Capitulo Dieciséis.

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Pov. Evan.

Miro con profundo odio a sus alumnos; los muy bastardos se hacían los inocentes pero Harry sabía que fueron ellos. No había duda alguna.

-¡Sé que fueron ustedes los ladrones de café!- chillo con frustración.

-¿De qué está hablando, profesor Evan?- se hacían los locos, Harry lo sabía, eran tan malos mentirosos.

-Voy a matarlos a todos, me importa un cuerno si voy a Azkaban por culpa de ustedes- murmuro con infinito desprecio.

-Adelante- respondieron todos con arrogancia.

Harry saco su varita y estaba a punto de exclamar un hechizo cuando la puerta de su salón se abrió y entro un sonriente Armando Dippet, seguido de un infeliz Albus Dumbledore y un alegre Horance Slughorn.

-¡Evan! ¡Mi buen muchacho!-dijo en voz alta el director de Hogwarts- ¿Interrumpo algo importante?

-Si.- murmuro de malas, sentándose con desgano en su escritorio.

-¿Oh?

-El profesor Evan estaba a punto de matarnos director- respondió una sonriente chica de Slytherin.

-Evan- dijo en tono de reproche- Ya te he dicho en varias ocasiones que tienes prohibido matar a los alumnos.

-¡Pero son ellos los que empiezan!- discutió con indignación el joven profesor.

-Pero esa no es razón para matar a tus estudiantes- respondió con cansancio.

-Se lo he dicho, pero es un completo cabezota- murmuro con indiferencia Alexis.

-¡Hey! ¡Más respeto mocoso!- chillo Evan- ¿Necesita algo profesor?- pregunto resignado; era Severus Snape con quien estaba discutiendo, si no lo logro como estudiante mucho menos lo hará como "Padre" (Aun no tenía claro qué demonios estaba pensando Magia o Destino para mandarle un "hijo" pero no se quejaría... no mucho)

-Bueno- suspiro el director, habían tenido esa conversación en múltiples ocasiones en el transcurso de las semanas- Tenemos una reunión, con todo el personal y cuerpo estudiantil, en el Gran Comedor. Pero el séptimo año de Slytherin y Gryffindor, junto con el profesor de Defensa, no aparecía y los elfos domésticos se negaban a buscarlo. Por esa razón me vi obligado a venir junto con los Jefes de Casa, solo por si acaso.

Harry escucho las risas para nada disimuladas de sus estúpidos alumnos y les lanzo una mirada moribunda, pero de repente se le ocurrió una idea; si un falso profesor diagonal-barra Mortifago pudo enseñar imperdonables en clase, aunque más por morbo que otra cosa, ¿Qué le impedía a el hacer lo mismo? Bueno, además de los padres y quizás una que otra persuasión de parte de Armando; pero nada lo suficientemente importante como para no considerar la idea.

Ñe, ya pediría un permiso en el Ministerio, con ayuda superior, obviamente.

-Ya escucharon al director, bola de desadaptados, ¡Al comedor!- gruño de malas.

-Si profesor Evan- exclamaron con burla todos al unísono y se fueron seguidos de los Jefes de Casas y el director.

-Y luego me preguntaban por qué odio a los alumnos- dijo un serio Severus.

-Estoy un poco tentado a pedir disculpas, muy poco a decir verdad, pero lo estoy- comento Evan mirando divertido al niño.

-Púdrete.

-Y ya se me pasaron las ganas...





Ángel de la Muerte.

Y he aquí algo de relleno para hacerlos felices (?)

¡Santa mierda! He estado desaparecida por mucho tiempo, si han leído Lovegood y el Yaoi sabrán la razón de eso, si no les explico. Yo soy una persona muy olvidadiza y por eso tengo un cuaderno pequeño en la que tengo la contraseña de todas mis cosas y ese cuaderno se me perdió :/

No me acordaba donde la había dejado y estaba a punto de crearme otro perfil en Wattpad (ya lo hice con Facebook) y volver a escribir los Fic's. Pero mi hermano la encontró, estaba en mi biblioteca -.-'

Pero ya empecé a escribir y dentro de poco subiré capítulos más largos, pero por el momento tengan este momento raro para compensar un poco la tardanza, si no me sentiría una mala persona.

Eso es todo, se despide una avergonzada Lady Rizos.

i. 

Ángel de la Muerte. (Tomarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora