Sopa.

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Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. 

Advertencias: Comedia, fluff y fallas de ortografía. 

¡Hola! Esto participa en el intercambio del grupo Higuel (Muy buen grupo que los invitó participar) Es algo pequeño y corto lo que se me ocurrió, pero espero que la persona que me tocó pueda disfrutarlo.

Intercambio a : Naomi Juarez  

1. Sopa.

—¡Cuidado Miguel! La sopa está muy ...

—¡Quema!

—Caliente ...—completó aún con la mano extendida —Te lo dije, cariño —la tía Cass arrugó los labios en una mueca preocupada. Sobre todo al ver a su yerno agitar velozmente la mano sobre su lengua intentando menguar el escozor que nacía de las orillas. Lagrimas escurrían por la orilla con un sentimiento asfixiante y de ardor en sus ojos.

—Lo siento...

—eda dien —Volvió a zozobrar, pero esta vez con dos manos, un intento en vano para poder apaciguar con aire la quemadura.

—Ay, lo siento ...—mostró verdadera preocupación, sintiéndose la culpable de causarle esta molestia al menor, quizá debió checar mejor la temperatura de la sopa.

Miguel intentó sonreírle y hablarle, pero sus palabras eran entrecortadas y apenas legibles. Hiro a su lado intentaba por todos los medios no reírse.

—do de deodudes.

Hiro intentó esconder la risa tras un tosido mal fingido, recibió una mirada molesta de la tía Cass y un pequeño golpe en su hombro.

—Deberías ayudarle a tu novio —contestó, él simplemente encogió los hombros y regresó a su sopa caliente y humeante.

Él era un poco más listo, a diferencia de su novio,él si esperaba a que su sopa se enfriará.

—Te conseguiré un pedazo de hielo.

—Gradias ...

—Miguel.

Y el aludido sintió dos dedos fríos sobre él, un movimiento veloz y de pronto unos labios que se posaron sobre los suyos, encajándose muy bien. Se separaron después, y Hiro sopló la zona adolorida, dejándolo no sin antes un guiño en el ojo.

—¿Qué tal? —la voz de Hiro sonó amortiguada y cargada de un sentimiento de travesura.

Se alejó del contacto del menor. Disfrutando del sencillo rojo que comenzaba a quemar en sus pomulos y no sólo su lengua.

—¿Miguel? —preguntó la tía, trayendo el cubito entre sus dedos para darle.

Pero éste estaba afónico y atorado con la vergüenza sobre sus mejillas.

Efímero (Hiro & Miguel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora