Shun, un caballero de Athena que lucha por la verdad y la justicia, siendo un Omega ha sufrido abusos por parte de sus compañeros debido a su género teniendo solamente el apoyo de sus amigos más cercanos.
Después de mucho tiempo, Hyoga quien sólo er...
Las semanas pasaban, el vientre de shun-rei había crecido notoriamente. Shiryu se encargaba de que esta no se esforzará demasiado y en que se alimentara con muchas proteínas. Estaba muy feliz por él, el dragón estaba ilusionado en tener una familia con la persona que ama.
Lamentablemente mi caso no era el mismo, desde que DeathMask descubrió mi estado, y desde el incidente que sucedió en la cámara del patriarca, no se ha acercado a mi en lo absoluto. Shura me ha estado haciendo compañía todos los días, le agradezco mucho pues me empezaba a sentir solo.
Capricornio me ayudaba a ordenar mi templo y casi diariamente traía frutos que según él, eran buenos para mi bebé.
Mi vientre aún no asomaba la figura del niño pues mi gestación solamente tiene 4 semanas.
La tarde era preciosa, el sol irradiaba su luz en el jardín de las rosas, el agua con la que las regaba formaba un arcoiris que traspasaba todo el lugar. Era una vista maravillosa.
Sentí como Shura se acercaba a mi, instintivamente voltee mi mirada sin darme cuenta que ya se había acercado a mi rostro, haciendo chocar nuestras narices.
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-Ahh...ahh... Shura. - Dije nervioso.
Las disculpas que pretendía ofrecer se interrumpieron gracias al canceriano que venia entrando al templo y detuvo su caminar al observar la escena.
-Aphro...
Nuestras miradas se concentraron en el inesperado visitante.
-¿Qué es lo que quieres DeathMask? - Cuestionó seriamente Shura Mientras sostenía mi hombro.
-Yo... Yo... Sólo quiero hablar con Afrodita...
El pelinegro volteó a verme con cuestionamiento.
-Esta bien Shura, esto tenia que pasar tarde o temprano...
-Estaré fuera del templo, por sí necesitas algo.
-Te lo agradezco...
Así el capricornio salió del lugar, no sin antes amenazar con la mirada a DeathMask quien estaba firmemente de pie y devolviéndole la mirada asesina a Shura.
Nos acercamos mutuamente. Mi corazón estaba muy acelerado.
-Aphrodita... - Comenzó a hablar el mayor. - Yo lo lamento mucho, no pude controlarme aquella vez.
-No necesito tus disculpas, lo que pasó aquella vez... No fue tú culpa, fueron mis hormonas las que te hicieron actuar de esa manera.
-No. - Interrumpió. - Es verdad que las hormonas me hicieron eso, pero yo... - La mirada de DeathMask se dirigió al suelo.
-¿Qué? - Pregunté confundido.
-Te amo, Afrodita... Desde siempre, me has cautivado con tú belleza natural, tu simpática sonrisa. Y en como a pesar de todo, estuviste conmigo cuando nos enteramos que Saga era el patriarca.
