Día diez ♡

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10) Salid solo vosotros dos

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Al día siguiente, Jungkook fue al instituto, como siempre. El día anterior fue, sin duda, el mejor día de toda su vida. Incluso después de haber firmado los papeles del castigo, Yoongi le siguió hablando durante todo el camino hasta su casa. A decir verdad, Jungkook se avergonzó de sí mismo varías veces cuando quería reír o saltar en público por las cosas que Yoongi decía, pero a él no le importaba siquiera, ya que estaba en el cielo, y disfrutaría de todo el rato que pasase hablando con él.

Como no tenía química los jueves, no veía a Yoongi en clases, o siquiera en el cambio de estas, y esto de algún modo hizo que el ánimo de Jungkook se desplomase.

Pero, sin malentenderle, ya que Jungkook no estaba obsesionado con el mayor (estaba llegando a ese punto, pero no todavía), pero por lo que pasó el día anterior, se hizo más cercano a su hyung.


Necesitaba a Yoongi.

El dongsaeng necesitaba a su hyung.


Intentó buscarle en la cafetería, pero no estaba su mesa habitual, ni tampoco estaba Hoseok, Namjoon y Jin. No era raro que no estuvieran, pero justo tuvo que ser ese día cuando Jungkook quería verle la cara a Yoongi.

El resto del día, Jungkook estuvo malhumorado. No miraba a nadie dos veces, tampoco le hablaba nadie y su mirada se perdía en el espacio en la más mínima, como si estuviera esperando a que alguien de otro planeta llegara para llevarle y abducirle. Nadie parecía darse cuenta de su extraño comportamiento, aunque Tae sí llegó a divisarlo, pero entendía que él no podía hacer nada, ya que no sabía dónde podía estar Yoongi.

La campana que anunciaba el fin de las clases había sonado ya, y todos los estudiantes corrieron a sus casilleros como abejas ajetreadas, zumbando sobre cosas al azar y moviéndose de un lado a otro a un paso ligero, queriéndose ir a casa ya.

Jungkook se movió en un paso más lento, arrastrando sus zapatos con su cuerpo. Guardó todos sus libros en su casillero y lo cerró antes de dirigirse a la entrada del instituto.


Llamando a todos los estudiantes junior, todos los estudiantes junior de todas las clases, por favor, dirigíos al auditorio ahora. Repito, estudiantes junior, al auditorio, por favor. Gracias —el intercomunicador se apagó, haciendo que los junior se quejaran con molestia. Jungkook rodó los ojos y se dirigió al auditorio junto a la gran cantidad de gente que ya se dirigía a él.


Una vez que entró, fue arrastrado por Taehyung, que ya estaba allí, a los asientos de primera fila. Ambos se sentaron y Tae empezó a parlotear, sin importarle que Jungkook no estuviera escuchándole.

El director de la escuela se subió al escenario con un micrófono, y después de hacer una comprobación de sonido, saludó a todos los estudiantes.


La administración de la escuela ha decidido que en vez de hacer el habitual viaje al museo, ¡todos iréis de acampada! Ya lo hemos organizado todo y nadie tiene que preocuparse por el dinero a pagar, porque forma parte de lo que ya pagasteis al matricularos —todo el mundo comenzó a susurrar entre ellos, con sus ojos llenos de emoción o aburrimiento. El director levantó su mano, haciendo que todo el mundo se cayase—. Sin embargo, la comida y las bebidas no serán provistas por la escuela, ya que técnicamente, es un campamento. Todas las cosas que necesitáis llevar están apuntadas en los los folletos que serán distribuidos ahora mismo.
Jungkook miró el papel que había enfrente de él, y después de escanear la lista, pensó que no tendría que comprar nada aparte de la comida y la bebida. Se encogió de hombros y guardó el papel en su bolsillo.

Fourteen days » yoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora