TE NECESITO A MI LADO (CANCELADA)

CAPITULO 1

El día más caluro del verano ya llegaba a su fin, un chico delgado con sus músculos ligeramente asentados y gafas estaba parado en medio del patio disfrutando de la leve brisa que desordenaba aún más su cabello azabache, disfrutaba de su estadía en Privet Drive. Su aspecto tan aristocrático e ligeramente rebelde pero de una manera elegante ganaba todo tipo de cariño de parte de sus vecinos, era el más conocido del lugar y por supuesto el más codiciado entre todas las chicas, sus ojos verdes hacían derretir a cualquiera y su gran ausencia del lugar los había dejado tristes a todos los vecinos 

-¡Harry que alegría verte!- dijo la señora del número tres –supongo que has de estar disfrutando de tus vacaciones debidamente-

-Señora Dorkins, realmente si, justo ahora acababa de estudiar y decidí salir un poco, ¿desea acompañarme?- respondió Harry con su ya característico tono amable-seductor, la mayor sonrió tontamente sonrojándose levemente

-desearía acompañarte Harry pero lamento informarte que tengo que entrar, mi hijo ya está dirigiendo las noticias y deseo verlo, pero si pudieras acompañarme adentro y verlas conmigo, tal vez a mi hija le encantaría verte después de todo este tiempo- dijo ella con una voz muy melosa

-Me encantaría ver a Meredith- contestó y fue con la señora Dorkins –y dígame como se encuentra su hija, por lo que supe ha superado mi record en la escuela-

-Créeme Harry fue toda una gran sorpresa, ella estaba ahí.....- Harry dejo de escuchar al sentir una presencia de magia cerca de él, claro sabía que lo estaban vigilando pero su guardia ya se había ido hace un rato, este era nuevo, muy familiar para él lo cual significaba peligro, Harry regreso a ver a la acera, al frente suyo estaba Tom como lo había visto la última vez en el cementerio sonriéndole como lo hacía antes de este, pero al pasar un auto había desaparecido -¿estás bien querido?- preguntó la señora Dorkins preocupada por la falta de atención del joven

-¡ah! Lo siento Señora Dorkins, me distraje un momento, pero vamos, vamos a ver a su hijo, de seguro a de brillar tanto como usted y Meredith- al entrar a la casa del número 3, las cosas fueron normales para el azabache, conversó con su vecina y la hija de esta al mismo tiempo se había enterado de las noticias de ese día, ya que del mundo mágico solo podía ver portadas inútiles y humillaciones hacia él. La tarde llegó y salió de esa casa, fue a la suya y llamando a su primo favorito salieron a pasear un poco

-Sabes primo, aunque eres solo un muñeco manejado por mi eres una buena companía, no como esos idiotas que tengo de amigos, no me han dado ninguna noticia del mundo mágico aparte de "pórtate bien" "no cometas estupideces" "no llames la atención". No se dan cuenta que yo sin ningún movimiento llamo la atención, solo...por favor, mira como estoy, la pubertad me ha pegado muy bien.- Dijo Harry con su voz de egocentrismo

-pues tienes toda la razón Harry, siempre la tienes- dijo Dudley con voz monótona sin algún sentimiento alguno, Harry suspiro y miró triste a su muñeco. Iba a decir algo pero todo se volvió oscuro, las calles se llenaron de niebla, las luces se extinguieron, el frío dominó todo su cuerpo y recuerdos de aquella fatídica noche lo invadieron, escuchaba su risa tan despiadada, las suplicas, todo su cuerpo recordó el dolor como si lo estuviera viviendo de nuevo. Con algunas maldiciones saco su varita del bolsillo, sabía que el ministerio no lo descubriría si hacía magia a esa edad así que convocó una luz pequeña y aquella preocupación que se había asomado en su cabeza se hizo realidad