capítulo 8

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En junio, juan carlos relevo a javier de su tarea porque uno de los chicos del coro se ofreció a dar una mano. daniela continuo con los ensayos como de costumbre, salvo por el hecho de que a la salida, todos los martes y jueves, javier la esperaba.

lunes y miércoles, de seis y media, el equipo de hockey entrenaba en el club provincial. las integrantes eran federadas y algunas estaban intentando subir un escalón con la mirada puesta en las estrellas del deporte. apuntaban a entrenar en el cenard, con deportistas de élite. daniela no. de forma natura, casi sin proponerselo, había llegado a la federación.

  javier la paso a buscar por el club un día porque se estaba por largar a llover. otro, un par de semanas después, porque estaba haciendo mucho frió. y, de a poco, allí estaba todos los lunes y miércoles, quince minutos después de las siete y media, calculando el tiempo de la ducha y secado de pelo. al principio, varias de las chica del equipo se tomaron el trabajo de apurarse en la ducha para salir unos minutos antes y espiar al novio de daniela.

recibió la aprobación de todo el mundo, incluida la entrenadora, pero también algunas bromas por su puntualidad extrema. un día, alguien oyó al pasar esta conversación cuando daniela salia a la calle:

-¿te paso algo? -pregunto el.

-no, amor. ¿por?

-no, como saliste dos minutos mas tarde...

-ah, si , es que las duchas estaban ocupadas y justo cuando iba a entrar se me cayo el toallon al suelo... espera un cachito:¿me estas cronometrando?

-naaaaaa, te estoy jodiendo. dale,vamos a tomar algo.

a los tres meses de la primera salida, javier sugirió que quizá era hora de dar un paso mas y ser presentado a la familia

-no te puedo seguir dejando en la puerta como como si me estuviera escapando. ¿que te dijeron el otro día cuando entraste con el osito?

-esta sobre mi cama, javier.  y mi mama dijo: "que lindo osito", nada mas. nadie piensa nada.

-te estas enojando. ¿cual es el problema?

-na hay ningún problema; es que nos estamos conociendo todavía.

-pero no te estoy proponiendo matrimonio. es solo cortesía. pero si te parece que no es el momento todavía, todo bien.

-ok.

-yo no te llevo a mi casa porque mi mama sigue en Madrid. sino, ya te habría invitado.

-javier querido, me encantaría conocer a la genial de tu vieja, pero no te apures.

-no es apuro, pero... por curiosidad, los novios de tus amigas, ¿no van a las casas?

-van, pero como amigos; las pasan a buscar, se quedan a tomar algo, eso. porque son amigos de antes, del club o de la florida, ¿entendes?

la cosa quedo ahí. pero varios días después, javier llamo a la casa en vez de al celular de daniela y atendió la madre. el se presento cortes mente, pregunto por ella -sabiendo que no estaba- y agrego, en un breve comentario antes de despedirse, que para el seria un gusto conocerlo durante la semana siguiente, ángeles le sugirió a daniela que lo invitara a tomar un café, aprovechando que su papa iba a estar en casa unos días.

-no, ma -suspiro ella-. yo no conozco la familia de el tampoco.

-hace unos meses que salen.

-¿y?¡no seas anticuada, ma! estamos bien juntos y me gusta. ¿para que traerlo a casa?

-bueno, papi me pregunto varias veces acerca de el.

-yo le cuento, pero no hay necesidad de que venga a casa.

-hija, pónganse de acuerdo entre ustedes, entonces. daniela salio resoplando de la habitación.

esa noche fueron a tomar un café. no fue una conversación sencilla. después de un rato de ideas y vuelta alrededor del mismo tema, javier se dio por ofendido y dijo que las mujeres eran muy complicadas.

-amor, esto no es complicar, al contrario , estoy simplificado la cosa.

javier bajo la cabeza.

      -hace de cuenta que no te dije nada. dejemos todo como esta.

-¿como estaba cuando?

-antes -respondió el, rencoroso-.cuando salias con tus amigas todos los días, ibas al coto, entrenabas y esas libre y nadie te molestaba.

 daniela extendió las dos manos,las puso sobre los brazos de javier. el  se retiro ofendido.

 -siempre tenes que ir a otro lado -se quejo áspero-. si no es al club, es a una clase especial, a un ensayo del coro u otra cosa. siempre corriendo de acá para allá  -el enojo iba aumentando.

-pero amor, nos vemos todos los días, a veces un rato mas, a veces un poco menos, porque tenes cosas que hacer. igual, ¿de que estamos hablando? este no era el tema, javier.

-pero tiene que ver -apretó los dientes-. porque por culpa de tantas cosas nos vemos  a los saludos. y yo quiero pasar tiempo con vos -javier la tomo de las muñecas con fuerza y murmuro-: vos sos mis ¿entendes?

 de pronto, daniela se quedo sin palabras, sin reacción. ¿y eso? Asustada, tironeo despacio para soltarse. Javier, arrepentido de su impulso, levanto las manos y balbuceo disculpas.
-perdón. Lo que quise decir...
-No, déjalo así -susurro porque noto que alguien de la mesa vecina giraba la cabeza.
Alcanzl su bolsl y se levantó. La verdad era que no estaba tan enojada como desconcertaba. Javier se había trasformado en otra persona en cuestión de segundos.
¿que era esa declaración de propiedad? ¿que "vos sos mía"? La conversación se había ido a la mierda. Salio a ala calle y el no la siguió.
Esa noche sonó el teléfono después de las diez de las noche en casa de la familia. ángeles atendió y paso la llamada -sin comentarios- al cuarto de su hija. la reconciliacion  fue lenta, rogada, con lagrimas de emoción, con pedidos de disculpas, también dulces y esperada. eran  sentimientos nuevos y las iluciones no habían sido estrenadas.

por la mañana, durante el desayuno, daniela dijo que pasaría, si no había problemas, a tomar un café el sábado. solo café.

-no hay problema -dijo el padre-, pero te voy a hacr una pregunta fundamental, hija querida. ¿hincha de que equipo es ese joven?

ángeles sonrió, mientras enjuagaba los pocillos.

NADA ES SUFICIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora