IV: No hay ningún tú y ningún él; por lo que no hay ningún nosotros

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Eran las 3 de la mañana y piedritas sonaban al golpear el cristal de la ventana de la joven Gala Engstrom. La chica estaba dormida y tapada por encima de los hombros con una sabana. Afuera estaban bajando del cielo pequeñas gotitas de agua, no estaba lloviendo, pero esas gotitas advertían una fuerte lluvia que cancelaria las clases de la escuela de Derry al inundarse un par de calles y obstruir el paso a las instalaciones a ciertos alumnos.

Un piedra, un poco más grande que las anteriormente lanzadas contra la ventana, hizo un estruendoso ruido que logró abrir uno de los ojos de Gala. Frunció el ceño y se sentó en la cama. Había una pequeña grita de dos pulgadas en la ventana. Se paró y abrió la ventana para poder encontrarse con la alegre mirada de Patrick Hockstetter. Le dieron ganas de cerrar la ventana y volver a su cálida sabana, en su cálida cama y recuperar su cálido sueño, pero no podía porque no queria; sabe lo que le conviene y lo que no.

–Pensé que nunca ibas a despertar –Entró por la ventana y Gal fue enseguida a tomar el suéter que había en la silla junto al escritorio para ponerse y cubrir su pequeña pijama de tirantes– ¿Están tus padres? –Patrick empezó a revisar los cajones de la chica y a esculcar entre su armario sin buscar nada en particular, solo quería conocer la ropa y los delirios que tenia a los 17 y darse cuenta de lo mucho que ha cambiado respecto a gustos su pequeña niña.

Su pequeña niña. Suya. No podría ser de Victor Criss porque de alguna forma Gal se había vuelto suya y parte de él desde los 11 años; exactamente en la mañana del 13 de Junio.

–Sí, obviamente si –Patrick la miró con una sonrisa al oír ese tono desafiante y adormilado– Es lógico, la gente tiende a dormir en sus casas.

–Yo no pienso dormir en mi casa –un escalofrío recorrió desde el punto de la cadera que tocó Patrick hasta las orejas– Necesito que me escuches, tenemos que hablar.

Se fue a sentar en la parte del frente de la cama, Gal estaba parado frente a él, Patrick tenía una mirada seria y fija en ella, sus  manos estaban juntas hasta que Engstrom se acercó lo suficiente como para deslizar su mano por el medio de sus piernas y posarla en su pierna izquierda, poner la otra mano un poco más arriba de la otra y del otro lado de la misma pierna. Era un tacto sutil que advertía de cierta forma lo muy molesto que Patrick estaba con ella.

– Te vi con Victor y parece que ustedes dos se tienen mucha confianza –Su voz era suave y pausada– ¿Por qué?

–Me agrada –Y le tenía cariño, le preocupaba, pero no se lo iba a decir– Creo que... puede ser un buen amigo.

–¿Le dijiste sobre nosotros? –Quitó las manos de su pierna y señaló que se sentara junto a él– Oh, es que Victor es muy terco, tendrías que dejarle las cosas muy en claro.

(No te dejes abusar por Patrick)

–Me preocupas –Tomó su mano– No quiero que te pase nada malo, ni nos pase nada malo, no quiero que tengamos problemas.

Hablaba como si fueran pareja y como si Gal supiera que lo son. Sin pregunta, no hay relación; justo a eso fue a verla Patrick. Oh, por supuesto que no la quería compartir, pero sabia que existían limites con eso de exijir porque no eran nada. Con aquel gentil y amoroso gesto de Victor al defenderla de los pedrazos, le cayó como balde de agua fría, y se dio cuenta de como ella hacia todo por pánico y no exactamente por gusto.

Hubo un tiempo en el que Gala estaba enamorada de Patrick y Patrick estaba enamorado de Gala. Ni siquiera con la dichosa relación sexual que tuvieron fue que se terminó, sino que fue por lo muy estorboso y obsesionado que Hockstetter estaba con la chica. Gal aún sentía atracción a Patrick y por eso no era tanto ser forzada a quererlo, pero eso se estaba opacando con la entrada de Victor y los enojos de Richie. Eran grandes, sabían razonar. Sabían que no podían seguir sin ser nada y creerse algo. Patrick lo sabia y le pesaba.
 
Podría sonar de una forma errónea: ambos se aman, pero no están juntos por un asunto sin responder y sin razón en la memoria de la línea del tiempo del romance que tenían. No, no era eso. Era una joven que no entendía porqué sin motivo o razón, el chico solitario y aparentemente piromaniaco se había atrevido hablarle el día que su amado cocker se perdió. Vio lo lindo que era con ella. Después la violó. La atracción hacia Patrick, decayó, y la de él hacia la chica, aumento. La ansiedad aumentaba en Gal y decidía engañarse de vez en cuando, aceptó a Patrick más no lo quería del todo. Después se mudó. Ahora regresó.

It was only a kiss; Victor CrissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora