Tengenji/N.Yuki

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-Buen trabajo, Tengenji Kakeru-sama.-

Tengenji no tuvo tiempo de borrar aquellas lagrimitas traviesas que descendían por sus mejillas a causa de cierto suceso emotivo de hace poco. Por suerte, no se trataba de cualquier persona...

-Realmente, ha sido increíble...-

La voz contraria se escuchó nuevamente, no permitiéndole a Tengenji soltar palabra alguna. Acto seguido, la persona recién llegada se acercó al de cabellos rojizos y tomó ambas mejillas para borrar las lágrimas que escaparon sin permiso.

Se quedaron en silencio, cómodo y reconfortante, disfrutando de ese ratito que se le fue concedido... Sólo ellos dos y nadie más, como tanto extrañaron.

Tengenji, como antiguo miembro del Kaokai, tomó la responsabilidad como ahora parte de los Ancient en entrenar e instruir a los actuales muchachos de segundo año... Preparando el clásico musical en el que él participó en su momento. Y sí que fue difícil, pudo comprender mejor que los Ancient de su época se enfrentaron a un gran reto al guiarlos en sus prácticas especiales...

Pero ya estaba, el musical se llevó a cabo con éxito llenando de satisfacción y orgullo a cada uno de los que participaron como mentores, incluido al mismísimo Tengenji. Aunque no terminó ahí, muchos de sus estudiantes (de los más complicados, a su parecer) se les acercaron para agradecerle infinitamente por sus enseñanzas y paciencia, pues gracias a su apoyo estos lograron alcanzar su meta en la presentación. Y eso fue demasiado para Tengenji que, aunque mostrándose firme en el momento, no pudo evitar llorar un poquito cuando estuvo a solas debido a lo conmovido que se hallaba su corazón.

Es que, ni con el pasar de los años, Tengenji abandonaba aquella sensibilidad que muchas veces buscaba esconder (a veces, sin éxito) que lo caracterizaba... Y Yuki amaba ver ese lado en él.

Minutos después, ya mejor, Tengenji regaló una sonrisa a su acompañante. Gesto que Yuki devolvió con el mismo cariño.

Incluso en la actualidad, a veces les parecía increíble la manera en que las cosas sucedieron entre ellos. Hace poco, como si fuera ayer, tenían ciertos roces inofensivos (que no desaparecieron, por cierto) y de a poco pasaron de "La hermana pequeña de su compañero" y de "El compañero de su hermano mayor" a una relación que iba mucho más profunda...

Se querían, se necesitaban, así que escucharon a su corazón y tomaron cartas en el asunto. Y todo salió bien, aunque el Nayuki mayor armó un drama del tamaño de una tragedia griega cuando se enteró... Pero bueno, poco a poco se fue acostumbrando.

Eso sí, no todo era precisamente color de rosas debido a sus múltiples ocupaciones a pesar de ser tan jóvenes. Tengenji en el teatro y otros escenarios, Yuki en sus estudios del último año de preparatoria... Eran pocos los ratos que tenían para compartir mutuamente, y por ello los aprovechaban al máximo.

Y ahora, con todo el ajetreo del musical acabado, se merecían un muy buen descanso.

-Vayamos a comer algo.-

De pronto, Tengenji propuso recordando su vacío estómago... Como pretexto también para pasar un poco más de tiempo con su chica.

-Por ahora debo terminar de ordenar los vestuarios- se excusó la muchacha, recordando de golpe todo el trabajo que aún tenía encima- Pero eso no significa que no podamos hacerlo más tarde, Kakeru-san.- y concluyó con un guiño, coqueta.

-Está bien, como tú digas.-

Con el tiempo, Tengenji aprendió (al menos de vez en cuando) a darle la razón a la de rosas cabellos... Sólo cediendo en ocasiones así. Además, le hacía feliz el gesto brillante que la chica tenía cuando sucedía.

-Será rápido, ya verás.- aseguró, motivada por concluir pronto y así asistir a su modesta cita que nació de repente.

-Esperaré todo lo que sea necesario...-

Y Tengenji cerró su promesa, siendo más significativa de lo que parecía, besando dulcemente la frente de Yuki, como un hasta pronto.

Aún eran jóvenes, tenían muchísimo por recorrer, y eran momentos como ese los que les daban fuerzas para afrontar lo que estaba por venir. 

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Notas finales: Aquí está, la penúltima historia de este modesto proyecto...

¿Habrían imaginado esta parejita? confieso que me gustan un montón, y no podía dejarlos fuera de esto!! Escribirlos aquí, aunque se me hizo un poco difícil, me agradó mucho y estoy satisfecha con el resultado.

Bueno, sólo queda una historia más y esto se acaba (siento que lo extrañaré demasiado) todavía no sé con exactitud qué haré, puesto que las parejas ya se me acabaron :( tal vez repita alguna, al azar, o me invente algo más especial... Vamos a ver qué sale.

¡Gracias por leer! y de verdad espero les haya agradado esto tan particular...

Ah, aprovecho para desearles una muy feliz navidad!! pásenla chevere. 

Sweet KissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora