Seguía sin saber que estaba pasando y mi reloj marcaba únicamente ocho minutos contra una hora y veinte de John. Miré nuevamente el tablero, y me percaté de algo que no había visto... Si capturaba esa torre, ¡habría perdido la partida por Qxf2#!. Después de todo no eran jugadas al azar y el sabía lo que estaba haciendo, me dejé llevar demasiado por la emoción de ganar piezas y estaba a punto de caer en mi propio veneno. Me estaba subestimando, pero no funcionaría... cerré los ojos y, me encontraba flotando en un abismo con solo un tablero frente a mi, no había siluetas, no estaba John, no había reloj, nisiquiera un suelo o un techo. Las piezas cobraron vida y se empezaron a mover por todo el tablero mostrandome las jugadas más lógicas y creativas. No era en absoluto ajeno a aquella sensación, de hecho, ¡la conocía perfectamente!, pero... únicamente en mi cabeza, solo en las partidas serias he logrado eso, ¡una concentración total!. La primera vez que logré tal estado logré derrotar a mi papá por primera vez. La segunda vez fué en aquel mini torneo de la escuela hace un año, aquel que me convertiría en algo cercano a una celebridad del ajedrez en esta escuela, la última partida de la final contra Barend, tenía blancas, una pieza menor abajo y una posición totalmente perdida... y entonces pasó, me encontraba en ese mismo abismo, y mis últimas jugadas fueron tan precisas que terminé ganando un peón de más y con eso ganando la partida. Desde esa vez no me había vuelto a sentir así, recuerdo que me dolió mucho la cabeza al terminar el encuentro, pero ahora todo esto se materializa y está aquí... ¿qué es lo que estaba pasando?.Me quedaban solo 3 minutos así que no perdí más tiempo, abrí los ojos y realicé mi jugada.
5. e3..., la cosa que hace un momento me atacó seguía delante mio; al ver que no capture aquella torre, que sin duda sería una jugada suicida, enfureció y guardo su guadaña. La partida se prolongó más de lo que esperaba. A pesar de que iba más de una hora abajo, no me preocupaba..., el tiempo no era problema ahora. Sabía que tirar y en que momento tirarlo, el juego se había vuelto muy sencillo en mi cabeza como si ya tuviera escrito un algoritmo único. John se tomaba su tiempo y antes de darme cuenta, ya no había diferencia en el reloj. El incremento por jugada nos mantenía en cerca de 40 segundos a cada uno, estábamos a 3 jugadas de terminar esta pesadilla, ya lo había visualizado todo en mi mente. John solo lo alargaba demasiado... no había salida. Miraba desesperadamente el tablero buscando el movimiento que lo salvaría, que le daría la vuelta a la partida, por supuesto, no lo encontraría. Por fin hizo su última jugada. Tomé mi reina y al soltarla en el tablero seguido de un ¡jaque mate!, el silencio se rompió bruscamente por un alarido desgarrador producido por la sombra que estaba detrás de mi. Me tapé los oídos para evitar oírlo, pero era demasiado intenso, no era fuerte de volúmen pero aquella frecuencia parecía penetrarte hasta el alma. El ser blandió su guadaña y se abalanzó sobre John. Me agaché rápidamente para no ser alcanzado, pero la velocidad de la sombra era tal que me hizo perder el equilibrio y caer al piso. Justo como me había pasado a mi, John fué atravesado completamente con el arma de aquella cosa, esta estaba extrayendo una masa negra y espesa de su cuerpo, continuó así hasta que parecía haberse llevado todo, acto seguido desapareció al mismo tiempo que la otra sombra.
"Las nubes negras comenzaron a disiparse y los rayos del sol volvían a entrar por la ventana. El viento se detuvo. Todo volvía a la normalidad"
Yo seguía en el suelo mirando la escena atónito sin saber que hacer hasta que el sonido del cuerpo de John impactando contra el suelo me hizo reaccionar. Corrí hacia el.
—John... ¿te encuentras bien? —le pregunté mientras lo levantaba del brazo, solo para darme cuenta de la cicatriz en forma de veintiocho que tenía en la frente. No entendía bien que estaba pasando..., Las piezas del tablero estaban acomodadas, el reloj no había sido activado y todos se miraban entre ellos intentando encontrar la respuesta en alguién. Rápidamente coloqué el brazo de John alrededor de mi cuello y lo llevé a la enfermería. Sorpresivamente nadie hacia comentarios, era como si ellos no pudieran ver aquellas cosas o incluso el número en la frente de John, como si no hubiera pasado nada...
Al llegar, la enfermera se levantó de su asiento e inmediatamente me ayudó a cargar a John hacia una de las camillas.
—¿Qué pasó? —preguntó la enfermera.
—No lo se... —contesté tratando de ocultar el nerviosismo que estaba sientiendo— de repente se empezó a sentir mal y lo traje aquí.La enfermera me miró con ojos de escepticismo, nunca he sabido mentir y era obvio que no me había creído, igual no preguntó nada y después de hacerle unos estudios dijo:
—Solo es un desmayo por baja presión, déjalo que descanse, en un rato despertará, cuando lo haga haz que tome esto... —me dió unas pastillas, y cuando las tomé, sin soltarlas agregó— pero hay algo que me preocupa... cuando despierte dile que necesito hablar con el.
—Humm... se lo diré —contesté aún sin asimilar lo que había ocurrido."En ese momento alguién más había llegado y la enfermera se tuvo que retirar, dejando a Einer con John"
Miraba confundido al suelo dándole vueltas en mi cabeza a lo sucedido. ¿Qué eran esas cosas enormes detrás de nosotros?, ¿por qué nadie dijo nada al respecto?, pudo haber sido un sueño... la sensación que sentí cuando la sombra detrás de John me atravesó y ví mi cuerpo separándose se parecía mucho a cuando sueñas que vuelas. La mayoría de esos sueños son producidos por el exceso de preocupaciones en una persona, tu sueño refleja tu deseo en ese momento... ¿podría ser que estaba muy atiborrado de problemas y mi mente intentaba decirme algo?, aunque así fuera se sintió muy real...
Miré el reloj de pared que colgaba sobre la puerta del cuarto con las camillas, apenas habían pasado poco más de 40 minutos desde la hora de entrada. Mi partida con John había durado al menos 3 horas..., no podía más, me dolía la cabeza. Me encogí en la silla colocando mis antebrazos en las piernas y agachando la cabeza cerré los ojos un momento. Dejé que el tiempo pasara..., sin darme cuenta comencé a concentrarme en mi respiración y poco a poco me fuí relajando al punto de quedarme dormido. Comencé a soñar... esos ojos rojos resplandecientes me estaban mirando fijamente, los ojos de aquella sombra que me había atacado. Esta vez estaba jugando contra el, movía las piezas con una enorme mano negra transparente con dedos afilados. Mi tiempo estaba a punto de agotarse, pero al intentar tirar, mi cuerpo no se movía. La sombra que me había defendido se encontraba detrás de mi, con una voz de ultratumba me repetía constantemente al oído "solo concéntrate... concéntrate" quedaban treinta segundos en el reloj y con cada segundo que pasaba mi oponente se ponía más ansioso y comenzaba a revelar su guadaña de entre su túnica. Me empezó a invadir un terror horrible, no quería sentir esa sofocante sensación de nuevo, era como estar al borde de la muerte, intentaba moverme desesperadamente sin conseguir nada, únicamente podía mover mis ojos alrededor, comencé a sudar demasiado y mi pulso se aceleró, quedaban cinco segundos, quería gritar pero el no poder moverme ahogaba mi grito. Quedaban dos segundos... el tiempo comenzó a correr más lento, mi rival había sacado completamente la guadaña, pude sentir una gota de sudor recorriendo desde mi frente todo mi rostro hasta impactarse con el tablero, momento justo en el que el reloj marcó cero y el ser levantó la guadaña para atacarme nuevamente, en milésimas de segundo mi cuerpo recuperó su movimiento, el grito desgarrador se escuchó de nuevo mientras el LED del reloj en medio de el tiempo de ambos jugadores se encendió en rojo indicando que uno de los dos había perdido. En ese momento la sombra detrás de mi tocó mi espalda mientras comenzó a gritar mi nombre, entonces, desperté de un salto exaltado, con un terror indescriptible que poco a poco desapareció al escuchar la voz de John diciendo mi nombre y ver su mano en mi espalda.
—Perdón por haberte asustado —exclamó sintiéndose culpable como si hubiera hecho algo muy grave.
—Ya despertaste, genial. —dije sin prestar atención para que no se sintiera culpable— ten, tomate esto, te sentirás mejor.
—¿Qué es esto?
—Unas pastillas que me dio la enfermera, también me dijo que necesita hablar contigo.Al decir eso, el rostro de John pasó de alguién tranquilo a alguién preocupado, me dijo que ya se sentía mejor y que nos fuéramos rápido porque tenía clases.
—¡Espera!, ¿no hablarás con la enfermera? —pregunté mientras lo tomaba del brazo.
—No puedo, ya es tarde, luego hablamos.Convenientemente no había nadie en la enfermería así que se fué y yo hice lo propio.
ESTÁS LEYENDO
La última jugada
Mystery / ThrillerEiner, un adolescente común, se ve envuelto en un mundo de misterio y peligro cuando su amigo John muere en circunstancias inexplicables después de una partida de ajedrez. Pronto descubre que el ajedrez tiene un poder oscuro y antiguo, vinculado a u...