Cuarenta y seis

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Dua POV

Camila y yo nos encontrábamos en el restaurante francés, celebrando con los socios del proyecto de la siguiente inversión. Los hombres y mujeres en el lugar hablaban animados del trabajo prometedor y los temas comenzaron a ser demasiado aburridos.

Camila estaba buscando mi atención por debajo de la mesa, sus manos jugaban con caricias en mis piernas y la sonrisa traviesa en su rostro me dejaba con ansias de continuar.

"Camila, ¿puedes esperar un poco?" Le hablé cerca para que únicamente ella me escuchara.

"No creo hacerlo por mucho tiempo".

"Sólo un momento" guiñé en su dirección y ella se detuvo, mirando como me disculpaba con los socios para dirigirme al baño con la linda cubana.

En el camino sus dedos jugaron con los míos mientras me seguía, el calor en mi cuerpo estaba por aumentar. El vestido blanco que llevaba se ajustaba a su cuerpo y comencé a fantasear con su piel.

Entramos al baño y me aseguré de que nadie más estuviera en los cubículos, solo nos encontrábamos nosotras y una chica que terminó de lavarse las manos para salir de nuevo.

Coloqué el seguro y miré hacia Camila, estaba apoyada en el lavamanos observándome.

"Ven aquí" me llamó.

Caminé hacia ella sin dudarlo, estaba desesperada por besarla de nuevo.

Mis labios y los de ella se unieron en un beso lento como si el tiempo que teníamos no importara más, una mano se aferró a su cabello y la otra comenzó a pasar por su cintura para acercarla lo más posible a mí.

Antes de profundizar el beso, ella se fue apartando un poco de mis labios y sostuvo mi rostro entre sus cálidas manos.

"Debo decirte algo importante".

Mis ojos se encontraron con los de ella para buscar alguna respuesta, pero el sonrojo estaba en sus mejillas por las caricias que dejaba en su cuerpo.

"¿Qué es?".

Bajé para besar su cuello pero me detuvo otra vez.

"Tengo un plan en contra de Elizabeth Grant...y está funcionando".

"¿A cuál plan te refieres?".

"¿Recuerdas la carta que te escribí?" En silencio asentí "¿y el departamento que acepté de ella?".

"Si".

"Es parte de ese plan...incluso cuando renuncié a tu empresa para ir con ella...no te había dicho nada porque quería encontrar una solución sin que directamente te involucrara porque...yo he...comenzado a buscar pruebas en su contra".

Intenté conectar todas las ideas que me estaba diciendo, no podía creerlo. Ella se estaba arriesgando sin ayuda de nadie.

Mi teléfono comenzó a timbrar en ese momento.

Y aunque no acepté contestarlo, Camila insistió en que lo hiciera porque ella iba a remarcar su labial rojo.

"Buenas tardes señorita Lipa" la voz de la mujer estaba alterada.

"Olivia, ¿qué ocurre?" mi asistente estaba al otro lado de la línea.

"Hace unos minutos...Elizabeth Grant estuvo aquí...ella traía a varios hombres de seguridad y no fue posible detenerla...dijo que quería hablar con usted y que no se iba a ir hasta que acordaran algo".

"De acuerdo, comunícame con ella".

"Señorita" advirtió.

"¿Si?"

50 sombras de Dua • duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora