A FLOR DE PIEL

2.1

Nota de la autora

He tomado a bien poner algunas siglas para que las cosas sean más fáciles de entender durante la lectura aunque dichas siglas  no son oficiales internacionalmente hablando.

1. DPD: Departamento de Personas Desaparecidas
2. DECV: Departamento Especial  de Crímenes Violentos.
3. PNC: Policía Nacional De Corea del Sur.
4. FGRC: Fiscalía General de la República de Corea.
5. CHHA: Cadena de Hoteles Hong y Asociados
6. SNF: Servicio Nacional Forense

Pd: disculpen mi tardanza pero estuve delicada de salud en estos días. Disfruten. ^^

20 de junio, 2016, 08:30 AM, estación de policía de Seúl, Departamento Especial de Crímenes Violentos.

Baek Ji Woo sostenía dos pares de carpetas color marrón cuando vio que su jefe entraba por la puerta principal. Venía con cara agria y aventando una que otra cosa en su camino. El chico policía vio como su superior lanzaba una que otra maldición sobre el médico forense y cuando cruzó miradas con el joven, empezó a caminar hacia su dirección. Ji Woo tragó muy duro y se preparó para lo peor. ¿Qué habré hecho mal yo, Señor? Pensaba en su mente.
─ Novato, el próximo informe forense lo entregas tú, ¿de acuerdo? ─le gruñó. El muchacho sólo asintió, y con temor, le entregó las carpetas que tenía en la mano.
─ Aquí está lo que me pidió antes, señor.
─ ¿Incluyendo la información de las otras víctimas? ─inquirió ya más tranquilo.
─ Incluyendo esas chicas y otra más que fue reportada hace poco.
─ ¿Otra víctima más? Por Dios, este retorcido mental va con todo ─exasperó el jefe Choi.
─ Ya los reuní a todos, Do Hwan ─llegó diciendo la mano derecha de DECV, Ji Hyun.
─ ¿Está allí Chang Sung-nim (21)? ─preguntó por el representante de personas desaparecidas. El súbdito contestó con afirmación.
─ También está nuestro analista Ji Hoon y el psiquiatra Seo Min ─agregó Ji Hyun.
─ Muy bien. Entonces, vamos ─empezó a caminar y detrás de él iban sus otros dos subordinados, pero de pronto se detuvo y se dirigió al policía joven:
─ Novato, ve a traernos café y los sirves ─estableció el jefe Choi.
─ Sí, señor ─respondió Ji Woo. El chico se apresuró lo más que pudo para no poder perderse de la reunión, su primera reunión con un caso. Fue donde estaba la cafetera y empezó a servir el primero.
─ Hey, novato ─le susurró alguien al oído. El joven se sobresaltó al escuchar la voz y casi derramaba café en sus pantalones.
─ ¡Noona, por Dios! Me has dado un susto de muerte ─gruñó.
─ Mianhe (22), no sabía que fueras tan torpe.
─ Sólo porque no tengo mucho tiempo para hablar contigo te perdono. Necesito hacer esos cafés lo más pronto posible para la reunión.
─ ¿No vas a estar allí entonces?
─ Claro que sí. Sólo que como soy nuevo...
─ Yo sólo llevo dos semanas más que tú, pero nunca me dijeron que llevara café. No seas bobo, Ji Woo. Sé fuerte y un poco rebelde.
─ No puedo ─susurró él.
─ De acuerdo. Entonces, apura tus manos. Nos vemos en la reunión ─le dijo mientras tomaba dos vasos de café─. Te ayudaré con el mío y el de alguien más. Himneyo! (23)
─ ¡Gracias, noona! ─exclamó contento. Ji Woo terminó de llenar los siete vasos de café que restaban y colocó seis en la bandeja porque no le cabían todos.
─ ¿Necesitas ayuda? ─llegó diciendo alguien a su lado. Baek Ji Woo se giró con cuidado y vio a uno de los investigadores del departamento de personas desaparecidas. Era el teniente Ja Hyun Yeol. El joven novato se le quedó viendo un rato sin entender, pero después asintió con lentitud.
─ Por favor, teniente.
─ Entonces me llevo el mío, novato ─le comentó con amabilidad. Yeol sin decir una palabra más, se marchó. Ji Woo le siguió y entró a la sala de reuniones.
─ Por fin vienes, novato ─farfulló su jefe. El chico no respondió nada y empezó a servir los cafés. Cuando terminó de hacerlo, todos ya estaban sentados a la mesa mas el teniente Ja Hyun Yeol no. Él se posicionó frente a la pantalla blanca donde el reflejo de cuatro mujeres extranjeras estaban.
─ ¡Su atención, por favor! ─dijo el sunbaenim de Yeol, Chang Sung, al ver que algunos todavía seguían charlando. Todos se callaron y vieron hacia donde estaba el teniente Ja.
─ Desde hace tres meses, estas personas empezaron a desaparecer ─empezó a explicar el joven teniente─. La primera chica desapareció el 17 de abril a las ocho horas de la mañana. Ella es Adriana Eunice Herrera, chilena, 23 años, soltera y estudiante universitaria de artes. Sus características físicas son: 1.65m de altura, cuerpo esbelto, cabello largo, liso y castaño claro, ojos color café, piel trigeña y 47kg de peso. Desapareció después de instalarse en un hotel. Provenía de familia rica y andaba visitando el país por turismo y por un concierto de su grupo favorito: GOT7. Sus padres esperaban buenas noticias de su hija, pero su temor era que ella se hubiera escapado con algún coreano por ser una fanática.
─ Qué ridículo ─bufó Hae Kyung. Todos la miraron raro, pero ella hizo caso omiso a las miradas y siguió viendo a Yeol.
─ Su familia ya ha sido informada de haber sido encontrada mas no se le ha dicho nada respecto a su muerte ─informó el teniente.
─ Okay, dejemos que Seo Min se encargue de decirles.
─ ¿Es en serio? ─bufó la teniente Yoo Ni.
─ Teniente, ¿quieres decírselo tú? ─sugirió el jefe Choi. Ella rodó sus ojos sin decir nada y fijó su vista al frente.
─ Continúe, teniente Hyun Yeol ─le instó su jefe.
─ Segunda víctima: Ana Melissa Rodríguez, mexicana, 25 años, soltera, instructora de taekwondo, 1.70m de altura, 50kg de peso; cabello largo, ondulado y color castaño oscuro, ojos café claro, piel blanca pero bronceada y de cuerpo curvilíneo. Venía al país por una capacitación de mejoramiento para su academia de Taekwondo, pero desapareció al día siguiente durante la ida hacia el lugar de la capacitación. La fecha es 10 de mayo y fue vista hasta las nueve de la mañana dentro del hotel. No se le vio salir ni entrar después de eso.
─ Tercera víctima: Julliete Abigail McCartney,  Inglesa, 27 años, casada con un americano dueño de una empresa multinacional en Inglaterra y representante de bienes y raíces. Mide 1.67m; su cabello es largo, liso y negro, ojos color azul, piel blanca, cuerpo delgado y con 46kg de peso. Venía por negocios y ella también se instaló en el hotel y desapareció cuando salió a visitar a la persona con la que iba a negociar. Último día en el que fue visto: 23 de mayo a las  seis de la tarde.
─ ¿Alguna de ellas ya había venido a Corea o se conocían entre sí? ─preguntó con curiosidad el jefe Choi.
─ Ninguna tiene relación con la otra ─contestó el teniente Yeol─. Sólo hay una cosa que les une a dos de ellas hasta cierto punto: el hotel donde se hospedaban la uno y la tres.
─ ¿Qué hotel? ─preguntó Ji Hyun.
─ Son de la cadena de hoteles Hong, pero aún así, son hoteles diferentes. Un hotel era de Seúl y el otro hotel es de Incheon.
─ Entonces no hay relación entre los hoteles. No es el mismo. La distancia tampoco ─comentó el representante de Personas Desaparecidas.
─ Eso es lo raro ─expresó Ji Hoon─. Estas mujeres no tienen nada en común. Todas son extranjeras y países diferentes. ¿Será que este asesino habrá viajado a esos países?
─ Puede ser una variable a tomar ─apuntó Choi Do Hwan.
─ Ahora, les hablaré de la última víctima que desapareció ayer ─expuso Hyun Yeol─. Su nombre es Wendy Cristales, mexicana con residencia en Los Estados Unidos, cirujano en el área de reconstrucción, 29 años, soltera, 1.69m altura, 48kg. Venía a una convención de doctores sobre cirugía plástica, pero ella nunca llegó al hotel. Al parecer este caso fue diferente porque las otras tres chicas sí llegaron al hotel.
─ Qué extraño ─musitó Ji Hoon─. ¿Estaremos hablando del mismo caso o es un cambio de patrón?
─ Quiero informar, que de cada 10 turistas que se desaparecen, 9 siempre se han hallado como perdidos por la ciudad ─declaró el teniente Yeol─. Quizás han ido a visitar a algún lado y luego se pierden. Se encuentran a las pocas horas o máximo un día, pero estas tres chicas llevan perdidas más de dos días. Se incluyó esta última porque después de haber analizado las otras tres, ella ya lleva más de veinticinco horas desaparecida.
─ Los turistas siempre buscan ayuda para regresar a sus destinos, pero ella no lo ha hecho desde que desapareció, entonces se tomó a bien incluirla en el caso ─aclaró el jefe de departamento de personas desaparecidas (DPD).
─ Muy bien. Entonces hay que hacer un resumen y comparar cada perfil. Vean qué tienen en común ─habló el jefe Choi─. Se ha decidido trabajar junto al DPD para poder investigar más a fondo, y por eso los tenemos a ellos dos como ayudantes. Más adelante, nosotros nueve nos vamos a dividir en dos equipos: un equipo se quedará aquí investigando y otro equipo se irá con el fiscal Lee en la FGRC para resolver el caso. Yo voy a dirigir  un equipo y el fiscal otro. No obstante, por el momento, todos trabajaremos juntos, algeseoyo (24)?
─ Sí, señor ─contestaron al unísono.
─ Entonces, escuchen. Equipo 1: Mi persona, Detective Ji Hoon, Representante Chang Sung, Cap. Ji Hyun y Teniente Yoo Ni están a mi cargo uniendo pistas y analizando el caso. El policía novato Baek va a trabajar con el teniente Yeol. Se van a encargar de recolectar y ver todos los CCTV alrededor de las víctimas y la escena del crimen.
─ Sí, jefe ─contestaron ambos.
─ La policía Hae Kyung con el psiquiatra Seo Min van a entrevistar a todas las personas relacionadas con el caso y ver a detalles si sus testimonios son creíbles o no. Empiecen por preguntar en los hoteles donde las chicas se hospedaban.
─ Sí, señor ─respondieron con seriedad.
─ Recuerden que este caso es muy delicado y se debe ser lo más discreto posible para no alertar a los medios ni a los turistas que visitan el país ─enfatizó el representante del DPD.
─ Neh! ─respondieron todos.
─ ¡Okay, todos a trabajar! ─dijo el jefe Choi moviéndose de su lugar y haciendo que todos se movieran de sus asientos y se pusieran a trabajar cada quién con su área.
─ Jefe Choi, ¿va a ir a la oficina del fiscal Lee? ─preguntó el representante del DPD.
─ Así es. Te dejo a cargo a los demás, nos vemos ─le informó mientras dejaba el salón y se encaminaba hacia la salida de la estación.