Triste noche.

53 12 2
                                    

Observo sola y melancólica las pocas estrellas que me observan desde mi buhardilla.

Antes,
contigo,
podía llegar a ver constelaciones.
Tú,
acto seguido,
tal vez con cierta ternura,
unías los lunares de mi tersa piel
y tu también veías constelaciones.

Que lejos queda todo eso.

Ahora el cielo,
oscuro y casi despejado,
llora estrellas,
pues comparte mi tristeza.
Él también se ha dado cuenta de que ya no estás conmigo y te he perdido para siempre.

La última florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora