Solamente Recuerdos, Pero Aquí Estamos!

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     Oscureció el paisaje en las Montañas Paoz —completamente—, cuando la madre cansina por su recorrido, frenó el vehículo, descargó sus bultos, y sacó sus llaves para abrir la entrada de su morada... y como la casa no estaba sola, los presentes le dieron la bienvenida antes de que pudiera tocar siquiera la puerta: "mamá!".

     A la hora de la cena (la dichosa hora), en la mesa:

  —Ummm, mam-má, los chomis están más deliciosos que-m ayer! glum...— el niño comía, sonreía y hablaba (triple trabajo).

  —Goten, no hables con la boca llena!— le reprende Milk al niño.

  —Sí-m Goten-m, no lo hagasm— le dice el hermanon mayor, haciendo lo que le restringía.

  —Gohan, tú tampoco!

  —Eh je... perdón mamá, es que hace tiempo que no comía aquí.

  —Hace... hace tiempo— la madre repitió, tartamudeó, y dejó los cubiertos solamente quietos en sus manos, sólo Gohan la notó, y ella... se apresuró a borrar sus muecas de preocupación, comió y aparentó normalidad, callada nada más.

  —M-mamá-m... ay, perdónm— pasó la comida -mamá ¿sucede algo?

  —N-no hijo— dio un bocado rápido —... es que... solamente, recuerdos...

  —ué recuerdos mamá?— el niño también se llenó de intriga.

  —Nada!, es hora de cenar, sencillamente pensé en que si a tu padre se le había ocurrido no acompañarnos esta navidad— comió sola, los hijos la miraban, esperando, pedían en su mirada una contestación de la madre en la mesa.

     El ambiente se tornó denso, a mitad de la cena: todavía, reteniendo las palabra en su boca, Milk vio los rostros de sus hijos, en vilo, rogándole sin voz su respuesta... y ya no fue capaz de ignorarles en lo que corrieron segundos, lanzó unas palabras, aunque fuera, únicamente para calmar a su familia, a su familia incompleta.

  —Hijos, probablemente, pese a que me hizo una promesa, Goku que se retrazó, no esté esta navidad, pero...— hizo una breve pausa para respirar y seguir: —tengan por seguro que cuentan conmigo... ¡Sea como sea les daré una bonita navidad porque los QUIERO MUCHO!

     En comedor quedó silencioso por unos instantes, pero, al cabo de esos instantes, los hijos apartando sus platillos se abalanzaron hacia la mujer que parecía creerse estar sola, para enseñarle donde estaba su apoyo y su compañía... en ellos, sus hijos que la adoraban!:

  —Mamá, no hay por qué preocuparse por demás, hemos pasado muchas navidades nosotros solos— le indicó su hijo Gohan

  —SÍ! Además mi papito prometió volver, sé que llegará pronto!— le señala Goten, con su tierna sonrisa.

     Un segundo más... y la mujer se rindió en el pecho del mayor, y lo apretó más fuerte de lo que el saiyajin a ella, y el pequeño fue a entremeterse en los brazos cariñosos de su madre, para sonreirle y susurrarle junto a su hermano, quedito, sobre su hombro:

  —Mamá!... te quiero!

  —Estaremos aquí para la navidad, papá vendrá tarde o temprano... te quiero...

     La noche encendida de centenares de estrellas se veía en el campo, era noche en las Montañas Paoz, una noche iluminada, bella y de paz.

     La ama de casa cargaba con el peso de una bonita promesa aparentemente echada... pero: 

      Porque en su pecho se encendió el amor materno... ninguna lágrima por un deseo leve, valdría más que el abrazo adorable de sus hijos... que la quieren!

     Los minutos siguientes, la morada de los Son, fue adornada de una conversación animosa y de risas, formando una atmósfera acogedora...

  —Gracias por todo mamá, y tú, Goten, dale una buena compañía a mamá y no le des problemas— se despedía Gohan, con su madre y hermano al lado de la puerta de la casa.

  —Está bien hermano!

  —Gohan, realmente no te olvidas de nada? no quieres algo más?

  —No mamá, estoy bien, sólo quiero que descanses ¿sí?

  —Ay hijo mío... tú también ve a descansar.

  —Sí!-— el saiyajin, flotaba sobre el pasto, y mueve su mano en gesto de despedida.

  —Adiós! Recuerden que nos veremos muy pronto!

  —Adiós! No te descuides de tus estudios!

  —Adiós hermanito— saltaba el pequeño despidiéndolo.

     Y Gohan, muy elevado sobre el terreno, resaltando él en el nocturnal cielo, llamó de lo alto desde una calculada distancia:

  —Ahora mamá, ahora Goten!

     Y los nombrados corrieron para dentro del hogar entusiasmados... y entonces, dentro de un periodito de tiempo, entre los ruidos rumorosos nocturnales:

  —Fabuloso! ¡MUY BIEN HECHO! Ahora sí, ¡adiós!

     El hogar de los Son lució luces multicolores, la casa —apagadas sus luces mayores— daba un mini espectáculo del interior al inmenso patio, del que se deleitaba el pequeño Goten, mientras que Milk miraba complacida lo que lograba solamente, con sus hijos.

  —Buena noche— murmuró la madre para el pequeño, en un instante, en lo que miraban el juego de las luces.

  —Ya mamá? son vacaciones...— sentenció el pequeño, trayendo con su cara de juguetona a triste, compasión en Milk, quien reparó dulcemente:

  —Bueno... que te parece si te escondes, y si te encuentro te duermes?

  —MAMÁ! Claro que sí...!- y así como le brotó una sonrisa repentina en el rostro, repentinamente desaparece de los ojos de la madre.

  —Goten... no creas que no puedo sentir la presencia de mi propio hijo!- y el niño rió sin querer... (lástima!). Y ordenó suavemente la mujer:

  —A la cama Goten!

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El tema: Silent Night, Holy Night de Rick Betts

 Hola nuevamente!

Una promesa, dónde está Goku?, las horas para el instante de un encuentro... están cerca.
Espero que esté siendo muy de su agrado este pequeño fic, y desde ya, les agradezco a TODAS ustedes por tener la amabilidad de aceptar mi invitación, por mi parte, veré qué o cuánto más haré para responder a sus votos, y, a su compañía.

Gracias a todas! y si desean seguir esta obra, vamos, nos encontramos mañana!

GOCHI: Bajo el MuérdagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora