STRIP CLUB (Zayn Malik)

7

Zayn llegó a casa sintiéndose completamente derrotado. Sabía lo que quería, y era a Elizabeth; pero su compromiso con Karen y el respeto por su padre estaban acabando con él.

Hacía unos meses lo tenía todo perfectamente planeado, porque así era él, le encantaba tenerlo todo bajo control; pero desde que Elizabeth había entrado en su vida lo había desordenado todo. Había conseguido que odiara a su padre y que lo que sentía por Karen quedase reducido a la nada.

Tiró las llaves sobre la encimera de la cocina y se deshizo el nudo de la corbata con un movimiento brusco, después sacó la cajetilla de tabaco del pantalón y se encendió un cigarro. Se apretó el entrecejo con los dedos y dejó que la nicotina reposase en sus pulmones más segundos de los necesarios antes de exhalarla.

El sonido de su nombre en sus labios le hizo sobresaltarse y alzar la mirada en busca de su prometida.

Karen se encontraba se pie, tras la isla de la cocina, con los brazos cruzados bajo el pecho, los ojos rojos y los labios hinchados. Zayn alzó una ceja, no entendía nada.

-¿Ha pasado algo? - le preguntó, serio.

Karen rió con amargura y rodeó la isla para acercarse a él.

-No sé, ¿no tienes nada que contarme?

Zayn le dio una calada a su cigarro, prácticamente consumido y se encogió de hombros.

-No, la verdad.

-Ya, claro - soltó Karen - Increíble.

-Mira Karen, estoy muy cansado, si me disculpas...

Intentó pasar por su lado, pero la chica le agarró de la americana demasiado fuerte, obligándole a mirarla. Antes de que pudiera hablar, le golpeó el pecho con los puños al tiempo que gritaba:

-¡¿Cómo has podido hacerme esto, Zayn?! ¡¿Cómo has podido?!

-¡¿De qué cojones estás hablando?! - gritó él - ¡No he hecho nada!

Consiguió alejarse de Karen, pero la chica volvió a dar un paso al frente y le dio una bofetada.

-¡¿Te parece poco ponerme los cuernos?!

El cuerpo de Zayn se quedó completamente rígido, ¿cómo había podido enterarse? Había sido muy discreto. Como hubiera sido Luke, el recepcionista, iba a asegurarse de que no volvía a encontrar trabajo en mucho tiempo. La expresión de su cara le delató por completo y Karen volvió a empujarle.

-¡CONTÉSTAME! ¿FOLLA ESA PUTA MEJOR QUE YO? - volvió a reír - SÍ, SEGURO QUE SÍ.

Fue entonces cuando el chico la apuntó con el índice, con la mandíbula apretada.

-Como vuelvas a llamarla puta, a insinuarlo siquiera...

-¿¡Que vas a hacer, eh?! ¿Pegarme? - Karen estaba totalmente fuera de sí, con los ojos inyectados en sangre.

-Eres una inmadura - soltó Zayn, porque el grado de los descalificativos que cruzaban su mente no eran dignos de ser dichos en voz alta.

Volvió a sortear a Karen, agarró las llaves de la encimera y se dirigió a la puerta.

-¿Ni siquiera vas a tener la decencia de explicarte, no? - le preguntó su prometida, todavía parada en mitad de la cocina.

-No hay nada que explicar, Karen - Zayn la miró - Me acosté con ella.

Sabía que se estaba comportando como un auténtico cabrón, que Karen no se merecía aquello; pero no podía evitarlo.

-Con la chica de la fiesta - afirmó ella, que lo había sospechado desde el momento en que vió como Zayn la miraba. Porque a ella jamás la había mirado así.

No sabía con exactitud que se hubieran acostado, pero sí que sentía algo por ella.

Zayn desvió la mirada y se pasó la lengua por el labio inferior. Claro que había sido con la chica de la fiesta.

-¿Ha sido solo con ella? ¿O con alguien mas? - volvió a preguntar Karen.

-Ha sido solo con ella.

-Entonces te gusta - rió de nuevo con amargura cuando Zayn volvió a desviar la mirada. Jamás le había visto con las defensas tan bajas - No me lo puedo creer; te gusta de verdad.

-Karen, para por favor. No es bueno para ninguno de los dos que sigas por ese camino.

-Necesito saberlo - Karen se pasó las manos por el pelo, echándolo hacia atrás, completamente desesperada - Joder, no puedo creerlo. Pensé que... dios.

Y fue en ese momento cuando se derrumbó por completo, las lágrimas recorrieron sus mejillas y un sollozo se escapó de lo mas hondo de su ser. Se llevó las manos a la cara, jamás había llorado así; pero tampoco le habían roto el corazón antes.

Había construido toda una vida con Zayn en su mente, una vida perfecta y feliz. Y ahora todo se había ido a la mierda, todo por culpa de esa chica.

Cuando notó los brazos de Zayn rodeando su cuerpo y acercándola al suyo no tuvo fuerzas para apartarle, porque su parte más masoquista seguía amando aquel contacto y no quería apartarse de él jamás. Volvió a sollozar cuando Zayn comenzó a pasar los dedos por su pelo.

Fue capaz de separarse los suficiente de él para preguntar:

-¿Cuantas veces? - con un hilo de voz, completamente rota.

Zayn también tenía los ojos vidriosos, se acercó para besarle la frente, pero Karen se apartó y volvió a mirarle.

-Por favor, necesito saberlo, Zayn.

-Dos - y entonces él también se rompió.

Apretó a Karen contra su cuerpo y dejó que las lágrimas abandonasen su cuerpo, unas lágrimas que llevaban mucho tiempo escondidas en él. Lloró mientras sujetaba a Karen contra él porque temía que si la soltaba, él también se derrumbara por completo.

-Lo siento Karen, lo siento tanto...

Verla llorar le estaba destrozando más de lo que ya estaba. Verla llorar hacía que su cerebro y su corazón se enzarzasen en una lucha que no podría tener final feliz; uno de los dos acabaría perdiendo. Todavía no sabía cual.

No fue consciente de cuanto tiempo estuvieron así, abrazados como dos locos en mitad de la cocina. Sollozando. Pero al final todo se calmó. Karen fue la primera en dejar de llorar, le besó la mejilla y preparó café.

Ambos se sentaron en el sofá con una taza bien llena, y se quedaron allí varios minutos -u horas- más. Vieron el amanecer sin decir una palabra y cuando se hizo de día, Karen habló.

-Creo que puedo llegar a perdonarte - dijo - Pero necesito que me prometas que no volverá a pasar.

Zayn clavó sus ojos en ella. Estaba completamente seria. Supo lo que iba a decir incluso antes de que abriera la boca.

-La quiero fuera del club esta noche, y de la ciudad.

Se odió a sí mismo por lo que hizo después.

Porque asintió, y le prometió a Karen que lo haría. Echaría a Elizabeth del Club y le daría el dinero suficiente para que empezara una vida en otra ciudad, lejos de allí. Porque Londres no era lo suficientemente grande para mantenerlos separados.

Quizá no lo fuera toda Inglaterra.

Pero aquello era lo mejor. Jamás podrían estar juntos; ella era mucho mejor que él, siempre lo había sabido. Elizabeth se merecía mucho más que todo aquel ambiente de mierda. Él jamás se merecería a alguien así, como ella, con una sonrisa que era capaz de pararle el corazón.

Se durmió pensando en ella. En lo bien que se había sentido tener su pelo entre sus dedos, sentir su piel contra su cuerpo, sus labios sobre los suyos.

Se despertó con lágrimas en los ojos, porque sabía que jamás se perdonaría lo que estaba a punto de hacer.

Y porque sabía que después de aquello, no iba a recuperarla nunca.