Diecisiete Perritos 🐶

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Ambos fueron caminando por las frías calles mientras una corriente de aire le helaba hasta los huesos, aunque le distraía hablar con el castaño, que sin importar que diga, mantenía una bonita sonrisa reconfortándolo. Tal vez Dallon no era la única persona que podía sacar lo bueno de él.

─Está bien que estés enojado ─Habló el castaño borrando su sonrisa cuando una corriente lo despeinó ─Digo, cuando me lo cuentas tú hasta parece una tontería. Pero en realidad es más serio que eso. No puede "olvidar" que tiene una hija, un niño es mucha responsabilidad ─Llevó las manos a sus bolsillos ─Yo estaría igual que tú, o hasta lo hubiera golpeado ─Brendon lo miró asustado, no quería que golpearan a Dallon, había sido un imbécil, sí, pero no como para golpearlo ─No me malentiendas, no voy a golpearlo por ti. No es mi problema, es el tuyo.

─De todas formas yo no lo golpearía ─Ryan sonrió en dirección a él

─¿Por qué? ¿Porque eres flaco? ─Se acercó a él y tocó su vientre ─¿Porque no tienes fuerza? ─Tocó sus brazos ocacionandole cosquillas ─¿O porque aún no sabes usar la fuerza de tu frente? ─Tocó dos veces el lugar indicado, sacándole una risa

─¿La fuerza de mi frente?

─Sí. Debes tener poderes o algo ─Bromeó, haciendo reír al contrario ─Tal vez si lo golpeas con tu frente lo matas ─Brendon soltó una risa, un poco más alta para seguir caminando, aunque no tenia ni idea de a donde iba

─¿Y cual es tu poder, eh? ¿Derretirlos con tus ojos de perrito? ─Ryan rió

─¿Te refieres a esta cara? ─Hizo puchero y de alguna forma logró que sus ojos se empaparan. Era bueno, muy bueno. ─No, mi poder está en otro lado

─¿Ah sí? ¿Donde? ─El avellana sonrió alzando las cejas. ─Oh eres un puerco ─Soltó, haciendo al castaño reír

─¿Qué? Con mis embestidas libero todo mi poder ─Rió

─¡Cállate! Eso es asqueroso

─No lo es, es una necesidad humana

─No retiro lo dicho

─Yo si, quise decir. "Con mis embestidas, liberando mi poder se los entrego" ─Soltó una carcajada

─¡Cállate Ryan! ─Chilló mientras el castaño se partía de risa

Tal vez apresuró las cosas. Y realmente no necesitaba de Dallon para ser feliz.

...

─La cagué ─El ojiazul entró a su casa cerrando de un portazo. Las lágrimas en sus ojos y el rastro sobre sus mejilla, (sumándole la voz quebrada y el increíble enojo que emanaba) le dieron a su hermana un motivo para levantarse del sofá y pararse frente a él preocupada

─Hey, ¿Que ocurrió baby bear? ─Lo observó, con preocupación pero evitando las ganas de abrazarlo. Dallon odiaba que lo abrazaran mientras lloraba, eso empeoraba las cosas

─La cagué. ─Repitió mientras escondía la cara entre sus manos. ─Brendon terminó conmigo

─¿¡Qué!? ─Preguntó extrañada y horrorizada ─¿No te parece muy prematuro para terminar contigo? Digo ni siquiera llevaban una semana

─¿¡Y eso que importa Debbie!? ─Gritó destapándose la cara, dejando a la vista sus ojos rojos y labios secos. Su hermana brincó del susto. ─Solo dios sabe que lo amé desde que tengo memoria y hoy la embarre tan adentro que dudo que alguna vez me perdone.

─¿Pero que diablos hiciste?

─Le oculte sobre Amelie ─Confesó, soltando más lágrimas ─Breezy llegó a la escuela y... no lo sé, me pidió que regresáramos pero le dije que no y... al parecer Brendon estaba escuchando todo. Soy un maldito. ─Se apoyó contra la puerta y se dejó resbalar hasta estar completamente en el piso.

─A ver dime algo, ¿Te tragaste una novela melodramática cuando eras niño y ahora la estás cagando?

─Debbie..

─No, en serio. ─Se sentó junto a él, mirándolo con cariño ─Dallon, eres un tesoro, estudias, antes trabajabas, tienes tu propia casa, 20 perritos y eres un increíble padre, ¿En verdad necesitas a Brendon en tu vida? Sé que lo quieres, pero es un tesoro que conlleva responsabilidades y conseguirlo es más difícil que cuidarlo. Más que 20 cachorros.

─Le prometí a su madre que cuidaría de él ─Aclaró, devolviendo su mirada

─Y yo le prometí a mamá y papá que cuidaría de ti. Sin importar que suceda ─Suspiró, apretando las mangas de su suéter ─Y esto te está lastimando Dall, no eres de hierro. Por primera vez deberías seguir mi consejo y dejarlo ir. Tal vez no era para ti y conoces el dicho "Si amas algo, déjalo ir. Si regresa, es tuyo. Pero si no lo hace, nunca lo fue"

─El problema es que se pierda cuando regrese ─Susurró, mirando hacia las escaleras

─¿Que te hace pensar que lo hará? ─El ojiazul volteó, encontrándose con unos ojos iguales a los suyos

─Porque es mío, hasta cuando no lo sabía.

[...]

Una semana, ¡Una jodida semana pasó y aún no sabe nada de Brendon! Sentía que podía llegar a comerse los codos de los nervios, mas que los exámenes finales se acercaban, los perritos estaban inquietos y Debbie no dejaba de intentarle subir el animo, lo que lo empeoraba todo.

Jamás había estado tanto tiempo separado de Brendon, (Claro que el pelinegro no lo sabía) y joder, se sentía horrible. Lo extrañaba, a horrores. Y nada lo podía calmar. Ni si quiera en vacaciones había dejado de verlo, se las arreglaba pasando por su casa sin que este lo supiese.

Y por más que no lo dijera, que se guardara todo para él mismo, ya que no quería molestar a su hermana, ella lo notaba, sabía que todo esto era por cierto pelinegro frentón.

─Dallon, ¿No me estás oyendo? ─Preguntó su hermana, con Penny en brazos. Mientras el más alto intentaba resumir un libro de psicología.

─¡No, Debbie! ─Gritó, con enojo ─Intento resumir esta mierda y tu estas molestando, ¿Quieres irte de una maldita vez a tu casa y dejarme de joder los huevos? ─Volvió a gritar, ocasionando que los cachorros detuvieran sus ladridos y travesuras por unos minutos, con miedo.

─¡Dallon! ─Le reprochó, suspirando luego, con frustración ─Te juro que intento hacerlo todo porque estés bien pero no me dejas ayudarte. Te encierras en tu enojo y no dejas que te de una mano..

─¡No quiero una jodida mano! ─ Volvió a gritar, ocasionando que su voz se quebrara ─Solo quiero a Brendon ─Lo soltó, soltó aquella cosa que lo presionaba junto con un par de lágrimas, contagiando a su hermana la tristeza

─Ay Dall... no llores ─Que irónico. Lo dijo mientras comenzaba a llorar de igual forma. ─Él aparecerá, ¿Recuerdas a Max? ─El ojiazul la observó sin comprender

─¿Tu gato? ─Ella asintió ─¿Estás comparando a Brendon con un gato? Ni que fuera Macri.

─No, a ver. Mi punto es que volverá, porque las cosas buenas pueden volver a suceder, y Brendon es de esas cosas buenas, buenas para ti ─Ella sonrió ─Joder, jamás te había visto sonreír de esa forma hasta que él llegó. Y el volverá, lo prometo.

Y Dallon decidió creerle.

Dedicado a Starr_Dust con todo love



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⏰ Última actualización: Apr 21, 2020 ⏰

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