Saint Omegaverse: Entre alphas y Betas (Hyoga x Shun) #afro2018 FINALIZADA

Capitulo 1: "Visitas inesperadas"

Afortunadamente pudimos vencer al Dios de la destrucción, Hades.
Al regresar del inframundo, fuimos separados por caminos diferentes.

En mi caso desperté en un frondoso bosque encontrado en las lejanías de las fronteras de Japón.

Me costó unos días regresar a la mansión Kido, pues no cargaba dinero conmigo y conseguí rápidamente un trabajo temporal, así reuní suficiente para regresar.

Ahora que la guerra santa pasó, podemos intentar seguir con nuestras vidas normalmente.

O eso es lo que pensaba...

Al volver a la mansión, se me informó que Seiya estaba en un estado cercano a la muerte debido a un fragmento de la espada de Hades clavado en su corazón, espada quien cada día se adentraba más y más en su pecho.

Más tarde volvieron los demás a excepción de Shiryu.

Que alegría... Al menos mi hermano y Hyoga estaban bien.

Pero aún temíamos por la vida de nuestro querido amigo pegaso.
Y al mismo tiempo, estábamos preocupados por la desaparición de Shiryu.

La señorita Saori era la más preocupada por Seiya, pues sentía que era su responsabilidad su estado actual.
La escuchaba llorar por las noches y rezar por las mañanas.

Mientras que mi hermano velaba por él todos los días y no quería separarse de esté, pues en los últimos momentos estaba junto a él, y el tampoco pudo hacer nada.

La situación en la mansión era tensa.
Lo único bueno que pudo salir de esto, fue que mis celos se regularizaron pues la explicación era que la fuerza de Hades se combinaba con mi celo haciendo a este excesivo.

La señorita Saori no pudo aguantar más esta situación tan melancólica.
Ella planeaba salir sin avisar a nadie una fría noche de invierno.
Sin embargo, sus planes fueron frustrados pues yo aquella vez, sufría otro ataque de insomnio.

Me acerqué sin que ella se diese cuenta.

-Señorita Saori... ¿Se dirige a algún lado? - Pregunté cortésmente.

-¡Ah! - Gritó de un susto mientras volteaba a ver de quien se trataba.
- Shun... Pero que...

-Es peligroso que una dama se encuentre a altas horas de la noche por la calle. Si es de urgencia permiteme acompañarte.

-¡No! - Exclamó. - No puedo permitir que ni tú ni nadie vengan conmigo.

-Pero...

-Por favor Shun, no quiero que nadie más salga herido, no podría soportarlo... - Athena comenzó a llorar.

Me quedé helado, no podía reaccionar en ese momento.

-Shun... Iré a ver a mi hermana, Athemisa. Ella sabrá que hacer para salvar a Seiya.

-Perdoneme señorita. - Interrumpí. - Pero es demasiado peligroso que vaya sola.

-Llevó mi armadura, estaré bien. Además necesitó a alguien quien cuide la mansión por mi, pues Tatsumi no se encuentra.

No pude decir nada, mi mente estaba en blanco.

-Es una orden, Shun... No me sigas, no le digas a nadie en donde me encuentro, esto es algo que debo hacer por mi cuenta.

-Entiendo. - Dije en un suspiro. - Le doy mi palabra, pero si se encuentra en peligro, haganoslo saber a través de su cosmos.

Y así es como pude ver a mi Diosa partir de la mansión, mientras sentía un vacío en mi corazón...