A FLOR DE PIEL

2.2

Después de un largo tiempo de ausencia, estoy de regreso. ^.^ ¡Disfruten el capítulo!

20 de junio, 2017, 8:20 AM, Hotel Hong World, Seoul, Corea

El movimiento dentro del hotel estaba un poco alborotado debido a la llegada del hermano menor del CEO. Todos estaban nerviosos porque cada vez que él llegaba, era para supervisar la administración del hotel. A pesar de ser muy joven y ser sólo un estudiante que estaba en sus 18, él había tomado el papel de vice-presidente mientras que su hermano mayor tomaba el rol de CEO, jefe absoluto de la compañía, y su madre había quedado como la presidenta de la Junta de Directores. No obstante, era raro tener la visita de la presidenta, mas el chico menor aparecía una o dos veces a la semana y cuando menos se lo esperaban. Hong Jae Jung cruzó las puertas principales del hotel y allí lo recibieron varias personas que lo saludaron con reverencia.
─ Buenos días, Hong depyo-nim (31) ─saludó el secretario personal del CEO.
─ Hyungnim ─contestó el otro alegre de verlo.
─ Su hermano quiere verlo ─informó serio.
─ Chegayo?(32) ─preguntó fingiendo asombro.
─ Neh, por aquí, por favor ─le pidió indicando el camino. Él empezó a caminar con elegancia mientras todas las personas veían cómo avanzaba por aquel lugar lujoso. Cuando subieron a un ascensor privado de la compañía, otro joven se les unió. Este chico era muy atractivo, con mirada egocéntrica y coqueta pero con maquillaje y ropas extravagantes.
─ ¿Por qué abordas el ascensor con nosotros, Min Hwan? ─ inquirió el secretario.
─ Déjalo ser ─comentó Jung.
─ Voy a renovar contrato con tu hermano, Jungki-ia.
─ No me digas así ─respondió un poco molesto el otro.
─ ¿Ue? (33) ¿Sólo tu hyung puede decirte así? ─inquirió divertido.
─ Deja de ser tan molesto y cierra la boca ─amenazó el secretario. El chico sólo se encogió de hombros y se recargó contra la pared del ascensor.
─ Tu hermano fue el que me pidió que me viniera por aquí ─comentó despreocupado.
─ Aún así, no soy tu amigo para que me trates así ─refutó el joven representante.
─ Entiendo. Lo siento. My mistake ─contestó de mala gana. El silencio reinó durante el resto del trayecto y al abrirse las puertas del ascensor, el joven modelo salió primero sin despedirse y se fue caminando hacia el lado izquierdo donde estaba la oficina del CEO.
─ ¿Deberíamos cambiar modelo a una mujer? ─preguntó el secretario.
─ No es necesario. Vamos donde hyung ─pidió. El secretario asintió y lo escoltó hasta la puerta de vidrio que se abría automáticamente.
─ Bienvenido, Jungki ─dijo su hermano mayor. El vicepresidente sonrió y fue a abrazar a su hermano, pero al ver al modelo al otro extremo, lo hizo con brevedad.
─ ¿Por qué no lo atiendes a él primero y luego me cuentas lo que nos concierne? ─preguntó Jung.
─ Tienes razón. Min Hwan, ven acá. Toma asiento aquí junto al vicepresidente ─exclamó el CEO. El joven obedeció al mandato, pero aquella sonrisa de hiena nadie se la quitaba. Verlo así, al secretario le daba tics en sus ojos y quería ir a darle un puñetazo en la cara. Sin embargo, los hermanos Hong lo veían con mucha más tranquilidad y juntos hicieron el acuerdo sobre el nuevo contrato.
─ Sólo quisiera agregar algo ─dijo el modelo.
─ Dinos, por favor ─pidió el CEO.
─ Quisiera salir un poco más temprano de mi horario ─habló con seriedad por primera vez.
─ ¿A qué se debe eso? ─preguntó el vicepresidente también con semblante serio.
─ Como ustedes saben, estoy recibiendo tratamiento sobre mi estado de salud después de aquella operación. En vez de agregarlo a mi agenda e ir cuando tenga libre, quisiera tomar parte de mi última hora para ir ─explicó el joven modelo. El CEO sonrió y asintió con sinceridad.
─ Entonces que el horario se quede igual, pero puedes retirarte una hora antes para ir al médico.
─ Se lo agradezco, huechang-nim (34) ─dijo el modelo con agradecimiento. Se paró y estrechó la mano del CEO. El vicepresidente sólo lo vio con una sonrisa un tanto forzada y lo dejaron ir. Cuando estuvieron solos los dos hermanos y el secretario, todos se sentaron en los sillones cerca del escritorio y pusieron caras serias.
─ ¿Vieron las noticias en la mañana? ─preguntó el CEO.
─ Neh, huechangnim ─respondió el secretario.
─ Yo no ─respondió el otro─. Estaba ocupado en esos momentos.
─ Nuestro proyecto social se está volviendo viral justo como pensabas, dongseng ─exclamó contento.
─ Claro. Por eso, debería tomar más en cuenta mi inteligencia, hyung ─replicó orgulloso.
─ Pero no fue por eso que te llamé de emergencia a última hora ─dijo más serio su hermano.
─ Me lo imaginé. Me sorprendió que me pidiera venir a la empresa cuando sabe que tengo que ir a estudiar, hyung. A uri (35) Min no le gustó cuando le dije que venía para acá.
─ Lo sé, pero al parecer, se nos ha dado un problema en la empresa y quiero que todo en este lugar  se encuentre en perfectas condiciones antes que algo pase ─comentó su hermano.
─ ¿Qué problema? ─preguntó curioso.
─ Hoy nos llamaron unos policías que piensan venir a investigar un caso sobre la desaparición de una extranjera aquí en el hotel hace unos meses ─informó el director general─, y me preocupa que los empleados se lo tomen a mal. Por eso estás aquí, para tomar el control de ello. Mi secretario los va a recibir, pero tú tienes que hacerte cargo de que los empleados no anden con chismes ni nada, ¿algeseo?
─ Araseoyo, hyung ─replicó el chico─. Déjalo en mis manos.
─ Secretario Do, ya sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad?
─ Sí, señor.
─ Muy bien, manos a la obra ─finalizó el CEO.
─ Ahorita mismo me encargo de todo. Huechang-nim, depyo-nim, no se preocupen. Déjenlo en mis manos ─ dijo el secretario quién se inclinó con respeto para luego dejar la oficina.
─ Antes de que te vayas tú también, Jungki. Quiero preguntarte algo.
─ Dime, hyung.
─ ¿Tienes alguna relación íntima con Min? ─le preguntó serio.
─ ¿Qué? ─preguntó atónito y con la cara roja─. ¡Annya (36), hyung! Ella es como mi hermana.
─ ¿Y por qué he visto condones en la gaveta de tu oficina? ¿Quién más te visita a parte de ella? ─le preguntó serio.
─ Ash, Min no quería que supieras sobre esto, hyung ─expuso un poco tímido─. Le avergüenza exponer nuestra relación en público porque piensa que nuestras madres y tú saldrán dolidos.
─ Eso es lo de menos, Jungki. Entiendo eso, pero dime que no estás con ella sólo para pasarla.
─ No, hyung. La amo demasiado como para lastimarla.
─ Okay, entiendo. Entonces hay que establecer bien la relación y decirle a nuestras madres ─expuso su hyung.
─ ¿Qué? ¡No! Deja que le pregunte primero a ver que dice. Sabes que es muy tímida ─le recordó.
─ Te daré una semana para que hables con ella. Si en verdad fuera tímida, no se habría acostado contigo ─dijo con seriedad. Su hermano menor asintió un poco avergonzado, y luego se levantó de su lugar.
─ Gracias, hyung. Aunque ella no es tímida conmigo con los demás sí ─ dijo lo último en un susurro para que su hermano no escuchara. Luego, inclinó su cabeza y dejó la habitación.
─ Par de traviesos enamorados. Sabía que algún día iban a terminar así ─dijo con alegría el CEO. Luego de eso, se puso a revisar carpetas de proyectos futuros para la empresa mientras confiaba en sus hermanos (porque para él, su secretario también era como su hermano) para hacer el trabajo bien y con éxito.