15 - Último

421 13 0
                                    

Harry.
Dos meses después.

Han pasado dos semanas desde la última fiesta que fui.
Conocí a una chica, Kendall.
Es bastante agradable. No como Eleanor. Pero es muy agradable.
Ayer nos vimos. Y antes de ayer. Y de ayer.
Fuimos sinceros el uno con el otro. No buscamos nada serio, pero nos respetamos.

Briana ya está de siete meses, entrando a los ocho. O como se diga.
No sé nada de Eleanor. No me buscó y no la busqué.
Miento si digo que no la extraño, pero a veces pasa eso del "Hilo rojo" pero al revés. No importa cuánto ames, o quieras estar con esa persona, el destino te dice que no. Y eso pasó con nosotros.
Todo volvió a la normalidad. Todo vuelve a la normalidad significa «Nada va a ser como antes» como cuando todavía éramos un misterio el uno para el otro. Pero sé que ella va a encontrar a alguien que la ame así como yo, o incluso más. Nosotros no estamos destinados a estar juntos. A veces pasa esto. No importa cuánto lo intentes, no hay nada que puedas hacer.
Porque aunque intentaba meter su mano dentro de la mía, los dos sabíamos que no encajan. Y ahora lo entiendo.
A veces hay que alejarse un poco para ver con claridad. Y olvidar para volver a amar.
Ella me rompió el corazón, mató el amor puro que tenía para darle. Así fue como lo empezó a matar, con desesperanza y tristeza. Con innumerables traiciones, con promesas sin cumplir, con falsas palabras dulces.
Y cuando digo "Innumerables traiciones", me refiero a las veces que miraba mis ojos y me decía que me amaba. Y yo le creía, aunque sabía que era mentira, yo iba a creerle. Porque cuando amas a alguien, aunque esa persona te haga daño, aún así quieres llorar a su lado. Aunque esa persona te haya hecho algo terrible, aún buscas el consuelo en sus brazos. Cuando amas a alguien, aunque te haya mentido mil veces todavía quieres creer en él.
A veces el amor es tan fuerte que saltas del acantilado y nunca dejas de caer.

Eleanor.

—¿Por qué te fuiste?
—Porque no soporto verlo así.
—¿De qué forma no soportas verlo?
—Sin mí.
—¿Por qué?
—Porque yo todavía lo amo.
—Pero, Ele, te hubieras acercado. Le hubieras dicho algo. Él te escucharía.
—No, Max, él estaba con una chica. Muy linda, con un cuerpo hermoso. Y reían.
Hace unas semanas vengo cruzándome a Harry con una chica. Si bien él no me ve, yo no puedo quitarme la imagen de él besando a otra, abrazando a otra.
—Está reiniciando su vida, tú deberías hacer lo mismo.

• • •

20:31 p.m

He estado bebiendo un poco, y ni así logro entender la actitud de Harry. Necesito que me diga él lo que no entiendo, por eso tomé el primer taxi que encontré al salir del bar en donde estaba e ir a su casa. Le digo al taxista que hasta aquí está bien, le pago y salgo. El taxi se va y me doy cuenta que me bajé una cuadra antes. Voy tambaleándome hasta que llegue a casa de Harry.
Veo que una chica está saliendo, creo que es la misma de hace semanas. Y luego sale él. Las lágrimas salen por sí solas. Entiendo que él quiera reiniciar su vida y olvidarme, pero esto no quiere decir que yo pueda hacer lo mismo. Giro sobre mis talones, no puedo hacer esto. Quiero correr lejos. El aire fresco me pega en el rostro, mis lágrimas saladas se pegan en mis mejillas. Y mi corazón se rompe un poco más.
Me detengo abruptamente. No. Voy a decirle todo ahora. No importa si ella está ahí o no.
Giro otra vez y voy hacia él. Está por cerrar la reja.
—Espera. -Digo en voz alta.
—¿Eleanor?
—Sí, Eleanor.
—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Estás borracha?
—Vine para decirte algo. Recordarte algo.
—¿Qué cosa?
—Que me lo prometiste. -Dije. —Que sin importar dónde estuvieras, si te llamaba tú ibas a venir. Y aquí estoy. Te estoy llamando, ¿Por qué no vienes?

Harry.

Eleanor rompió en llanto. Yo estaba sólo mirándola. No sabía qué hacer. Qué decir.
—Yo te amo con mi amor agonizante, con mi último aliento, con la oscuridad que se acerca, con mi corazón cansado y te amo con la decisión que he tomado. Y que es seguir amándote a pesar de todo.
—Eleanor, es mejor que te vayas a casa. Es tarde y hace frío.
—¿Por qué entraste a mi vida como si nunca hubieras pensado en dejarme? Dímelo, dime que yo lastimo todo lo que toco.
—Por favor, ya basta. No voy a hacer esto otra vez. No sé porqué estás aquí, pero ya no sé qué quieres que diga.
—Que me quieres de nuevo. Yo te amo, Harry, por Dios, ¿Por qué no puedes verlo?
—No digas una palabra, y no me mientas nunca, ¿Sabes por qué? Porque yo te creo, aunque sea mentira. Así que no vuelvas a decirme que me amas.
—Pero créeme.
—¿Cómo puedo creer en ti? Todo en ti es mentira.
—Sí, pero te amo. Y vete al demonio si no me crees, porque yo iré detrás de ti. Quédate conmigo. ¿Cómo fue que llegamos a este punto?
Me quedé mirándola más de la cuenta. Los dos quedamos callados. Ahora ella parecía sobria, muy seria.
—Dime que me perdonaste. Y déjame ir después de eso. -Dijo mirándome a los ojos fijamente.
—Te perdono, Eleanor.
Ella gira sobre sus talones, ocultando sus lágrimas. Dándome la espalda.
—Ahora tú perdóname a mí. -Le digo.
—¿Por qué te disculpas?
—Por dejar que te vayas. Y por perderte. -Le dije, ella gira y me mira. —Perdóname y luego dejaré que te vayas.
Las lágrimas en mis ojos no eran de tristeza. Tampoco felicidad. Eran porque ella sonreía.
—Te perdono, Harry.
Me acerco a ella y la abrazo. Nos perdemos en un último abrazo, quizás. Pero sabiendo que hicimos lo que pudimos. Que intentamos ser mejores por el otro.

Y eso era todo. Que amamos.

El amor en sus ojos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora