Cap 11 -Egoísta

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Dios!, ¿Qué se supone que debía hacer?. Hace unos segundos estaba decidido a decirle a Clariss todo, pero justo antes de poder si quiera acercarme, la mire a lo lejos salir de un auto con un chico muy bien parecido. Yo soy apuesto, pero ese tipo no tenía nada que envidiarme.

Sentía enojo y tristeza a la vez, no podía aceptar el hecho de que había alguien que le sacaba las sonrisas que yo solía sacarle.

Traté de calmarme un poco recargando mi espalda en el costado de mi auto, buscando alguna respuesta a mi problema, algún tipo de señal divina o algo por el estilo. Pasé los siguientes 10 minutos pensando, pero nada se me venía a la cabeza.

A los pocos segundos pude ver al chico salir de la casa de Clariss, con lo que parecía ser un ramo de flores, subió al auto y se puso en marcha.

~Esta es mi oportunidad.

Saqué mi teléfono de mi bolsillo para tratar de comunicarme con Clarissa, quería que saliera de su casa para poder hablar con ella.

Drake: Hola Clariss, ¿podemos hablar?
Clariss: Lo siento, estoy algo ocupada, será después.
Drake: es importante:(...

Esperé su respuesta por 5 minutos, pero esta no llegó, ni siquiera había abierto mi mensaje.

Me quedé sin opciones, y la única que pasaba por mi cabeza era entrar a su casa por la ventana de su habitación, la cual estaba en la segunda planta. Era una idea tonta y arriesgada, pero tampoco tenía muchas ideas en mente.

Trepé unos de los árboles que estaban a un lado de la ventana de su habitación, tenía algunos rasguños debido a las espinas que estos tenían en sus ramas. Entré de manera sigilosa por su ventana, tratando de no llamar su atención, temía que me apuñalara creyendo que era un asesino o un violador, Clariss en ocasiones era muy impulsiva.

Al entrar completamente por la ventana pude ver un poco de su delicada espalda, debido a que la blusa que llevaba tenía unos tirantes algo delgados, ella estaba revisando sus redes sociales, intenté cerrar la ventana de nuevo, pero esta hizo un ruido llamando la atención de Clarissa.

—¿Drake?.—Dijo levantándose sorprendida de su cama.—¿como diablos entraste aquí?

—Entré por la ventana.—Dije dando una ligera sonrisa algo nerviosa, mientras pasaba una palma por detrás de mi nuca.

Ella solo me miraba confusa, sin saber lo que yo estaba por decir.

Clarissa.

Sentía como mi corazón daba unos enormes saltos en mi pecho, era como si quisiera salirse de mí para correr a los brazos de Drake.

—Drake, te dije que...—traté de decirle nuevamente que estaba ocupada, con algo de nervios dentro de mí, pero su masculina y firme voz me interrumpió.

No sabía si era mi imaginación o el estaba cansado, como si hubiera corrido un maratón para llegar a mi casa.

—No Clarissa, ya escuché lo que dijiste, ahora tú me escucharás a mí.

Sus palabras infundieron temor en mi, tenía la idea de que me diría algo malo, creía​ que estaba molestó por mi comportamiento hacia él estás últimas semanas, y que me pediría que cada quien siguiera con su vida por su propio camino.

—No quiero, vete!—Dije con miedo, al mismo tiempo que sentía como lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos.

El se negó a irse y apretó mis muñecas, Acorralándome entre él y la pared.

—No, me vas a escuchar.

No pude aguantar más, sentí como las lágrimas finalmente rodaron por mis mejillas.

—Talvez esto te suene egoísta pero...—Hizo una pequeña pausa tratando de juntar el valor para decirme lo que quería decir.

—No quiero que seas de nadie más.—Dijo mirándome con enojo, soltando el agarre un poco menos fuerte de mis muñecas.

Mi respiración dejo de ser violenta y apresurada, estaba muy confundida, no tenía ni la más mínima idea de lo que Drake hablaba.

—¿De que hablas?.—pregunté al no entender sus palabras.

—De que no me agradó el hecho de imaginarte en los brazos de alguien más.—Dijo mirándome con suplica y arrepentimiento en su mirada.—Yo..—Siguió.—venía dispuesto a decirte lo que siento, pero al verte bajar de su auto, con esa sonrisa, esa enorme sonrisa de niña, tan inocente, tan llena de vida, no pude evitar sentir como moría una parte de mí.

Sus palabras me habían dado un enorme sentimiento, sentía que algo se quemaba dentro de mí, las lágrimas estaban nuevamente comenzando a salir, pero no era de tristeza, tampoco de miedo, eran lágrimas de alegría. Esto se debía a que Drake evitó durante todo este tiempo el amor, huyendo de el a toda costa, el tenía miedo de salir lastimado nuevamente, y me conmovió por completo que hiciera a un lado sus miedos y decidiera arriesgarse nuevamente, conmigo, algo que llevaba deseando hace unos meses.

—Drake, el tipo del que hablas no....—No pude de articular la palabra, porque Drake en un rápido movimiento de desesperación junto mis labios con los suyos, oprimiendo suavemente mi cuerpo hacia el tomándome con uno de sus brazos de la cintura, y con otro del cuello, envolviéndome en un cálido abrazo, su acción me tomó por sorpresa, pero no me resistí en lo absoluto, al contrario le seguí el beso, con una pasión indescriptible.

—Clariss, te amo.—Dijo despegándose un poco de mi, pude sentir su aliento golpear mi rostro, y eso solo hizo que mis ganas de seguirlo besando aumentaran, pero pude controlarme.

—Yo igual Drake.—dije hundiendo mi cara en su cuello.—Como no tienes idea.

Estuvimos unos minutos abrazados, envueltos en un silencio total, pero agradable.

—Oye Drake, ¿por donde dices qué entraste?

—Por tu ventana, no había opción.—Dijo riendo de forma traviesa.

—Pero...La puerta estaba abierta.

Bajó su mirada hacia la mía frunciendo el ceño algo confundido, hubo un silencio de 3 segundos, pero este se disipó con nuestras risas, parecíamos 2 retrasados mentales, ya extrañaba este tipo de situaciones, donde el retraso de uno encajaba perfectamente con el retraso del otro. Era ese mi estereotipo de relación perfecta....

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