Treinta y nueve

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Dua POV

Llegamos a la habitación del hotel, ella unida a mi cuerpo con sus besos desesperados y yo con mis caricias impacientes por desnudarla.

La recosté en el sofá mientras buscaba los botones de su vestido, ella levantó un poco la tela para que la tocara, estaba hirviendo, húmeda y hambrienta de mí.

El teléfono encima de la mesa comenzó a timbrar, yo continué con los besos y ella se removió debajo de mi cuerpo, las siguientes llamadas comenzaron a ser molestas, así que debía apagarlo.

Extendí mi mano al primer botón para apagarlo y Camila continuó besando mi cuello.

"Joder...espera un momento, amor".

Ella inmediatamente se detuvo y yo me levanté del sofá para apagar el teléfono y buscar su mano para llevarla a la cama.

"¿Todo bien?".

"Si...todo está bien" le sonreí para llevarla al pasillo pero comenzó a empujarme contra el fuerte cristal que funcionaba como pared con vista a las afueras del hotel, cerca del mar.

La aprioné con mis brazos, dejando que su pecho quedara junto al cristal, de espaldas a mí.

"Por fuerza en las manos" coloqué las mías encima de las de ella y las posicioné donde quería que estuvieran. Mis rodillas separaron sus piernas y mi mano derecha comenzó a liberar los botones de su vestido mientras que mis labios besaban la línea de su espalda que aparecía desnuda ante mí.

Su respiración estaba aumentando, empañando un poco el cristal en donde su boca se acercaba. Ví como el vestido caía a sus pies, y en un solo agarre bajé sus bragas, no llevaba sujetador, facilitando mi camino hacia sus senos con mis manos.

Su cuerpo húmedo se pegó a mí y la presioné de nuevo al cristal.

Sus manos empujaban con fuerza y sentí como sus pies se liberaban de la prenda completamente. Sus jadeos llegaban a mis oidos como una señal de que estaba demasiado excitada con mis caricias. Su trasero desnudo se unió a mis caderas y sentí la humedad entre mis piernas.

Tal y como ella lo hacía, apoyé mi mano en el cristal con fuerza mientras que con la otra bajaba a su intimidad.

Mis dedos acariciaron su sexo antes de entrar lentamente, presionando y formando movimientos circulares en su interior, hasta que sentí como presionaba mis dedos con su vagina, incitándome a continuar. Besé su hombro con detenimiento, una ligera capa de sudor ya cubría nuestros cuerpos y la única música eran sus gemidos que aumentaban de volumen.

"Vamos Camila, hazlo...córrete para mí".

Mis dedos aumentaron su velocidad y me recargué contra ella para juntar su cuerpo al cristal.

Vi que se tensara y el grito de placer que dejó escapar de sus labios provocaron que no me detuviera.

Con cuidado la giré para que estuviera frente a mí, ella rodeó mi cuello con sus brazos y mi boca se unió a la suya, estaba comenzando a recuperarse pero estaba yo preparando su cuerpo para el siguiente orgasmo.

Mi lengua tocó la suya y mis dedos comenzaron a jugar con sus pezones duros.

"Camila, después te encargarás de limpiar el desastre que...ya tengo entre mis piernas".

La aparté del cristal y la llevé hacia la mesa alta de piedra similar a la esmeralda que se posicionaba en el comedor, cerca del minibar. Mis brazos la subieron sin mucho esfuerzo y me acomodé entre sus piernas, sintiendo como rodeaba mi cintura.

La besé solo un poco en los labios, porque iba a concentrarme en otro lugar. Mis besos húmedos bajaron a su cuello, donde mi lengua recorrió los lunares que tenía marcados, besando sus clavículas y dibujando circulos en sus pechos, provocando más ansias que me demostró con sus caricias.

Mi boca se cerró en su pezón derecho y contuvo la respiración, apoyándose con las manos en la mesa y la cabeza hacia atrás. Dejando pequeñas mordidas húmedas que se perdían entre caricias con mi lengua. Su mano sujetó mi cabello para que continuara y lo hice con el pecho izquierdo, repitiendo lo mismo. Mis manos presionaron sus caderas y acariciaron su abdomen de arriba a abajo, dibujando la línea central y las laterales.

El orgasmo que alcanzó tardó un poco más y su grito pudo contenerlo entre sus labios, aunque su entrada estaba lista para mi lengua.

"Recuéstate".

"Está frio" sonreí con malicia.

"Lo sé" ella me obedeció y su espalda se arqueó un poco al sentirlo. Mis manos se deslizaron por sus piernas, de afuera hacia adentro, calentando sus muslos y jugando con besos por encima de su sexo. Su cuerpo estaba más sensible y mi dedo comenzó a estimular su clítoris mientras que dibujaba circulos lentos con mi lengua en sus rosados labios de la vagina.

Sujeté sus caderas con fuerza mientras se movía con excitación, sus manos en mi cabello se cerraban y me empujaban a su entrada. Estaba llegando y me detuve para jugar con el ritmo, aumentando y disminuyendo.

"No te..detengas, maldición...lo haces bien".

Continué jugando con mi lengua en su intimidad hasta que se tensó, cambié el camino de mis labios para estimularla igual con mis dedos, sus jadeos de nuevo aparecieron y la desesperación en sus manos buscaron que continuara y sin esperarlo más, su espalda se arqueó y sus manos se aferraron a mi cabello antes de gritar mi nombre al sentir el máximo punto de su excitación, corriéndose en mi boca.

Camila se recostó completamente para descansar, recuperando la respiración y los sentidos.

Ambas delirábamos con lo que había sucedido.

Y aunque no tenía suficiente fuerza, pretendía cargarla hasta nuestra cama para continuar.

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Holaaa

I have questions para ustedes ahre

Qué les ha parecido la manera de escribir el smut?

Estaba viendo y en realidad nos faltan algunos capítulos para llegar al final de la historia :c

Si tuviera segunda parte esta historia ¿la leerían?

Gracias por leer y mucho helado para ti 🍦🍦🍦

Faltan pocos días para el fin de año yaaaas

¿Alguna vez han hecho alguna broma? Si? Cuál? Ahre yo les contaré mañana una que me hicieron.

Chau

50 sombras de Dua • duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora