°×Día One: Confesión×°

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Pequeños pasos en el césped se escuchaban en aquel pequeño bosque cerca de una casa un poco lejos de la ciudad. Un niño de aproximadamente seis o siete años era el responsable de aquellos débiles ruidos. Poco a poco se acercaba aun arbusto algo grande, sonrió al estar cerca. Estaba jugando con su hermano gemelos a las escondidas y a el le tocaba buscar en ese instante, sus pequeñas manos se dirigieron al arbusto sujetándolo con fuerza y esa misma fuerza fue utilizada para separarlas y ver el interior del mismo.

—¡Aquí Estas!— Grito con su voz chillona y con la seguridad de que su hermano se encontraba ahí pero se había equivocado, no estaba ahí. Se alejo del arbusto y comenzó a rascar su mentón levemente. —¿Donde estará Golden?

Uno segundos después sintió un empujón en su espalda mientras rodaba en el césped junto con otra persona, pararon de rodar cuando un árbol les hizo el favor de detenerlos como siempre lo hacia. No era la primera vez que ambos rodaban por el césped. Ambos quedaron uno encima del otro, con sus caras a leves centímetros de juntarse. El mayor, que era el rubio por insignificantes noventa segundos, con sus brazos hizo el soporte para que sus caras no se juntaran, su hermano están debajo de él.

—Te encontré— Susurró el albino tocando la mejilla derecha de su hermano sonriendo ampliamente —Gané

Nop, yo te encontré primero. Así que yo gané Gold— Se acerco a la cara de su hermano.

Nuuuu, tu ganaste la vez pasada. Me toca ganar a mi esta vez— Infló sus mejillas haciendo un puchero.

—¡Tu ganaste la vez pasada! Me toca a mí— También infló sus mejillas

—¡No, a mí!— Siguió insistiendo

—¡A mí!— Y el otro no se quedo atrás

—¡A mí!— Bueno, esas peleas eran normales en ambos, así se tratan.

—¡A mí!

—¡A mí!

—¡A ti!

—¡A ti!

—Bueno, gane yo...— Habló Victorioso el rubio

—¡Hey! ¡No se vale!Le dio vuelta a su hermano quedando el arriba se sentó en sus piernas y con sus manos pequeñas comenzó a golpear el pecho de este débilmente. Este reía, este se sentó aun con su gemelo en sus piernas.

Ambos estaban cara a cara,se vieron a los ojos y sonrieron mutuamente. Sip, así era cada día, jugaban, rodaban por el césped, peleaban por cualquier cosa, el albino le pegaba débilmente a su hermano y luego paraba para ambos sonreír mutuamente. La inocencia, ¿Que se le a de hacer?

—Te quiero Gadiel— Susurró el rubio que juntaba su frente con la de su hermano.

—Yo te amo Gabriel...— Frotó sus narices con amor, su hermano tomo sus mejillas y lo vio a los ojos con un ligero sonrojo.

—En ese caso, yo te amo mucho más copito de nieve— El del apodo se sonrojo notablemente por su piel pálida ¿Que? Cuando eran pequeños Gold era el más Inocente, Inofensivo, Adorable todo lo contrario a lo que es en la actualidad.

—¡Golden! ¡Mira como pusiste mi cara!— Hacia un puchero con sus mejillas como dos fresas, el mencionado río ante las actitudes de su hermano.

Se acercó a su cara donde unió sus labios en un inocente beso que solo era unión de labios y nada más. Ambos cerraron sus pequeños ojos, disfrutando el sabor de los labios de contrario. Agridulce describiría ese beso a la perfección, Agrios por los del menor y dulces por los del mayor, al separarse ambos parpadearon. Ese no era su primer beso, era uno de muchos que se daban.

×°GOLDOLD  WEEK°×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora