Capitulo 2

17 0 0
                                    

Mientras la timidez me consumía por dentro y aguardaba aquel día en el cual esperaba una señal, un momento, esperando una señal del cielo, pues en mis pensamientos estaba que siempre era el hombre quien debía dar el primer paso, debía ser el, yo solo esperaba, no haría nada, o eso era lo pensaba en su momento cuando mi mente estaba encendida y mi corazón no se había detenido a reaccionar que ese sueño de 1,75, piel blanca, ojos cafés y cabello tan negro como la noche, estaba causando poco a poco algo tan especial, y no iba a aguantar las ganas que cada noche mientras estaba en mi habitación me consumía, era algo de no creer, pensaba que era algo absurdo, así que dejaba mis malditos pensamientos en paz y trataba de conciliar el sueño, así era día a día.
A la mañana siguiente de mi cotidiana y desabrida vida, estaba imaginando lo tan bueno que sería tener un novio o algo, pues para la edad que tenía (20) aún no había conocido el amor, ese que te hace palpitar el corazón y que te hace soñar en tantas cosas, era increíble que yo esté pensando en eso, pues lo mío eran las fiestas, la música el alcohol, nada que otro joven no quisiera tener en la vida, o no quisiera disfrutar cuando es joven.

Cuando algo se rompe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora