"Nuevos amigos"

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"Todos se ríen de mí por ser diferente. Yo me río de todos por ser iguales".

-¿Te estaba molestando? -se notaba un poco molesta. ¿Por qué? ¿Por qué se preocupa por mi?

-No -trate de sonreír para que no se preocupara más, no me gusta causarle lástima a las personas, pero eso era lo único que provocaba, lástima.

-¡Amor!

Levanté mi vista y la pase por encima de los hombros de la chica y vi a un chico alto, de tes blanca, cabello largo y castaño, con ojos lindos y grandes.
Llegó y abrazó a la chica y le dio un tierno beso en la mejilla.

-Hola Chris -ella se giró para darle un corto beso en los labios.

Yo de mientras me quedé ahí parada admirando aquella escena tan linda, deseando que me pasara algo así con Joel, pero no tenía caso que soñara con algo tan imposible, que ni siquiera haciendo algún tipo de brujería se lograría.

-¿Cómo estás? -preguntó el chico con una enorme sonrisa, mirándola con tanta admiración.

-Estoy muy bien. Acabo de conocer a una amiga -dejó de mirarlo para después mirarme a mi.

¿Escuche bien? ¿Me llamó amiga?

-Su nombre es Esmeralda. Esme, oh espera, ¿Puedo llamarte así? -dijo un tanto preocupada y yo solo asentí, nunca nadie me llamaba de esa manera, pero me daba igual. -Esme, el es mi novio Christopher -el chico sonrió cuando fue mencionado.

-Un gusto -extendió su mano y yo solo sonreí y la estreché. -Alice y yo iremos a almorzar, ¿Quieres venir?

-No, gracias chicos -baje mi mirada.

-¿Por qué no? -cuestinó Alice.

-No quiero incomodarlos y hacer mal tercio. Vayan ustedes -nuevamente traté de mostrar una sonrisa.

A veces ni yo me entendía.
Me quejaba por estar sola y cuando  por fin llega alguien que quiere iniciar una amistad conmigo, termino por querer alejarme.
Pero eso es lo mejor, porque cuando se enteren que me corto, cuando sepan la mierda de persona que soy, terminarían por alejarse primero y al igual que los demás, pensarían que soy patética.

-Para nada. ¡Vamos! Sirve que hablamos y nos conocemos mejor -me tomó de mi brazo y me jaló para que fuera con ellos. Tuve que hacer un esfuerzo para no soltar un gemido de dolor, pues justamente me tomó donde había una herida "nueva" por así decirlo.

Llegamos a la cafetería y ellos fueron a pedir su comida, mientras yo me quedé a un costado a esperarlos, pues no compraría nada. No tengo dinero.

-¿No comerás nada? -preguntó Christopher sacándome de mis pensamientos.

-No tengo dinero -me quedé en silencio por un momento. -Pero de mientras iré a apartar una mesa -el asintió.

Cuando me di la vuelta busqué con la mirada alguna mesa vacía y la única que había era la que estaba a lado de donde se encontraba sentado Joel y toda la bola de sus estúpidos amigos y su hueca novia.

Di un suspiro largo y caminé hacia aquella mesa, preparándome mentalmente para que alguno de ellos me insultara o me arrojará algo cuando me vieran.
En cambio a eso, solo me ignoraron y siguieron hablando de quién sabe que.

Me senté y en mi mente comencé a procesar todo lo que me había pasado. ¿Es que en realidad estos chicos quieren iniciar una amistad conmigo?

¡No lo creo!

¿Quién querría acercarse a una chica horrible como yo? Con grandes ojeras, la piel pálida, una chica que no tiene un bonito cuerpo, una chica que tiene varias heridas en sus brazos, piernas y moretones en la cintura y el estómago.
Una chica que sufre de violencia física y emocional por parte del chico que le gusta y su estúpida novia.

Chica Suicida - Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora