Era mi primer día de clases en un liceo nuevo, en el cual solamente conocía a tres personas: Daniel, Nazareth y el turco. La verdad es que no estaba para nada emocionada de regresar a la rutina porque naguebona marisca los exámenes, los quesuos zampando, las profesoras gritando, los mardetos doble cara, de pana que era más bien una tortura volver a esa verga.
+Coño mamá muévelo, que hayas arreglado el carro no significa que tengamos que salir diez minutos antes.
+Mira Patrícia me hace el favor y se calla que usted no tiene que preparar el desayuno ni vestir a tu hermana, así que si quiere irse en autobús vaya con gusto.
De bolas que no me iba a dejar de ir en el carro para irme en un autobús y llegar con una orquesta completa debajo del brazo.
Eran las 06:50, el timbre sonaba a las 07:00 y apenas mi mamá iba prendiendo el carro.
Cálmate Patrícia que si vas a llegar temprano.
Cuando al fin mi mamá me dejo en la entrada del liceo estaba más perdida que el coño, aparte que no veía a nadie me asuste, ósea webon, primer día y llegando tarde, soy yo.
—Disculpe, buenos días, donde están los alumnos—le tuve que preguntar a la señora de servicio.
—En la cancha mija, en la cancha.
A la señora no se le entendía nada porque esa vieja hablaba entre los dientes, pero gracias a Yisus que entendí cancha, así que moví ese ass y baje las escaleras corriendo.
Menos mal que no había nadie.
Cuando llegue a la cancha estaba todo el mundo, y cuando digo todo el mundo es porque estaba TODO EL MUNDO.
—Patrícia es por aquí—escuche que me grito alguien.
—Karim, gracias a Dios que te encontré, ¿donde está 4to c?
—La fila que está al lado de 4to b.
—Verga chamito te amo.
Reconocí a Nazareth por su bolso y me puse detrás de ella a escuchar que pendejadas decían los directores, en realidad lo único que estaba haciendo era burlarme de los otros mientras que esa gente hablaba.
—4to c se puede ir a su salón.
Cuando escuche eso, marisco te juro que me dio una vaina, en esa verga lo que hacía era un calor arrechisimo guebon, me estaba muriendo por el fresco de el salón.
—Man, que tenemos a primera hora—le pregunté a un chamo de mi sección.
—Matemáticas, por cierto, Alejandro.
—Hola vale, soy Patrícia.
Menos mal solamente teníamos medio módulo de matemáticas y eso se fue hablando estupideces.
...
Ya habíamos terminado con todos los módulos y al fin iba a salir de de esta verga.
—Menor al fin salimos, ya me quiero ir pa la casa que ladilla estar aquí—le dije a Nazareth.
—Mira malandra, con quien has socializado?
—Bueno del salón los conozco a casi todos, en la b a Daniel y en la a solo a Karim y Carlos.
—Ja yo te conozco a ti y a las otras cuatro locas.
—Te dejo chama chamita mi puré llego.
—Dale pues.
...
Llegue a mi house, y empecé a jartarme la pasta con carne molida que me dejo mi mami con un vaso de malta bien frío.
Uff menor, te juro que fue el paraíso.
Cuando termine me fui a mi cuarto y empecé a hablar pendejadas con Nazareth, nos burlamos de todo lo que había pasado en el liceo y criticando a los profesores.
Nazareth: Mariscaaa, hay un chamo en tercero
que está mi amor con te quieroYo: Si eres pendeja carajita, que feo se va a ver eso, camisa
azul con camisa marrón😂😂Nazareth: Ah vaina, y si a mi
me gustan menoresYo: Vergaaa, a que te llamo al SEBIN
Nazareth: Dale pues, yo no le
tengo miedo a la vidaa—Patrícia voy con Ana al mercado, no te vayas de aquí—me gritó mi mamá.
—Aja.
Carajo si, debe ser que yo me voy a de rumba con todos los chamos de la residencia.
[...]
Hello, ahora si se vienen los capítulos largos convives, por fin empecé la historia como tal, y estoy clara de que en este capítulo no paso nada bueno pero el próximo ya van a empezar a meterse en peo y eso yayajuuu.
No tengo más nada que decir, así que #dilenoalchavismo🙂.