❝Freddy perdió gravemente la memoria.
Pero Chica aún estaría para él.❞
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🎶N o s e a c e p t a n c o p i a s n i
a d a p t a c i o n e s .
🎶H e c h o p o r s h i p p e r p a r a s h i p p e r s ( ? ) .
-Debido a la estadía del joven, éste estaría ausente junto a usted, su acompañante, temporalmente. -aclaró el profesor reposado en su escritorio, dirigiendo su mirada hacia la de orbes lila. -¿Está conforme, señorita?
-Sísísí, profe. ¡No se preocupe! -próximo observó al castaño que estaba a su lado. -¡Vamos, Freddy! -le sonrió.
Apenas salieron del aula, los tres chicos de su banda los recibieron con algo de inconformidad.
-¿Y qué te dijo? -cuestionó el muchacho de ojos carmesí, con su típico tono de voz suave y curiosidad.
-Dice que Freddy y yo estaremos ausentes hasta que él mejore, ¡y no nos tomarán la falta! -respondió emocionada la de terminaciones verdes, saltando alrededor del castaño, quien a su vez, reía, sin saber el por qué.
-¡Wo-joh! -emitió el pelirrojo, orgulloso. -¡Vaya que tienes suerte, Chica! De haber sabido que le cancelarían las clases a aquél que lo cuide, lo hubiera aceptado con mucho gusto.
-Fox, esto no se trata sólo de faltar a la escuela. -mencionó cierto rubio de ojos grisáceos, con tono de obviedad. -Es un cargo muy importante que conlleva gran responsabilidad. No debe ser sólo una excusa para no venir.
-Pff, qué aburrido eres. -murmuró rodando sus orbes ámbar, haciendo buzar al chico.
-Chica, si tienes problemas con Freddy, no dudes en llamarme, yo con gusto te ayudaré. -ofreció con una cálida sonrisa el rubio.
-Oh, ¡no hace falta! Yo puedo controlar a Freddy con mi cuenta. Pero por si acaso, te llamo. -dirigió sus ojos amatistas hacia el ojiceleste. -¡Volvamos a casa, Freddy! ¡Los veo luego, chicos!~ -exclamó a la lejanía.
-¡Adiós! -se despidieron al unísono.
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-Y bien, ¿quieres jugar a algo, Freddy? -dijo divertida la más baja, pero a pesar de ésto, el chico la observó confuso y apenado, lo cual le extraño bastante. -¿Hm? ¿Qué sucede?
-¿A qué se referían con "hasta que él mejore"? ¿Qué quizo decir ese señor? -preguntó mirando seriamente a la rubia, dejándola algo tensa.
-U-uh... ¡a nada! ¡Juguemos a algo, anda!~ -suplicó la menor, empujando ligeramente el hombro del chico.
-Pero yo-- -la chica estimuló el rostro de un cachorro, conmoviendo al mayor. -Está bien... ¡juguemos a los chefs! ¡Yo seré Linguini! -se apuntó a sí mismo, sonriente.
-¡Yo soy la Ratattouille! -dijo del mismo modo la pequeña, ansiosa, y olvidando completamente la conversación anterior. -¡Vayamos a la cocina!
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. -P-pensándolo mejor... cocinaré yo sola, hehe... -dijo admirando el interior quemado del horno y las llamas de fuego que desprendían.
-Eso es una buena opción... -continuó el castaño, traumatizado.
