STRIP CLUB (Zayn Malik)

6

Le pesaba el cuerpo, le dolían las piernas y se sentía mucho más mayor de lo que era en realidad. Subió las escaleras de metal del Club Edom arrastrando los pies, se dejó caer frente a su tocador y se pasó las manos por el pelo. Era demasiado pronto para que ninguna de las chicas anduviera por allí, y demasiado tarde para echarse atrás.

Tenía que subir al despacho de Anwar y explicarle la situación. Ya no podía seguir trabajando allí ni una noche más, le daba igual el dinero, le daba igual todo; necesitaba irse.

Pero aquella noche sí que debía hacerlo. Así que, como tenía tiempo de sobra hasta que volvieran, se quitó los vaqueros y el jersey se colocó su ropa de trabajo: un vestido morado oscuro, semitransparente, con dos tiras que cubrían sus pechos y una abertura hasta la cadera, haciendo que su muslo quedara totalmente descubierto.

Estaba tan cansada de aquellos vestidos, de toda esa vida...

Se recogió el pelo en un moño mientras se maquillaba sutilmente, casi había terminado cuando le vio a través del espejo, parado en la puerta, con su impoluto traje negro. El estómago le dio un vuelco, pero apartó la mirada y cerró su estuche de maquillaje, sin decir nada. Zayn avanzó hacia ella.

-¿Podemos hablar? - le preguntó, con la voz mas ronca de lo normal.

-Tengo que trabajar.

-No empiezas hasta dentro de una hora - Zayn se interpuso entre la chica y las escaleras - Por favor.

-No tengo elección, ¿verdad? - Elizabeth se cruzó de brazos - Habla.

Se percató de las orejas que se le habían formado al chico alrededor de los ojos, e incluso así, estaba hermoso. Se mordió el labio inferior y suspiró hondo varias veces antes de comenzar. Elizabeth ya sabía lo que le iba a decir, le conocía lo suficiente como para estar segura de que no iba a dejar pasar el altercado de la noche anterior.

-No puedo dejar de pensar en ti - soltó él - En lo de anoche. Verte allí con mi padre... después de lo que te hizo... quise matarlo.

-No digas tonterías, Zayn.

-Es la verdad. Me di cuenta ayer de que no soportaría verte con otro hombre, de que no soporto que te desnudes delante de ellos todas las noches, no soporto que trabajes aquí.

-¿Me estas echando? - preguntó ella, alzando una ceja.

-No, claro que no. Eso depende de ti. Solo te estoy diciendo como me siento.

-Ah.

Zayn la miró directamente a los ojos y dio un paso hacia ella, hasta que estuvo lo suficientemente cerca para alzar la mano y tocarle la mejilla con la yema de los dedos.

-Elizabeth... - susurró - Estoy loco por ti.

Y fue entonces cuando la besó, y el cuerpo de la chica se negó a rechazar aquel beso. Pasó los brazos alrededor del cuello de Zayn y se acercó por completo a él. Cuando él la besaba era capaz de olvidarlo todo, cuando la besaba solo estaban ellos dos. Notó las manos de Zayn bajando por su cintura hasta asentarse en la cadera y después una de ellas se posaba sobre su trasero. Rió contra su boca y le aflojó la corbata, hasta desanudarla por completo y tirarla al suelo.

Zayn echó un vistazo pro encima de su hombro y cuando se cercioró de que la madera del tocador estaba limpia de objetos, alzó a la chica y la sentó en ella, para colocarse entre sus piernas. No podía creer que estuviera a punto de acostarse otra vez con Zayn; pero quería hacerlo.

Llevó las manos al cinturón de Zayn y lo desabrochó, después bajó la cremallera del pantalón e introdujo la mano dentro de él, en busca de su miembro. Zayn gruñó y le levantó el vestido todo lo que pudo, hasta que fue capaz de quitarle la ropa interior inferior que tanto le estaba molestando.

Elizabeth tuvo que dejar de tocarle cuando él empezó a masturbarla a ella, pero le quería dentro, así que apartó la mano de Zayn, lo que le hizo sonreír, y se introdujo dentro de la chica. Se agarraron, se besaron, se mordieron.

La madera del tocador no paraba de chocar contra la pared, produciendo un profundo y continuo ruido. Ellos no lo escucharon, pero alguien sí.

Miranda Hastings acababa de llegar a su lugar de trabajo y cuando asomó la cabeza por el backstage para saber de dónde venía ese ruido, sus ojos no podían creer lo que estaban viendo. Se tapó la boca con la mano para no gritar allí mismo.

Sabía que Zayn estaba prometido, conocía a Karen. No podía creer que le estuviera haciendo algo así. Y mucho menos con esa.

Bajó las escaleras echa una furia por no ser ella; y a la vez con una sonrisa malvada en el rostro, eso no iba a quedarse así.

Se arregló el vestido y volvió a ponerse la ropa interior cuando Zayn se apartó de ella por completo. Aquello había sido una completa locura, ¿en qué coño estaba pensando?

Él la miró directamente a los ojos, pero ella desvió la mirada.

-Creo que deberías irte - dijo - Tengo que trabajar y... me distraes.

Zayn parpadeó un par de veces antes de responder.

-Lo siento, ya me voy.

Cuando el chico cruzó el umbral de la puerta y desapareció escaleras abajo, se llevó las manos a la cara y dejó salir todo el aire que había estado conteniendo en los pulmones. De dijo a sí misma que no debía llorar, aquello no tenía ningún sentido.

Se estaba volviendo loca.

No consiguió olvidar la manera en que Zayn la tocaba ni un segundo durante el resto de la noche, mientras bailaba y se desnudaba para otro cliente, ni como la miraba. Intentó que el frío de la barra de poledance le aclarase la cabeza, pero fue imposible y tuvo que cerrar los ojos con fuerza para evitar que las lágrimas empezasen a caer por sus mejillas.

Cuando acabó la noche, el cliente parecía más que feliz de haberla visto en aquel estado tan... débil, y volvió a sentirse una auténtica basura. Un objeto más con el que jugar del Club Edom.

Mientras salía del club, feliz de que al menos Anwar no hubiera aparecido por allí, se dio cuenta de que se había quedado atrapada en un círculo vicioso del que no era capaz de salir, de que una noche tras otra se repetía que debía irse de allí, dejar todo aquello y volver a su hogar; y de que noche tras noche seguía volviendo allí, con la esperanza de que las cosas fueran diferentes.

Con la esperanza de que Zayn por fin se quedara con ella.