Día dos ♡

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2) Quita tu pantalla de bloqueo.

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Tener una foto de Yoongi de fondo de pantalla era ya algo difícil de hacer porque Taehyung siempre tenía las manos en su teléfono (todavía lo hacía, incluso aunque estuviera haciendo la cosa de los catorce días ya, solo para molestar al menor), pero ¿ahora que tenía que eliminar la última pieza que hacía que su teléfono estuviera protegido?

Jungkook ya podía sentir la vergüenza con la que se encontraría después cuando alguien mirase su fondo de pantalla.

Tan posible como podía, mantenía su teléfono en su bolsillo y a veces lo dejaba en su casillero. Hasta ese momento, estaba teniendo éxito y completando el día sin que nadie viese su fondo de pantalla, lo que le hacía feliz.

Se sentó en una mesa reservada al lado de la ventana del lugar donde vendían té de leche al que él y sus amigos decidieron ir para completar su presentación. Tenían que hacer una presentación sobre el sistema nervioso, preparar un powerpoint sobre ello y hacer un cuestionario para que sus compañeros de clase respondieran. Como podían elegir con quién hacerlo, Jungkook se agrupó con Bambam, Johnny, y, por supuesto, Taehyung.

Johnny fue el primero que llegó, cinco minutos después más o menos llegó Jungkook. Bambam fue el tercero, llegando trece minutos después porque tuvo que ir corriendo a su casa a coger su portátil (por suerte, vivía por un par de calles cercanas a su instituto). Y Taehyung llegó una hora después, cuando casi estaban acabando con la presentación.


— ¿Dónde has estado, de todos modos?dijo Jungkook, mirando a Taehyung. Tae sonrió tímidamente y cogió un cartón de té de leche de la mesa al azar y bebió.

Tuve que hacer algo de última hora.

Algo más importate que nuestra presentación que es para mañana?preguntó Bambam, haciendo que Jungkook asintiese. Taehyung se rascó la parte trasera de su cabeza y miró hacia abajo.

Yo, eh..., ¿como que he he hecho una audición para la obra del instituto?

— ¡¿En serio?!exclamaron los tres e incluso levantándose de la mesa. Él asintió y les dijo que no hicieran mucho ruido.

— ¿Por qué no me lo has dicho? Podría haberte acompañado y animado —Jungkook hizo un puchero, sintiéndose mal de repente ya que su amigo tuvo que hacer una audición y pasar por todo eso solo.

— Pretendía no decírtelo porque no quería que te distrajeras. Verte la cara me hace potar...

— ¡Yah!el menor golpeó a Taehyung en la cabeza usando su libreta, sin parar hasta que gritó derrota, y le dio unas palmaditas.

— ¿Podéis parar, por favor?murmuró Johnny, escondiendo su cara, ya que el resto de personas comenzaron a mirar hacia su mesa extrañados por la conmoción.


Continuaron haciendo su presentación, de vez en cuando discutiendo y pidiendo comida y bebidas para satisfacer sus panzas hambrientas. Para cuando terminaron, ya eran las nueve de la noche. Salieron de la tienda, con sus portátiles, libretas y papeles en mano, y la fría ráfaga de aire de la tarde helada les envolvía, haciendo que los cuatro se congelaran bajo el frío tacto.


Quizás coja solo un taxi. Puede que me muera congelado si sigo esperando el busdijo Johnny.

— ¿Y tú, Bambam? ¿Cómo vas a ir a casa? Vives fuera de la ciudad, ¿verdad? —preguntó Jungkook, la preocupación siendo palpable en su tono. Bambam mordió su labio y asintió.

Sí. Ir en un taxi no es realmente una decisión eficiente ni inteligente. Tampoco sé cómo parar a uno, la verdad. Su cabeza se levantó de repente.

— ¿P-puedo coger prestado tu móvil? ¡Creo que mi madre puede recogerme si sigue en el trabajo!


Jungkook sacó rápidamente su teléfono y se lo tendió a Bambam, sin siquiera recordar que no tenía pantalla de bloqueo y que su fondo de pantalla era Yoongi.

Solo se dio cuenta cuando vio que la pantalla de su móvil se encendía, gritando internamente y apuñalándose a sí mismo mientras veía a Bambam jugar con su teléfono.


— ¿Eh?Bambam alzó una ceja, haciendo que Jungkook rezase mentalmente a los dioses para que le diesen otra oportunidad para empezar el reto de los catorce días. Bambam le puso el móvil en frente de Jungkook—. ¿Quién es este?


Jungkook sintió a su yo interior saltar y gritar aleluya cuando vio que en vez de la preciosa cara de Yoongi, había saltado un mensaje. Olvidó que una notificación como esas siempre hacía que se encendiese su pantalla cuando un llegaba un nuevo mensaje, por lo que silenciosamente agradecía esa configuración de su móvil, a pesar de que lo encontrase molesto la mayor parte del tiempo.

Cogió el teléfono y leyó el mensaje, que era de su primo preguntándole por el teléfono de su madre. Le mandó dicha información y abrió rápidamente su bandeja de entrada.

Le devolvió el teléfono a Bambam, que simplemente le dio las gracias y escribió un mensaje a su madre. Taehyung le dió con el codo a Jungkook y apuntó sus labios hechos un puchero hacia Bambam.


— ¿Lo ha visto?Jungkook negó con la cabeza y le hizo una señal con el pulgar arriba.

Hoy he tenido suerte. Creo que el destino quiere que acabe con hyung'


Tae alzó una ceja y pretendió silenciar a Jungkook con la mano, para que no lo dijese muy alto, ganándose otro golpe por parte del menor.
Media hora después, la madre de Bambam le recogió, y los tres se fueron por caminos diferentes. Una vez que los dos chicos alcanzaron la parada del autobús, Tae se acordó de algo, por lo que le dio un codazo a Jungkook de nuevo.


— ¿Hmm?Jungkook respondió con sueño, siendo difícil para él quedarse despierto. Tae rió y revolvió su pelo.

— ¿Estás listo para la tercera parte de tus catorce días?Jungkook soltó un quejido al escuchar esto.

— ¿Y ahora qué?el mayor le sonrió y lo escribió en forma de mensaje unos segundos después, por lo que el móvil de Jungkook sonó, recibiendo el mensaje. Después de leerlo, se giró hacia Taehyung, boquiabierto y con los ojos ampliamente sorprendidos—. ¡¿Va en serio?!

Fourteen days » yoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora