Cierra la boca, Me aburres ✨Kenma //Edición

61

Aun faltaba mucho camino a llegar donde su casa y el silencio era más que incomodo, por amor a los videojuegos, esto no podía serle mas incómodo de lo que era en aquel momento caminando al paso mas rápido posible con un semi ruso con expresión de seriedad que le daba pinta de trabajar para la propia mafia rusa.

—Kenma-san — la cosa empezó mal, le hablaba con los honoríficos, trago saliva y bajo su rostro escuchandole sin detener el paso — ¿te gusta Kuroo-san?

Era un tono tranquilo que calo en sus huesos, jamas replanteo con seriedad esa posibilidad hasta ese momento, siempre pensando que era una clase de capricho por tantos años al lado del pelinegro que se había formado el deseo de que este no se alejara...

Bajo un tanto mas la cabeza jugueteando con sus dedos frente a su cuerpo ya que su consola y teléfono no tenían carga como para poder utilizarlos de distracción

— realmente no estoy completamente seguro... Pero creo que de alguna manera si...

Lev asintió y miro fijamente hacia el frente, luego siguió hablando;

—Entiendo que quieras pasar mas tiempo junto a el... Pero no me dejes de lado, Kenma — dijo en un tono apenas audible por la cercanía al caminar, Kenma paro de golpe

¿Le dejo de lado? — no lo haré... — contesto sosteniéndose de su ropa tratando de que el albino parase su andar — enserio, prometo no dejarte de lado, aunque seas una molestia en ocasiones... No te dejare nuevamente de lado

Lev le sonrió de la misma manera infantil que recordaba de hace semanas y se lanzo a abrazarle con los ojos vidriosos

— espero que no — contesto en tono infantil y al separarse tomo una de sus manos — ¿No quieres venir a mi casa?

Kenma sonrió internamente, había pasado demasiado desde que no visitaba la casa del albino, asintió y tomaron rumbo nuevo dejando el anterior andar a casa del mayor para mas tarde.
Quería volver a ser como antes con el chico de ojos esmeralda, le seria imposible sentirse bien si le veía con el rostro tan serio y al mismo tiempo tan dolido como en esa tarde al menor... Seguramente era un rostro que el menor había llevado días o semanas sin que el cayera en cuenta Y le hacia sentir un tanto mal

Días sin publicar, ay, es que se me fue la inspiración para esta historia durante un momento