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Lev no apareció en ningún momento de la practica, yaku sólo a unos minutos de acabar el entrenamiento, eso le preocupo mas que calmarlo.

¿Como podría calmarse? Dios, podrían haber rechazado a Lev y este podría estar haciendo sepa quien qué por despecho.

No espero mas y simplemente se acerco a su bolso para tomar su teléfono y llamar a Lev ¿Por que no se le ocurrió antes? Desde el incidente del día diez Lev contestaba sus llamadas casi al primer o segundo timbre sin importar que

Contestaron y lo primero que escucho fue a alguien sorber por la nariz

«¿Hola? »

la voz de Lev le daba indicios de su llanto, si no era mas que obvio para el que este había llorado por ser rechazado

—¿Donde estas? — pregunto con tono preocupado, extrañando a los de primero y segundo quienes apenas le habían visto hastiado o inexpresivo un par de veces

«En mi casa»

Nuevamente escucho como sorbía por la nariz, su voz estaba mas quebrada que antes

— Iré enseguida, metete en la cama, llevare helado y si encuentro algún gato te lo llevare — Murmuro en tono serio, realmente buscaría un condenado gato solo por el menor

«Gracias Kenma, tengo un par de películas... ¿Te quedarías hoy?»

La pregunta venia cargada de suplica, como negarse?

—Claro, tu te quedaste conmigo la ultima vez, solo deja que avise en casa — Después de aquella frase corto y se dirigió directamente al vestuario

Kuro lo siguió apenas pudo

— ¿Hablabas con Lev?

— ¿Con quien mas hablaría? — preguntó sin dejar de cambiarse y acomodar sus cosas en su bolso al mismo tiempo, antes de que kuro respondiera o hiciera otra pregunta acabo y tomo sus cosas para pasarle de largo — Me voy...

Cierra la boca, Me aburres ✨Kenma //EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora