Primera mirada.

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A Victor le encantaba escuchar a Yuri reír; amaba como sus ojos se cerraban un poco al hacerlo y como su semblante se alumbraba, amaba cuando su risa pasaba de ser la más musical a ser la más nasal que hubiese oído, incluso amaba como éste le daba pequeños manotazos en su brazo intentando conseguir un poco de aire. Sin embargo, lo que más adoraba era escucharlo decir entre risas y jadeos:

—Oh joder, cuánto te amo —para volver a reír con ganas.

Podía pasar horas escuchándolo y viendo hacer tiernos gestos.

Esperó pacientemente, con una sonrisa en sus labios, a que Yuri terminara de reír. El nipón tenía sus ojos acompañados de pequeñas lágrimas, además sus mejillas coloreadas de un adorable rosa.

—¿Ya? —preguntó intentando poner una expresión seria, pero no le era posible. No cuando Yuri seguía sonriendo de aquella dulce manera.

—Ya, ya —dijo soltando un suspiro, aunque dejó escapar una risita.

El ruso acunó aquel rostro angelical entre sus manos, dejó un suave beso en la punta de la respingada nariz para posteriormente besar con delicadeza esos delgados labios que le volvían loco. Sintió una enorme felicidad invadir su cuerpo cuando Yuri no tardó en devolverle el beso con la misma delicadeza que él.

Al separarse lo primero que vió fueron esos orbes cálidos en los que tanto se perdía. Dejó pequeños besos por el rostro del nipón.

—Victor, basta cariño —decía entre risas.

Estaba dispuesto a seguir cuando se dio cuenta que una pareja heterosexual los veía desde la distancia con claras expresiones de desagrado, entre ellos hablaban sin apartar su mirada y manteniendo esos duros semblantes.

El peliplata se separó e incluso se puso de pie para ir hasta donde ellos, pero Yuri lo detuvo, poniendo una mano sobre su pecho pidiéndole en voz baja que no hiciera nada y que lo mejor sería irse,  Victor aceptó a regañadientes.

No lo diría en voz alta, pero esas miradas le dolían, aunque por fuera demostrara lo contrario. Temía recibir esas miradas eternamente y que no pudiese hacer nada para cambiarlas. 

Eterno |Victuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora