respiración no era tan profunda, señal de que seguía despierto. El saiyajin de cabello alborotado, lo abrazó tranquilo y con fuerza, pues si no se molestaba el peli-flama, él se dormiría así, abrazándolo. Pero no, Goku comenzó a sentirse extraño, una rara sensación se apoderó de él y tenía unas incontrolables ganas de explorar el pequeño cuerpo del otro saiyajin. Pasó su mano por su pecho, lentamente, luego bajó hasta la cintura y un poco más abajo, casi donde se encontraba su miembro. Vegeta no se movía, no decía nada... ¿En qué estaba pensando? Creo que lo estaba disfrutando tanto como Goku. El saiyajin de cabello alborotado siguió recorriendo su mano por todo el cuerpo del más pequeño, si al principio lo hacía lento, ahora parecía desesperado. Goku quería conocer cada detalle de su cuerpo y la ropa se lo impedía, ¡se atrevió a quitarle la ropa! Con sumo cuidado se deshizo de su dogui color gris oscuro y Vegeta ni protestaba, pero tampoco daba aprobación a lo que Goku estaba haciendo, y eso preocupaba al saiyajin de cabello alborotado. Pero no estaba dispuesto a parar, ya que lo tenía tan cerca y totalmente desnudo, haría algo que nunca se hubiera imaginado pero que en ese momento su cuerpo lo deseaba y se lo pedía a gritos. Le pidió a Vegeta que se acomodara, de tal manera que pudiera entrar en él, éste asintió sumamente sonrojado y tímido, pero aceptó, por que también lo deseaba ¿se habría vuelto loco?
—Maldición, que estoy a punto de hacer.
Increíblemente, el príncipe de los saiyajin se dejaría penetrar por un guerrero de clase baja, que anteriormente había sido su oponente. Pero su rivalidad se convirtió en amistad y esa amistad en algo más.
Goku colocó la punta de su miembro en la entrada de Vegeta y fue entrando lentamente. Vegeta no pudo evitar gemir, doblegar las piernas y arquear la espalda al mismo tiempo.
Una vez dentro, comenzaron las estocadas lentas.—Ah, ah, ah...—gemía Vegeta.
—Callate Vegeta, el señor Bills y Wiss te van a escuchar.—susurró Goku.
—¡Ay maldito insecto, ahora hasta me calla!
Vegeta indignado hizo caso y se cubrió la boca con su mano blanca por el guante.
Goku subió de tono las estocadas, la habitación se lleno de sonidos eróticos, excepto de gemidos, ambos saiyajines eran muy precavidos y en lugar de gemir, mejor gruñían.—Wiss, ¿que rayos están haciendo ese par de idiotas?—preguntó Bills-sama que se encontraba en otra habitación acompañado de su ángel.
—Creo que... Están entrenando.—contestó el ángel dudando de sus propias palabras y algo exaltado.
Goku siguió aumentando el ritmo, quería ir más rápido y fuerte, así que se convirtió en súper saiyajin. Era algo que hace tiempo quería hacer, pero la terrícola de su esposa seguramente no lo soportaría, pero el saiyajin frente a él, aguantaba eso y hasta la fase Dios. Las estocadas siguieron y luego Goku se detuvo bruscamente cuando sintió el liquido espeso color blanco brotar a chorros de su glande. Volvió a su estado normal, con su cabello negro y alborotado y se recostó a un lado del pequeño. Ambos tenían sus respiraciones agitadas y sus musculosos cuerpos empapados en sudor.
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Y otra cosa, ¿si les está gustando la historia? Es que veo como 15 leídas y muy pocos votos, jaja :c
Ah y también ayudenme comentando si hay algún error, por que no lo he revisado.
Es todo un reto escribir esto cuando estás en compañía de toda tu familia... 😅
Bueno bye, que tengan un excelente día. :*
¡Gracias por leer!♥
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Somos rivales - Kakavege.
FanficBills, el Dios de la destrucción, me preguntó que cual era mi relación con Kakarotto. No sabía que responder, para ser sincero, ya no lo veo como un enemigo, pero tampoco como un amigo... "Somos rivales" eso le respondí. Pero es tan extraño, comien...