Temática: intento de terror y psicológico
Necesitaba a alguien que le arranque los ojos a ese hombre para que deje de mirar mi cuerpo, a alguien que cosa la boca de esa mujer para que no pueda escupir insultos hacía mí.
Y necesitaba que fueran ellos quienes estén atados a esta fría silla, y sea yo quien los golpee y no al revés.
Mis ojos estaban secos ya, ¿por qué seguir llorando?
Mi voz desapareció ya, ¿para que seguir gritando?
Mi mente desapareció ya, ¿de que sirve la cordura?
Nuevamente la puerta es golpeada y él entra destrozando todo a su paso, podía jurar haber visto el piso romperse bajo sus pies, sin embargo ya no sentía miedo, era capaz de mirarlo y retarlo a una competencia donde nuestros ojos se secan entre tanto odio antes de que comience una nueva sesión de golpes.
Escucho una infantil risa y detrás de ese hombre veo a una niña reírse mientras arrancaba la cabeza a una muñeca y la contemplaba con locura, vestía un lindo vestido rosa pastel hasta las rodillas y su cabello estaba recogido con un moño blanco.
La conocía, pero ¿de donde?, no podía ser la hija de aquel bastardo, ese mal nacido no tenía hijos, jamás seria padre.
Me apuntaba y reía con lagrimas deslizándose por sus mejillas, ¿será el espíritu de alguna niña a la que le hicieron lo mismo que hacen conmigo?
Aquel hombre me obligo a verlo gritar en mi cara y recibir el intenso olor a alcohol de su pútrida boca, jalando mis cabellos y enredarlos, sabía exactamente lo que quería, verme sufrir, llorar y suplicar, pero no se lo concedería tan fácilmente, mi rostro estaba pintado y ni el mas fuerte insulto o hiriente golpe, lograría desmantelar la obra de arte en la que se había convertido.
Siguió tirando mi cabello "despeinandolo", mis pupilas se dirigieron a la niña que seguía riendo, ahora su cabello estaba enmarañado, pero ella parecía gozar cada maltrato a mi persona, porque cada golpe parecía darle cosquillas, no paraba de reír y llorar y mi vista no se apartaba de ella.
Aquel hombre había abandonado la habitación cuando me dispuse a hablar
-¿Quien eres? -pregunté a la nada, ella apareció acomodando su pelo en su moño nuevamente y jugando con una muñeca muy similar a la amante de quien tenía derecho de ultrajar mi cuerpo, tomó a la muñeca de los pies y me la tendió, capte sus intenciones y mordí fuertemente la cabeza de la muñeca escuchando el grito desgarrador de esta, seguí ejerciendo presión, y finalmente tire de ella con todas mis fuerzas arrancándola.
No podría explicar el sentimiento al escuchar aquel desgarrador grito sucumbir la habitación.
Repetí la acción cuando me tendió el muñeco de aquel gordo maldito, solo que con mayor rabia en mis dientes, mis ojos dejaban salir lagrimas de impotencia y cuando al fin acabé solo reí, reí como nunca, una risa desquiciada y enfermiza.
- Nos encanta decapitar, ¿no es así? -pregunto la niña sonriendo mientras su mano acariciaba las cabezas sobre el suelo -, pero ya es hora de pasar al siguiente nivel -comento acariciando el rubio cabello de aquella replica de la mujer de mi pesadilla.
Empujo mi silla y caí golpeando mi cabeza contra el suelo, desde ese ángulo, logré ver un brillo metálico atrayente, no podía tomarlo, estaba atada. La pequeña castaña reía y reía sosteniendo su estomago.
- Vamos, hazlo -me animaba mirándome a los ojos -, hazlo, hazlo, ¡HAZLO YA! -su grito retumbó la habitación y mis cuerdas de pronto no apretaban tanto como antes y fácilmente se cortaron, dejando mis manos libres para lograr alcanzar el filo de mi destino.
Me solté de pies y abrí la puerta, con la niña delante de mi comencé a caminar, al verlo tirado en el sofá cual cerdo ella tomo mis manos y acomodo el cuchillo allí.
-Hazlo -repetía una y otra vez, a pesar de mi temblor corte su cuello, y arranque su cabeza como lo había hecho con la muñeca, su cuerpo, aun decapitado, siguió moviendose por unos segundos mas antes de dejarse morir. Reí, cual niña al ver la expresión de la bruja de su amante al verme cubierta de sangre, con una sonrisa y un filoso objeto apuntando su cuello.
"Último momento:
Joven de 16 años asesino a sus padres en su propia casa y luego huyó dejando una escena realmente devastadora digna de una asesina psicópata, sangre y cadáveres que carecen de cabezas..."
Anuncios donde me buscaban predominaban en la ciudad sacando sonrisas a mi infantil acompañante.
-Eres una niña mala -le sonreí y ella rió -una niña asesina.
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Historias cortas (cuentos)
RandomUna mañana desperté con miles de ideas y simplemente las escribí. Este libro contiene una recopilación de cuentos de diferentes géneros para cuando te encuentres aburrido. Y quien sabe, quizás alguno te ayude a inspirarte y termines realizando una...