Narra Ana.
Entré a casa con Niall a mis espaldas.
Él dejo su chaqueta en el perchero y yo me dirijí a la cocina.
¿Quieres algo?—Le pregunté a Niall mientras abría el frigorífico.
Un vaso de agua, esta bien.—Dijo él acercandose con sus manos en los bolsillos.
¿Venga ya?—Dije incrédula mirandolo. ¿No quieres una copa o una de tus cervezas?—Dije y sentí un pellizco en mi corazón y miré al suelo.
¿Todavía guardas mis cervezas y mis cosas aquí?—Me preguntó él riendose.
Supongo.—Susurré.
Yo me alejé del frigorífico y me senté en la encimera. Tomé aire y se me vinieron todos los recuerdos.
Recuerdo cuando, Niall hizo mío, un pequeño cajón de su cuarto y yo hize un hueco en mi armario para su ropa.
No me acordaba. Sus cosas seguían aquí y yo no tenía intención de decirle que se las llevara.
¿Estas bien?—Preguntó Niall mientras abría su lata de cerveza.
No, necesito hacer una cosa.—Dije interrumpiendole.
Pues hazlo.—Me respondió con su pequeña risa.
Me bajé de la encimera lo más rápido que pude y aceleré el paso hasta él.
Le quité la cerveza que estaba bebiendo y la tiré al suelo y todo el suelo se puso perdido.
Salté y enredé mis piernas por sus cintura y le agarré con mis manos de su cuello.
Le mordisqueé el cuello y le clavé mis uñas en la espalda.
Él me agarró con su mano derecha de la espalda y me pegó a la pared fría de la cocina.
Pasó sus labios por mi cuello y yo le tiré de su pelo.
Le cojí su cara con mis dos manos y le besé fuertemente y salvajemente.
Llevaba 3 días sin besarle y no podía más.
Me correspondió el beso y mordió mi labio inferior.
Él pasó sus dedos por mi camisa, hasta que metió sus manos frías por mi espalda y yo giré mi cabeza a un lado dandole entrada a mi cuello.
Mordió mi lóbulo de mi oreja izquierza y yo solo intentaba mantener mi respiración correcta pero con este chico es imposible.
Me bajé de sus caderas y pusé mis manos sobre su camisa. Él levantó sus brazos, dejando que yo le quitara la camisa. Pasé mis dedos por su cuerpo y deposité un beso en su pecho.
Él sonrió y yo me aparté de él apoyandome en la pared.
Me cojió de la cintura y me tiró de mi camisa hacía arriba.
Miré hacía abajo y llevaba mi sujetador rosa palo favorito.
Nos quedamos en silencio y Niall puso sus manos en mi culo, subiendome otra vez en sus caderas.
Puso su mano derecha en mi cuello tirando hacía él.
Nuestras respiraciones eran demasiadas agitadas. Nuestros cuerpos subian y bajaban muy rapidamente.
Vamos a mi cuarto.—Intenté decirle susurrando.
Pensé que me iva a dejar en el suelo, pero no lo hizo, cargo conmigo desde la cocina hasta el cuarto, pasando por las escaleras.
