La última flor

Latidos.

Mi último latido
fue contigo
cuando me percaté de tu silueta marchándose en la lejanía.

El primero también fue contigo,
fue el día en el que tu mano decidió encajar con la mía
y tú decidiste con ésta dirigirme entre las profundidades de tu denso mundo.

Ahora mi corazón esta paralizado por tu culpa.
No sabía que tu despedida iba en serio.

Me aferro a las letras que escribías sobre mi piel en forma de caricias,
pues es lo único que me queda
y tal vez ellas pueden hacer que mi corazón vuelva a latir.

Aún me acuerdo cuando se paralizó mi corazón,
fue cuando diste el primer paso para alejarte de mi.

Siempre puedes retroceder.
Si no escuchas mis latidos
es porque te los has llevado tú.

Eran
tuyos.