Temática: Romance y los confines de este.
"¿Cómo la conocí?, ¿Cómo me enamoré de ella?, ¿Cómo luché por ella?, ¿Cómo la perdí? Y ¿Cómo la gané?.
Ninguna de estas preguntas posee respuestas exactas, la conozco desde siempre, la amo desde que la conozco, luché desde que me enamore, perdí apenas comencé a luchar y jamás la gané, porque ella jamás fue, ni será ya, un premio ni para él, ni para mi, ella es mucho mas que eso, se merecía mas que a alguien como yo.
A veces cantaba en su oído cuando dormía en mi cama, amaba ver como una sonrisa se instalaba en sus labios, eran breves instantes, pero aun así es el recuerdo mas preciado que tiene mi cerebro.
Siempre supe que aquel bastardo no la merecía que quitaba lentamente la mitad de su corazón, que lo rompía secamente y con una cínica sonrisa que ella confundía con una de amor.
He llegado a pelear con aquel imbécil rogando que siga fingiendo y que no la lastime mas de lo que su agrietado corazón pueda resistir.
He hecho locuras por ella, me convertí en psicólogo, en verdugo, en policía y en criminal. Jamás he amado tanto como la amé, la amé hasta mis propios límites, ella era mi energía.
Su novio consiguió finalizar su objetivo, desgarrar a la mitad su corazón, dejarla con medio corazón, y en su filoso borde ella tarareaba una canción de amor, con lágrimas negras, recordaba su feliz antaño.
Ofrecí la mitad de mi corazón, sin embargo no pude abstenerme de solo esa mitad, si le obsequiaba solo ese trozo, el otro estaba destinado a la putrefacción, porque sin ella ¿De que vale mi corazón?
Estaba tan ciega con su antiguo amor, que no notó el enorme cartel con una bienvenida al mío.
Querida amiga, lamento mil veces tu muerte en esta carta de suicidio, lamento no poder salvarte, pero no te preocupes que podrás seguir molestando, bromeando y riendo conmigo, ese idiota ya no nos lastimara, jamás. Ya no me importa ser llamado "amigo" si puedo verte sonreír, aun en otra vida"
Esa fue la inscripción, confesión, y lamentos en la carta de un chico ya muerto, recostado en su cama con un bote de pastillas.
—¡Hijo! ¡A cenar! —era el grito de una madre que no sabia que se encontraba completamente sola en el mundo, que nadie ayudaría al envejecer y que tampoco vería a sus nietos correr.
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Bien, esta idea siguió de manera un tanto... ¿peculiar?
Estaba leyendo una fanfic de rayita donde el mejor amigo estaba enamorado de ella (típico cliché), luego me enganché viendo "Soy Luna" donde también había un chico friendzoneado. ¿A que quiero llegar?
A que si el mundo te manda mil señales de inspiración ¡Aprovecha!
Supongo que es todo
Bye~
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Historias cortas (cuentos)
RandomUna mañana desperté con miles de ideas y simplemente las escribí. Este libro contiene una recopilación de cuentos de diferentes géneros para cuando te encuentres aburrido. Y quien sabe, quizás alguno te ayude a inspirarte y termines realizando una...