Capítulo 8: Noticias Y Algunas Promesas

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POV: NORMAL

Unos muy lindos pero tristes ojos color miel se abrían por el breve sol de la mañana que entraba por la ventana. Se sentó lentamente y observó con tristeza la habitación. Desde que había vuelto ese año, eran ya tres veces en las que había despertado ahí.

Sin poder evitarlo, las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas. El dolor por lo ocurrido volvía con más fuerza y saber que ese chico había pasado muchas horas en vela solo por alguien como ella, hacia que se sintiera culpable por eso también.

Paseó su vista buscándolo y lo encontró en un sofá cerca de la ventana con un libro en su pecho mientras dormía profundamente. Si, lo mejor sería que se alejara de él. Draco ya tenía suficientes problemas como para acarrearle más.

Con eso en mente, se levantó lentamente y cuando estuvo de pie volvió a sentir ese mismo mareo y un leve dolor en el vientre, al menos ya no le dolía tanto así que caminó sosteniéndose de la pared hasta que llegó a la puerta, salió de la habitación en el mayor silencio posible y llegó hasta la suya, entro a su baño y tras desvestirse procedió a tomar una ducha.

Terminó sentada en el suelo del baño mientras el agua que caía se mezclaba con sus lágrimas. Aun cuando dijeran que no tenía la culpa, ella sabía que sí, si no hubiera confiado en ese sujeto, nada le habría pasado. Si no hubiera caminado sola no habría ocurrido lo del bosque.

Y luego estaba en lo que no quería pensar. Esa voz, esa persona que la acorraló en el pasillo. Sabía que era él.

Sabía que lo conocía, pero había algo que le impedía reconocerlo, sabía que él le había hecho eso en el bosque, pero por más que forzaba a su mente a que recordara quien era, solo lograba toparse con pared.

Volvió a llorar mientras el agua se llevaba las lágrimas. Por más que trataba de no hacerlo la tristeza siempre la consumía, sobre todo porque tenía cierta idea del porqué de su dolor en el vientre. Era una sospecha que tenía desde antes de escapar, pero se negaba a creerla ya que, si era verdad, estaría condenando a un ser inocente.

Cuando terminó su ducha, salió envuelta en una toalla y caminó lentamente hasta una de las maletas que había logrado convocar, aún tenía que buscar como resolver lo de su varita. Sacó de ahí una maleta más pequeña y de esta sacó una cajita rectangular color azul, volvió al baño y procedió a hacer la prueba.

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En la otra habitación, el rubio despertó sobre saltado. Otra vez una pesadilla, otra vez soñando con "ella". Últimamente, esa pesadilla se repetía constantemente, solo que ahora había una diferencia. El llanto de un bebé.

Aun pensando en eso, se sentó mejor en el sofá mientras recorría su habitación con la mirada buscándola y tuvo un breve momento de pánico cuando descubrió que ella no estaba ahí. Eso, hasta que se reprendió recordándose que probablemente, ella estaba en su propia habitación.

Se levantó y caminó hasta la puerta, asomó solo su cabeza y pudo oír una puerta cerrándose en el cuarto de ella así que supuso que se había metido al baño.

Volvió a su cuarto y también tomo una ducha. Mientras sentía el agua resbalar por su cuerpo, se puso a pensar en todo lo que iba a pasar de ahora en adelante. Muchos cambios y cosas por enfrentar incluyendo la sospecha que venía pasando por su cabeza desde el inicio.

Pero no importaba lo que fuera a pasar, él no la dejaría sola con esto. él estaría con ella como debió estar desde que la volvió a encontrar. Solo de una cosa estaba completamente seguro, no la perdería, por nada ni por nadie.

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