I Almost Do《 Libro 02 》H.S

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"He olvidado tus ojos, he olvidado tu tacto y he olvidado las promesas que has roto. Entonces me llamas por la noche con ese sonido en tu voz y deshaces las razones que tenía para dejarte. Cuando me quedo sin "te quieros" y sin "adioses" tú sabes cómo abrazarme y secar mis ojos. ¿Qué debo hacer con un amor como tú...?"

La rutina es considerada algo malo, algo aburrido y destructor. Pero todo depende del punto de vista en que se mire. Para mí, la rutina ha sido algo que me ha permitido mantenerme cuerda, estable y viva desde hace años. Cuando todo parecía acabar, cuando sentía que todo iba en picada, me aferré a la rutina establecida de mi vida y pude continuar, pude volver a ser un mínimo de lo que era en el pasado.

Es por eso que agradezco tanto el tener una rutina establecida.

Desde hace un mes he estado incrementando actividades en mi rutina. Me levanto cada día a las seis de la mañana, voy al gimnasio hasta las siete y media, luego vuelvo a mi apartamento, me ducho, me visto, cojo todo lo que necesito y voy a trabajar. Me baño en trabajo, borradores y reuniones. Luego por la tarde cocino, limpio, miro alguna película o un capítulo de una serie, juego con Teodoro y luego voy a dormir. Claro, que mi rutina puede variar un poco, por ejemplo, los días que salgo a cenar o a pasear con Lincon.

Sin planearlo, sin pensarlo, sin pedirlo esto ha comenzado a ser algo rutinario y variado en mi vida. Un día por la tarde lo encontré nuevamente en la entrada del edificio, lo invité a cenar y luego todo fue algo sencillo. Salimos a comer, vamos al gimnasio, vamos a caminar por la ciudad, de compras y a pasear a su adorable cachorro. También vamos al cine o simplemente nos quedamos sentados en su sofá o el mío conversando sobre todo y nada.

Puedo decir, con mucha seguridad que todo aquello me ha hecho extremadamente feliz. Desde hace muchísimo tiempo que no me había permitido a mí misma disfrutar de la compañía de alguien más. Había olvidado lo que eran las largas conversaciones con café, las risas espontaneas y las cenas tranquilas. Había olvidado por completo lo que era estar con alguien que no es acosado cada dos pasos por personas.

Me sentí normal. Después de muchos años, al fin puedo decir que se sintió bien salir a la calle.

Harry ha estado en contacto. Le contesto sus mensajes y nos llamamos algunas veces. Pero simplemente es algo amistoso, una preocupación que existe por el cariño que nos tenemos. Lo último que supe de él es que iría a parís con su novia y luego a los ángeles para terminar los detalles de su álbum.

Puedo decir que aquello es algo bueno, el no verlo. No es por ser una desgraciada o simplemente una maldita orgullosa. Pero cuando Harry está cerca suelo perder un poco el sentido de mi vida. Cuando él está aquí vuelvo a sentirme como hace cuatro años atrás y eso no está bien.