Diecinueve

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Camila POV

Cuando me desperté, Dua ya no estaba a mi lado, miré el reloj, faltaban pocos minutos para las 9 de la mañana.

"Espera, hoy tengo trabajo..." no lo pensé más, inmediatamente me levanté de la cama y busqué mi ropa en el suelo, mientras terminaba de colocarme la camisa del dia anterior y cargaba mis pantalones y los zapatos, me dirigí a la puerta. Estaba cerrada.

"¿Qué? No, no" lo intenté dos veces más, comprobando que la cerradura no estaba abierta "Dua...Martha...¿alguien me escucha?" Golpeé la puerta varias veces, dejando recargada mi cabeza en la madera, esperando a que alguien me ayudara a salir de ese cuarto.

De pronto recordé mi teléfono, lo busqué desesperadamente entre mi ropa, ahi estaba. Llamaría a Dua, ella me había dejado encerrada ¿qué demonios le sucedía?

"Dua, ¿en qué estabas pensando cuando..." ella me interrumpió en la línea.

"Señorita Cabello, al parecer hoy no se presentó al trabajo y debe tener una primera llamada de atención".

"Me encerraste aquí" le recordé. Comencé a ponerme el pantalón mientras esperaba su respuesta.

"Sus problemas maritales no son de mi interés".

"No son problemas maritales, ni siquiera estamos comprometidas, Dua, deja tu papel de jefa loca y ven a sacarme de este cuarto".

"Señorita Cabello, temo informarle que ahora mismo me encuentro en el horario de trabajo y..." estaba buscando la manera para detenerla.

"Dua, si no vienes, entonces te quedarás sin juegos por dos semanas".

"¿Ha terminado con sus condiciones?".

"Dua, no me hagas esto, estoy aquí encerrada y me siento desesperada, solo... solo esperaba llamarte para escucharte a tí y no a mi jefa".

"Soy la misma persona en lugares diferentes".

Parecía más sencillo dejar de insistir.

"De acuerdo, yo...voy a buscar como salir, buenos días Dua".

"Buen día señorita Cabello" y esperé unos segundos más para escuchar que la llamada había terminado.

Terminé de colocarme los zapatos y acomodé de nuevo mi ropa. Inspeccioné con la mirada los posibles lugares para salir, estaba el gran ventanal que tenía seguro, la puerta cerrada y el baño.

"¿En qué estaba pensando? ¿Ir sin ducharme?" caminé hacia el baño para comenzar a desvestirme de nuevo, ahí había ropa limpia, y las llaves de la habitación "demonios".

Entré a ducharme, esperando que el agua caliente comenzara a relajar mi cuerpo, por curiosidad miré hacia abajo, observando las marcas en mi piel que comenzaban a borrarse, solo eran pequeños espacios morados que se desvanecían y ya no dolían, pasé el jabón en aquella zona y sentí como el agua me ayudaba con los pensamientos.

Mis manos jugaron un poco con el agua y el cabello cubierto con shampoo, me sentía tan tonta.

"No debes enamorarte Camila, en su contrato ella lo dijo" era una advertencia, pero, ¿y si Dua se enamoraba de mi? ¿Cómo se supone que debo saber si ella comienza a corresponder porque siente algo lindo y no es solo es para que después termine por complacerla? ¿cómo puedo saber si no es solo por interés?

Terminé de ducharme y me quedé con las toallas alrededor del cuerpo, saldría a explorar un poco más aquél cuarto de juegos.

Mis manos comenzaron a acariciar el metal de las cadenas en la primera columna, tenían pequeños detalles, algunas palabras talladas no parecían estar en inglés sino en otro idioma. Dejé ese lugar para dirigirme a las fustas de diferentes tamaños, algunos mangos remarcaban el cuero, u otros parecían de otro material, en el extremo, algunas tenían pequeños flequillos y otras más gruesas parecían reforzadas, mis dedos avanzaron un poco más buscando alguna fusta completamente diferente, hasta que me detuve, había un látigo y a su lado una correa.

¿Cuántas personas han pasado aquí? ¿En realidad soy la primera que ha intentado dominar a Dua?

Miré hacia el techo, el magnifìco espejo encima de mi parecía ideal para reflejar la escena de lo que ocurría al mismo tiempo en la cama, similar a una cámara. La pintura grabada en los alrededores parecían una réplica exacta de la obra famosa.

Mientras secaba mi cabello y me colocaba ropa limpia, vi que tenía varias llamadas perdidas de Dua. En ese momento, escuché que llamaran a la puerta, era Martha.

"Señorita, su chofer la está esperando".

Inmediatamente sostuve la ropa y el teléfono entre mis manos para correr y abrir la puerta, la mujer estaba frente a mi en el pasillo.

"¿Tiene las llaves?" Ella me preguntó un poco dudosa y yo solo asentí "¿podría cerrar la habitación antes de irse? Tengo preparado el desayuno pero Adam la espera en la entrada de la casa".

"Martha, yo no...yo no tengo chofer ni nada".

"Entonces la señorita Lipa se ha encargado de eso" ella tomó mi ropa para llevarla al lavado, al parecer no me iba a dejar hacerlo por mi misma.

"¿Podrías decirle a Adam que no voy a ir con él?" Martha se sorprendió y miró por la ventana, señalándome al hombre junto al automóvil.

"Él va a insistir porque son órdenes de la señorita, no podemos desobedecer a menos que esperemos un despido, por favor, debe ir".

"No creo, está bien, yo le digo" intenté parece más segura, pero ella me detuvo.

"Va a hacer que la señorita se moleste, no creo que sea lo mejor".

"Martha, yo no le tengo miedo a Dua, y si quiere molestarse que lo haga, no voy a cumplir todos sus caprichos, no es una niña debe entenderlo".

Aquella mujer no me dijo nada más, solo me miró insegura y se despidió de mí cuando estaba en la entrada de la residencia, indicando que me cuidara y no me comportara de esa manera siempre.

"Señorita Cabello ¿a dónde la llevo?".

"A ningún lugar, no es necesario, regresaré sola a casa".

"Son órdenes de la señorita Lipa, debo llevarla a donde usted me indique pero no debo dejarla que se vaya sola" estaba buscando como evitar que me llevara, porque iba a parecer un guardaespaldas o niñera.

"Si te pregunta, le dices que me llevaste a casa, y si ella me pregunta diré lo mismo".

"Lo siento pero no puedo hacer eso".

"Bien, entonces dile a Dua que no voy a tener chofer sin mi autorización y si ella cree que voy a obedecerla, está equivocada" me desvié del camino, para buscar otra calle y continuar caminando en dirección a casa.

******

Como diría Yastin, sooorry ahre

Siento no haber actualizado antes, estos días han sido un poco complicados escribir y ajustar unos detalles.

Havana llegó a los 100 M  de reproducciones en casi una semana, y si hacemos lo mismo con New Rules? 🙌

Les regalo muchos helados que el tiburón número 2 (camila fetus en su obra de la escuela ahq) está re orgullosa y crying in the havana.

Voy a intentar regresar actualizaciones diarias y todo bien. Gracias por sus estrellas, comentarios, lecturas, todo.

🙏🙏🙏🙏🙏🙌

50 sombras de Dua • duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora