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Entro en la morada, y vio a la madre de kuro en la cocina vestida para ir al trabajo dejando un par de platos con galletas y la comida en el congelador

— Buenos días Kenma, te vez tan lindo como siempre — le dijo la mujer para luego acariciar su cabello con una sonrisa, que su hijo obviamente heredó de ella — tengo que irme ya al trabajo, puedes despertar a Tetsuro?

Kenma asintió y subió al cuarto, no sin antes tomar un par de galletas de la madre del pelinegro.
Abrió la puerta del cuarto sin sorprenderse en lo mas mínimo por la posición en que dormía su mejor amigo.
Quitó una de las almohadas que kuro utilizaba y le tiro del cabello hasta despertarlo

— ¿Por que te gusta matar mi sueño de esta forma? — pregunto un somnoliento pelinegro con el cabello tan desastroso como siempre para luego recibir un par de hojas en sus manos — ¿Y esto?

—Yaku paso por aquí y me dijo que te las diera, son los apuntes que le prestaste — se alzo de hombros mientras se acercaba a uno de los cojines del suelo para recostarse

— Yaku... — repitió el mayor entre ambos acomodando las hojas, había hecho un resumen de todo lo que tomarian en la siguiente evaluacion de química solo para yaku, kuroo tenia una de las mejores notas en el curso en varias materias con las que yaku se llevaba como agua y aceite.

Kenma asintió, tenia sabidos los sentimientos de Tetsuro hacia yaku, pero seguía un tanto en negación ya que su pecho aun dolía al pensar en aquello

Cierra la boca, Me aburres ✨Kenma //EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora