Nanjo/Ageha

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Del odio al amor hay un solo paso... O así decía cierto dicho popular.

Ageha era una persona demasiado selectiva, pues para él pocos merecían su trato y amabilidad. So fue su primer amigo en la academia, aquel tan particular pero que sin lugar a dudas era la persona más confiable que conocía; luego, Yuuta se ganó también su aprecio con su actitud positiva y transparente. Y así, como pocos le agradaban, un montón de personas le desagradaban... Incluido Nanjo Koki.

Nanjo era el típico "chico guapo popular" que siempre le generaba jaqueca a Ageha. Era de aquellos que creían que todo se resolvía con belleza y no con talento. Claro, eso pensaba Ageha de Nanjo cuando lo veía de lejos entre clases de la academia donde asistían. Y fue cuando comenzaron a entrenar juntos, para los papeles del tan aclamado musical Shadow & lights, que Ageha se dio cuenta que tal vez, sólo tal vez, se equivocaba...

Bien, Nanjo era efectivamente un pesado. Pero, eso sí, se había ganado su lugar a raíz de esfuerzo propio... Al igual que los veinticinco muchachos que trabajaban duro por conseguir un espacio sobre el gran escenario. Y eso, aunque no lo admitiera, sumaba puntos en Ageha.

Fue un día, cuando ensayaba junto a su grupo (básicamente, los líderes de los cinco equipos estrellas) que se percató que Nanjo era bastante paciente. Incluso siendo rivales (Ageha era muy arisco con ello, menos con Hoshitani por supuesto) Nanjo se tomaba la libertad de instruir y brindarle una mano a los otros... Como todo un líder modelo. Y eso de cierta forma le rabiaba a Ageha, porque no era el momento ni el lugar para presumir aquella habilidad. Por ello, se alejó y practicó a solas durante ese rato (Tenía la esperanza que Yuuta lo siguiera, pero no sucedió)

Nanjo, de alguna forma u otra, siempre buscaba entablar conversación con Ageha. Y este último sólo tenía ganas de ignorarlo, porque simplemente no se trataba de una persona importante para él. Pero Nanjo continuaba, nunca rindiéndose al igual que con el alcance de sus sueños, y Ageha se preguntó por primera vez desde que lo conocía: ¿Habría algo en él que de verdad le interese a alguien como Nanjo? Y, siempre tan directo y a veces fallando en el intento de guardarse lo que le molestaba, Ageha se lo preguntó de frente.

-Eres deslumbrante, como una pequeña estrella que se la arregla para resaltar sobre las demás en una oscura noche... Y no puedo apartar la mirada de ti.-

Y Ageha, no esperándose una declaración así, sólo se dio la vuelta y huyó como la persona valiente que era. Ese día descubrió, por su propia culpa, que Nanjo era muy sincero... Y cálido.

El gran día de la presentación del musical de Shadow & Lights llegó, trayendo consigo diversos inconvenientes que no se pudieron evitar a pesar de la alta organización que lograron implementar. Y, debido al accidente que sucedió con Hoshitani, Ageha salió a actuar... No era lo que él quería, no era el papel que había soñado obtener, pero lo que le hacía feliz era poder cubrir a su gran amigo y colaborar con que el show en el que tanto trabajaron continuara sin más problemas. Y cuando dejó el escenario, exhausto pero orgulloso de su acto, Nanjo lo recibió detrás del escenario con una pequeña sonrisa y algunos discretos aplausos, un gesto que expresaba claramente lo orgulloso y tocado que se sentía con su presentación. Esta vez, Ageha no pudo ignorarlo... En cambio, le devolvió la sonrisa.

-Dime, ¿Qué quieres?-

Era una noche de otoño, fresca debido a que la temperatura comenzaba a bajar poco a poco, cuando Ageha halló a Nanjo observándolo desde no muy lejos. Se encontraban en las afueras de los dormitorios, y Ageha recién regresaba de trotar un poco.

Sin decir alguna palabra Nanjo se le acercó, cauteloso, y Ageha le dio la espalda mas no se movió. Entonces, sintió un ligero peso sobre sus hombros y unos brazos rodear suavemente su cuello... Nanjo lo abrazaba, cuidadoso y protector.

-Espero que lo digas... Que digas que me quieres.-

En seguida Ageha negó con la cabeza, sin brusquedad, sintiendo como un remolido de sensaciones invadía su corazón... Sensaciones muy opuestas a las que hace poco tiempo Nanjo producía en él. Era impresionante lo mucho que las cosas podían cambiar.

-No importa, esperaré lo que sea necesario.-

Y luego de una risita, de verdad que lo estaba disfrutando, Nanjo selló aquella promesa con silencioso beso sobre el lóbulo de la oreja de Ageha, trayéndole a este último escalofríos y un sonrojo que no se iría en días, eso seguro. Satisfecho con ello, Nanjo lo dejó ir y se retiró perdiéndose en la oscuridad de la noche.

Una vez solo, Ageha pudo respirar... Bueno, más o menos. Todavía tenía mucho a lo que acostumbrarse, porque sin duda algo en él había cambiado con respecto a ese muchacho que no sólo era guapo y popular, sino también alguien muy paciente, sincero y afectuoso...

Pero, eso sí, Ageha no iba a darle el gusto de decir con palabras lo que tanto Nanjo quería escuchar... Al menos no todavía.

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Notas finales: Un poquito tarde, pero aquí está la historia número 10!! De esta parejita que se me hace bastante opuesta, pero a la vez muy compatibles. Esta historia me dio trabajo, porque muchas cosas se me ocurrieron pero nada me convencía... Al final, opté por lo que acaban de leer (nada parecido a todo lo que imaginé) e inspirada por cierta canción que me tiene obsesionada: Love Me Love Me de Winner (recomendadísima)

Bueno, ya estamos en la semana 10... 2 más y se acaba este invento raro mío jajajaja de verdad que estoy muy contenta, por haber llegado hasta aquí y recibir el apoyo de personitas tan bonitas... ¡Gracias! 

La siguiente historia... Apuesto lo que sea a que ninguno podrá si quiera acercarse a adivinar la pareja de la que será... ¡Esperenla! ;3

Como siempre, gracias por leer y si les gustó yo feliz de saberlo. 

¡Feliz mitad de semana! 

Sweet KissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora