Derritiendo la nieve (Forbidden I)

Parte Nueve (Final)

Barbie lloró por casi una hora y ninguna dijo nada. Ella acariciaba el poni y Anna a la vez la acariciaba a ella. Al final la chica suspiró y dejó de llorar.

-Vamos a casa o te congelaras el culo. –Barbie soltó una carcajada. –Y creo que eso sería una pena para Rob.

-Calla, por Dios.

-Pero si es la verdad. –Barbie sonrió traviesamente. –No quiero morir a manos de él.

-Ya, ya... Barbicienta, vamos adentro.

-Te pone nerviosa que te hable de él. –Canturreó la rubia. - ¿De verdad no te gusta?

- ¡Que no! Es un gran chico, pero no es para mí.

- ¿Por qué? –Barbie besó al poni y comenzaron a caminar hacia las puertas blancas de madera del establo. –Ustedes harían una pareja hermosa, y ya hiciste la parte más difícil: te ganaste a los suegros ¡Son perfectos! -Anna frenó en seco cuando pensó en Dave...

Ella lo veía como un hombre... su hombre, más no como su suegro.

- ¡¿Estás loca?!

- ¿Qué? No... ¡Hasta tendrían bonitos bebés! –El pensamiento le dio nauseas.

-Barbara no sigas... Tu hermano es como otro hermano para mí. –Barbie puso los ojos en blanco.

-Está bien, pero camina. Está haciendo mucha brisa.

- ¿Hablaste con Zac? –Preguntó para desviar la atención y pensar en otra cosa.

-¡Sí! Me dijo que lo llamara a cualquier hora que no importaba.

- ¿Lo llamaras?

-Me hará bien hablar con él. –Barbie empujó la puerta de entrada. - ¿Te molesta?

-Solo quiero verte feliz. –Sonrió traviesamente.

-Ahora que abramos los regalos estaré como nueva. –Anna rió.

-Eres terrible.

Ambas chicas se asomaron a la sala y vieron las botellas y las copas en el suelo. Todo estaba en tanto silencio que podían escuchar la brisa de afuera y sus propias respiraciones.

- ¿Tienes hambre? –Ella negó. –Vamos a mi cuarto. Celebraremos navidad juntas y si algo subimos y estamos con mi papá un rato... Aunque no creo que sea lo mejor, debe estar enojado.

-Lo mismo creo.

-Vamos arriba. Podemos ver una película.

-Me parece perfecto.

Subieron las escaleras y caminaron a oscuras por el pasillo hasta la habitación de Barbie. Por debajo de la puerta de la habitación de Caroline se filtraba luz y un murmullo bajo de una conversación al parecer... Podía ser ella, o podía ser la televisión...

De cualquier manera, se tranquilizó porque absurdamente había pensado que de pronto la pareja se había reconciliado y que por eso era el desorden del primer piso.

-Adentro. –Barbie abrió su habitación y prendió la luz. Todo era rosado y Anna ahogó una carcajada. –Dilo... Búrlate, siempre lo haces cada vez que entras acá.

-Barbie, Barbie, girl.

-Idiota. –Bufó la rubia. - ¿Qué vemos?