ϟ Epílogo

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"No somos quienes solíamos ser, no somos quienes solíamos ser, somos solo dos fantasmas estando en lugar de nosotros, intentando recordar cómo se siente tener un corazón latiendo."





27 de abril de 2018- Qudos Bank Arena, Sydney Australia.
Un año más tarde.






La camioneta negra nos espera fuera del aeropuerto, al igual que las fanáticas que me han estado enviando mensajes y twitts desde hace semanas. Hay mucha gente, bastante para ser solo las seis de la mañana. Esbozo una pequeña sonrisa y saludo a todos levantando la mano y tocando a cuantas personas puedo. Mis guardaespaldas intentan alejarlas, pero hay algunas que logran abrazarme y me siento feliz.

Una vez que estoy dentro del vehículo me permito respirar. Todo esto de la gira que ha estado en acción desde hace meses ha sido un poco demasiado, en ocasiones al menos. Pero ahora, este viaje a Sydney es...extraño. Cuando las conversaciones y negociaciones para el itinerario del tour iniciaron me plantee el no venir a la ciudad, sería simplemente dar un show en Pert y luego ir al continente asiático y continuar sin mirar atrás. Pero me dije que eso sería una idiotez, primero: por las fans que me han estado apoyando desde que estaba en la banda y que me piden siempre, que venga a su ciudad, segundo: por Rose. Ella hubiese amado que yo me presentara aquí, de cualquier forma, sí ella hubiese estado aún con vida, tendría pases de primera fila para verme.

Así que aquí estoy.

Mientras la camioneta avanza por la autopista principal, observo por la ventana el paisaje, Sydney siempre ha sido una ciudad bastante bonita y llena de vegetación. Cada vez que venía me encantaba presenciar el paisaje y deslumbrarme con la belleza del lugar. A mi alrededor mi equipo y mis músicos conversan enérgicamente y hacen planes para los tres días que estaremos aquí, por mi parte, lo único en lo que puedo pensar es en una ducha caliente y un par de horas de sueño.

La llegada al hotel es menos caótica que la del aeropuerto, había menos fans y eso permitió que las conociera, hablara y me tomara fotografías con ellas. Les agradecí por venir y luego entré al hotel. Tras un rápido intercambio de palabras con los recepcionistas y mi representante, se distribuyeron las llaves de las habitaciones y todos nos separamos. Mi habitación es grande, lo noto desde el primer segundo que entro y me convenzo más a medida que me introduzco en ella.

I Almost Do《 Libro 02 》H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora