TE NECESITO A MI LADO (CANCELADA)

CAPÍTULO 2

Harry subió a si cuarto aun con las cartas del ministerio en mano, estaba pensando que hacer con su situación. Maldijo a todos los que se ocurrió en mente, pero de alguna manera sabia que saldría de esta con gloria.
Distraído mirando a la nada fue a su escritorio y tomó unos tres pergaminos y una pluma

Queridos idiotas
Me han ataco dementores y es posible que me expulsen de Hogwarts. Quiero saber que esta pasando y cuando voy a poder salir de aquí
Att: su más querido y amado Harry

Harry repitió lo mismo en los pergaminos que tenia. Dirigió la primera a Sirius, la segunda a Ron y gemelos y la tercera a Hermione. Hedwig, su lechuza, había salido a cazar, así que algo irritado tuvo que esperar a que regresara

-Sabes mi querido amo, si me dejaras matarla te conseguiría una lechuza mucho mas eficiente que ella- dijo Abrax mientras se arrastraba por la habitación

-Haz silencio de una maldita vez-  susurró irritado el azabache, la serpiente la miro indignada y con el orgullo dolido se fue del cuarto. Harry  estaba ya nervioso por su lechuza, nuca tardaba en llegar a casa y ya eran entrados de la media noche, después de una hora mas viendo por la ventana o dando vueltas por su cuarto, Hedwig apareció batiendo sus alas como un fantasma.

-¡Ya era hora¡- gruño Harry cuando el pájaro se posó con suavidad sobre la jaula -¡Ya puedes soltar eso, tengo un trabajo para ti!
Los grandes, redondos y ambarinos  ojos de Hedwig se llenaron de reproche por encima de la rana muerta que llevaba en el pico.

-¡Ven aquí!- Tomó los pergaminos y le ató a la pata escamosa -lleva esto a Sirius, Ron y Hermione, y no vuelvas aquí hasta que tengas una buena respuesta, si es necesario picotéalos hasta que hayan escrito una respues decentemente larga ¿Entendido?-
Hedwig emitió un amortiguado ululato sin soltar la rana  - En marcha, pues - dijo Harry, Hedwig se puso inmediatamente se fue y ya con esa idea pudo dormir aunque sea un poco esa noche, sin apartarse de su varita.

Pero el siguiente día no fue mejor que el anterior, su mascota no había vuelto todavía y eso lo molestaba aun más que se tentó muchas veces en lanzar las malditas chispas rojas.

Harry estaba desayunando tranquilamente, lo más que pudo, en la cocina, no era un experto en eso de cocinar pero no llegaba al punto de envenenamiento, cuando el correo había llegado, era lo normal cuentas, tarjetas de la tan despreciable Tia Marge, aunque una le había llamado la atención, no por la invitación a la premiación de jardines, cosa que le resulto muy ridícula, sino por la esencia mágica que desprendía de esta.

-Parece que alguien quiere a mis tíos fuera de casa... - susurró para si mismo mientras miraba la tarjeta, pensó en las miles de posibilidades de que fuera obra de Lord Voldemort, pero las descartó de inmediato ya que Tom sabia que sus tíos estaban mas que muertos -Dumbledore-

(...)

La noche había llegado, el viento en el Privet Drive golpeaba la ventana de su habitación, Harry estaba acostado en su cama sin hacer nada, hace una hora había mandado a sus "Tíos" a esa supuesta premiación y nada había pasado, cerró sus ojos ahogandose en sus pensamientos, los cuales siempre lo llevaban a unos ojos azules que lo enloquecian, aquellos que hacían latir su corazón sin parar como si hubieran inyectado una buena dosis de adrenalina en él, esos hermosos ojos que... se cambiaban a un rojo intenso, a una gran frialdad que lo hacia estremecer, aquella mirada a la misma muerte que de una manera le había encantado...
¡¡BOOM!!

De pronto oyó claramente un estrépito en la cocina. Se incorporó con brusquedad y agudizó el oído. Hubo silencio durante unos segundos, y entonces seguirán voces.
<<Ladrones>>, pensó Harry, y se levantó de la cama; pero enseguida se le ocurrió que los ladrones habrían empleado en voz baja, y quiénquiera que fuese que estaba en la cocina no se molestaba en bajar la voz.
Se apresuró a tomar la varita mágica de las mesita de noche y se plantó delante de la puerta de su dormitorio escuchando con atención.  de repente dio un respingo pues la cerradura pegó un fuerte chasquido y la puerta se abrió de par en par. Harry estaba impresionado, así que con un gran apuro se colocó al final de la escalera. Abajo en el vestíbulo había gente, así que con la varita en mano y ya pensando en mil y un hechizos los encaró

-Baja la varita, muchacho; a ver si le sacas el ojo a alguien- dijo una voz queda y gruñona

Harry a pesar de haber reconocido aquella voz, no la bajo, la apretó con más fuerza.

-¿Alastor Moody, O debo de preguntar otro nombre?- preguntó Harry mirando con recelo al sujeto

-Algo de respeto niño- gruño el sujeto

-Harry- lo llamó otra voz que reconoció, ahí se dio cuenta de que había como unas nueve personas más

-Remus- saludó con educación, no era una persona de abrazos así que estaba bien. Remus presentó a todos los que estaban en la sala, un gran grupo solo para llevar a una pequeña carga.

Harry estaba algo feliz, por fin se iría de ese lugar, ya estaba extrañando demasiado el mundo mágico. Salieron de casa con sus cosas y con la escoba que le había regalado su padrino, espero paciente la partida

-Manda la señal Lupin- ordenó Moody mientras alineaba a los demás, Remus obedeció y al salir las chispas rojas de la varita del castaño Harry reaccionó, pero era demasiado tarde. Los mortífagos los habían rodeado, para los diez que estaban, contando a Harry, estaban en una clara desventaja.

-Harry, querido, su querías hacerme una emboscada, hubieras buscado a gente más apropiada- esa voz inundó a todos, un joven de unos 23 años, apuesto y alto, estaba parado en medio de ellos, tan aristocrático que de solo verlo Harry soltó un gran suspiro

-Tom, creo que tenemos una gran equivocación aquí- dijo Harry saliendo de la pequeña multitud que lo cubría -Podemos llegar a un acuerdo antes de llegar a mayores-
Tom miró a Harry y después de maravillarse de la hermosa vista que era el azabache con esos lentes pensó en su propuesta

-Tu vienes conmigo y ellos no mueren, es un cambio justo por mi pequeño León- dijo Tom sonriendo. Todos miraron alarmados a Harry, no debía ir con él, lo sabían todos, pero Harry quería, quería correr a sus brazos y besarlo, pero... si lo volvía a lastimar. Sabia que no resistiría a otra traición, no tenía a Draco para poder desahogarse con él... aunque si no volvía a pasar y estaba vez podían ser felices juntos de nuevo...

-No lo hagas Harry- le susurró Remus al oído -Recuerda el dolor que sufriste por él, no merece ni una sola mirada tuya, así que no lo hagas- Su voz de razón apoyo al castaño con todas sus fuerzas, pero no quería obedecer.

-Yo... -

CONTINUARA...

FELIZ AÑO NUEVO!! Espero que la pasen muy bien y que hayan disfrutado el capítulo que es como regalo para mi señor Tomy
KURUMI FUERA !!!